lunes, 8 de marzo de 2010

El destete


Estuve hasta casi las once de la noche esperando que dieran los resultados de los premios Óscar sobre la mejor película extranjera. Me di cuenta que somos bien provincianos, no sé si en otros países ha ocurrido igual la primera vez que han sido nominados, pero aquí pasaban por la televisión a la gente congregada en la Plaza de Armas, con sus banderas, sus polos del Perú, todos con gran expectativa. Y en Huanta hubo gran jarana, desde la tarde, hubieron bailes típicos, grupos musicales, bendiciones y ritos de celebración. Lo mejor fue en Manchay donde hubo una nutrida agenda cultural que también inició temprano con la presentación de la publicación del guión de La teta asustada, música en vivo que iba a durar hasta la madrugada y sobre todo lo más divertido fue que se hizo una premiación imitación a los Óscar y todos los extras y actores secundarios, la mayoría pobladores de Manchay, recibieron su estatuilla dorada, casi idéntica a la del Óscar, sólo que estas sin brazos. Ya hay una esperando por Magally y Claudia, así que al menos no dejarán de tener su premio, aunque no será dado por la Academia, sino por la Municipalidad de Manchay. Así que fue realmente triste ver la expresión de la mamá de Magally, de todos modos celebraron y se sintieron orgullosos, pero con un destello de tristeza.

A mí me dio también pena, mucha ternura por la manera en que mi pueblo y todos habíamos celebrado esta nominación. Y ello en contraste con la ceremonia de allá un poco aburrida y efectista, la pose de los bailes y los diálogos, contra los bailes, las cumbias, los besos que se veían en vivo en los distintos puntos del país. Hicieron varios especiales sobre las protagonistas de esta fiesta nacional, en ellos se ve muy bien retratada la mágica personalidad de Magally y la sencillez de Claudia. También hicieron un análisis de las películas con las que competían, Chicho Durán perfilaba que El secreto de sus ojos podía ser la ganadora pues era un thriller muy bien hecho, fácil de entender y de captar la atención del público, como le gusta a Hollywood. Algo muy diferente a la sensibilidad llevada y expresada en La teta asustada. De todos modos el corazón de todos estaba con la teta y ahora hay que vivir el destete, con resignación.

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