miércoles, 27 de enero de 2010

Un premio


Un poquito antes de iniciar el año me enteré de que había ganado el premio de ensayo Nelly Fonseca, lo cual vislumbró un inicio con el pie derecho. Como puse en una nota del 26 de agosto, Nelly Fonseca es una poeta peruana de la cual me llamó la atención en primer lugar su travestismo, también conocida como Carlos Fonseca, ambas personalidades se han inmortalizado en fotografías que muestran aquella dualidad. Mi participación en el concurso fue por lo demás pura casualidad, puesto que la convocatoria se hizo cuando yo estaba en México a inicios del 2009 y aunque busqué información allá no encontré nada que me permitiera saber más de la autora. Cuando regresé a Lima en agosto me enteré de que se había postergado la fecha de presentación de textos y entonces me animé a mandar mi contribución. Hace una semana se comunicó conmigo May Rivas y pudimos coordinar algunos aspectos de la premiación, que será el 18 de marzo a las 7:30pm en el CC España, en la cual yo leeré un texto, parte del resumen del ensayo ganador, parte de nuevos aportes y reflexiones. La edición del ensayo se hará con Flora Tristán con quienes todavía no nos hemos puesto en contacto. En el CC España me hicieron fotografías, que sirvieron para algunas notas en el periódico que han circulado. La primera fue en La República el sábado 23 y la otra este 27 de enero en La Primera. Aquí va:


Estas notas me hacen dar cuenta de lo importante que son los premios, yo siempre he creído que la literatura más valiosa no pasa necesariamente por los galardones pero sin duda es un vehículo de difusión valioso. No estoy segura de querer entrar en el parnaso de la literatura peruana, como se anuncia, a no ser que sea para ponerlo en cuestión, para hacerlo más universal, más accesible, menos machista.

Me han llegado muchas felicitaciones y palabras de ánimo, así que agradezco infinitamente a mis amigas y amigos, presentes con estas manifestaciones de afecto. Seguiré informando sobre este evento.

miércoles, 6 de enero de 2010

Episodio 3: Chiapas


Me gustó muchísimo toda la zona sur de México. Salimos del DF hacia Villa Hermosa, fuimos por tierra a Palenque. Palenque es una ciudad muy bonita, pequeñita pero en la plaza ponen música de marimba y la gente se pone a bailar, se escucha el atronador canto de los pájaros en las mañanas y en las noches y es muy calurosa, apesar de que era invierno. El sitio arqueológico de Palenque es bellísimo, rodeado de selva, de agua, de verde, de naturaleza, unas subidas y bajadas que felizmente por el poco sol no nos deshidrataron, pero sí sudamos la gota gorda. Luego las cascadas fueron maravillosas, el agua estaba helada pero yo me metí de todos modos. También atravesamos el río Usumacinta que es frontera con Guatemala, realmente los parecidos en las culturas son muchísimo, se nota que antes han estado unidos, como yo he ido primero a Guatemala que a esta parte de México lo asociaba a ese país pero ahora puedo ver las continuidades. Fuimos a otros dos sitios arqueológicos Yaxchilá y Bonampak, no tan imponentes como Palenque pero igualmente bellos, especialmente Yaxchilá está en una selva más densa y hay animales, como monos araña que te tiran cosas desde los árboles. Pasamos una noche en un campamento lacandón y salimos a caminar por la selva. Fue un paseo tranquilo comparado con los que yo he hecho en Tarapoto en subida por el monte, pero de todas maneras lo disfruté mucho y los paisajes eran bellos. De ahí fuimos a Tuxtla que es la capital del estado y no me gustó, es sucia, muy grande y con pocos atractivos. En Chiapa de Corso pudimos ver el cañón del sumidero que es una maravilla, aunque lamentablemente había basura en las partes más mansas. El clima también era variadísimo, en el mismo trayecto se pasaba del sol abrazador al viento helado. Comitán de Gutiérrez es una pueblito muy bonito, está muy cerca de las Lagunas de Montebello que es todo un parque de 56 lagunas de las cuales sólo se visitan 12, las demás son casi inaccesibles en auto y hay que entrar en la selva virgen para visitarlas. Sancristobal de las Casas también me gustó mucho aunque hacía un poco de frío, tiene corredores turísticos como Oaxaca y se notaba una ciudad mucho más cosmopolita, aunque por eso mismo cara. Como siempre quedaron lugares por ver así que habrá que regresar.

Episodio 2: fiestas y una nota fílmica


Pude asistir al cumpleaños de Alonso, a quien Cynthia le hizo una fiesta sorpresa. Ahora están viviendo juntos y parece que les va bastante bien. También al cumpleaños de Gaby donde hubo mucha comida, cerveza Noche Buena y donde estuvimos conversando hasta muy tarde. Y finalmente la navidad en la que me sentí muy acogida por la familia de Rubén, así que la pasamos muy bien. Habían varios bebés y eso alegró bastante el ambiente. También la rica comida que preparó Margarita.

Finalmente vi La teta asustada, en versión pirata, aunque me gustó no me pareció tan buena como la ópera prima de Claudia Llosa. A su vez sentí que el tema de la guerra se había tocado tangencialmente, lo más duro sería quizá las canciones de la madre de Fausta, los silencios, todo lo no dicho. Si cierta o no, la historia me parece conlleva muchos elementos simbólicos que valdría la pena analizar, como también era el caso de Madeinusa, a profundidad para una opinión más detallada sobre el tema. Sin duda esa realidad que cuestiona la lógica, con visto de magia y de lo inverosímil es una de las claves de esta carrera fílmica. Por cierto que vi vendiéndose Madeinusa en Gandhi a sólo 12 soles (50 pesos).