miércoles, 26 de marzo de 2014

Aguas de marzo

El tiempo va tan rápido que ya estamos a tres semanas de que se acaben las clases. Las clases han sido intensas, por eso no he tenido tiempo de escribir ni "mu". En el evento de Audre Lorde conocí a una estudiante nigeriana, Nzingha, muy simpática. Además vinieron a visitar la universidad postulantes al programa de doctorado y ahí conocí a Sara y a Nina, ambas súper lindas. Siempre es agradable hacer nuevas amistades. 
Fuimos con Natalia a clases de yoga en Reily, que me hizo sentir como una gringa total, levantándome tarde, haciendo yoga y almorzando una ensalada en LBC. Invité a mis amigos un ají de atún en mi casa, así que tuvimos una linda tarde de domingo, comiendo, conversando, riéndonos. 
Y empezó el carnaval, el primer desfile Krewe de Vieux fue el mejor, aunque la ciudad se volvió un caos, el transporte colapsó y fue súper difícil llegar al French Quarter. Felizmente aunque tarde llegamos a tiempo para la cena en el restaurante thai y luego el desfile (en la foto), que es muy satírico, muy sexual y no apto para menores. Nos quedamos escuchando música y regresamos a casa ya bastante de madrugada. 
Expuse sobre Biografía de un cimarrón y tuvimos examen parcial antes de carnaval en mi clase de Narrativas de la guerra interna con Fernando. Así que cuando llegaron las vacaciones yo estaba con la lengua afuera. Nos perdimos el primer desfile de Muses que es uno de los más famosos, pero luego fui a varios Bacchus, Orpheus, Murpheus (en el que vimos a Quentin Tarantino), Zulu, Rex. En todos te lanzan un montón de baratijas pero es igual divertido. Lo malo es que tiran puras cosas inservibles y de plástico. Lo mejor es que la ciudad toda anda en son de fiesta, así que uno se contagia y se pone a beber, cantar, bailar con los amigos. Eso hicimos a pesar del frío que hizo esos días en la calle. Lo mejor fue el último día (el Mardi Gras propiamente dicho), que la pasamos en casa de Kyle. Su compañero de casa hizo bebidas y como es un desfile que empieza a las 8am, para el medio día ya todo el mundo andaba bien alegre. La pasamos muy bien. Como seguían las vacaciones, aprovechamos de ir a la peluquería con Natalia. También aproveché de ver algunos capítulos de la serie de televisión Treme que transcurre en New Orleans, después de Catrina, de la que me habían hablado mucho. No es tan divertida, es un poco lenta, pero es igual interesante saber un poco más de la ciudad en la que vivo ahora.
Volver a clases después del relajo generalizado del carnaval fue difícil, se pegan las sábanas y no te dejan levantar. Pero con esfuerzo lo logré. Estuvimos en Frenchmen escuchando música. Fue la sustentación de tesis de Caroline a la que asistí. Vi un documental sobre Mercedes Sosa. Salimos a comer sushi con los graduados y luego una fiesta en casa de Fernando. También fue el babyshower de Angela que ya está con la pancita bien grande. 
A mi rutina de clases se añadió una responsabilidad más y es que postulé para el Directorio de Estudiantes Internacional (ISAB) de la Oficina de Estudiantes Internacionales (OISS) y me aceptaron. Así que he tenido un par de reuniones con ellos. El grupo es muy chévere, muy diverso, de casi todos los continentes, aunque una gran mayoría chinos y del área de ciencias. Pero estoy aprendiendo y creo que los resultados se dejarán sentir pronto. Hay un muy buen espíritu en el grupo y eso me alegra, ahí también voy haciendo nuevos amigos, verdaderamente internacionales.
En cuanto a mis lecturas han sido muy estimulantes, sobre todo las relacionadas con las narrativa de la guerra interna en el Perú. Además de las que ya mencioné he leído Los rendidos de José Carlos Agüero, Memorias de un soldado desconocido de Lurgio Gavilán Sánchez, Para no olvidar, texto con testimonios de un concurso sobre memoria política donde sale el texto de Patty Fernández; también el libro Entre prójimos, un excelente estudio antropológico de Kimberly Theidon y releí Rosa Cuchillo de Óscar Colchado. Esta clase en general, si bien es muy demandante en términos académicos, para mí es mucho más un reto emocional porque me pone en frente un tema tan difícil que ha ocurrido en mi país, en mi patria querida, que inevitablemente me toca, me hace pensar, me hace acercarme al Perú de otra manera. Y me deja a veces mucha desazón, preguntas, miedos, dudas, ganas de tomar el toro por las astas.
En mis otras clases también la paso bien. Con el Quijote seguimos riéndonos y aprendiendo a reconocer a los encantadores (buenos y malos). En mi clase de estudios culturales también han sido muy interesantes las lecturas sobre todo la de Barnet que ya mencioné y la Autobiografía del esclavo poeta de Juan Francisco Manzano, pero además muchas lecturas sobre música (cubana y el tango) y también el barroco, que me ha encantado (sobre todo el texto de Sarduy). En la clase con John vemos un montón de autores interesantes y las clases con él son estimulantes, pero lo mejor ha sido empezar a pensar mi tema de trabajo final en el que haré el encuentro con lo extraño, lo monstruoso y lo bárbaro en el encuentro entre el viejo y el nuevo mundo. Mis clases de portugués están divertidas, leímos un cuento de Clarice Linspector y creo que voy aprendiendo un poco más, aunque es difícil igual. En las clases de inglés también la pasamos bien. Además tengo una estudiante con la que practico inglés, nos vemos cada quince días, es muy simpática, se llama Natalia. Y bueno, siempre con el tiempo en contra pero tratando de disfrutar lo que hago.
El clima sigue muy cambiante y la primavera no quiere llegar, aunque ya se ven flores bellas por toda la ciudad, sólo falta que el calor se instale porque hay días que está muy caliente y luego otra vez baja la temperatura. Pero cuando hace calor yo salgo con mi minifalda que estoy aprendiendo a usar pero que me hace muy feliz porque es la mar de cómoda. Y cuando baja la temperatura un poquito vuelvo a salir con mi minifalda y con medias. Pero ya luego debo volver al pantalón aunque con la ilusión de dejarlo colgado muy pronto.