domingo, 20 de febrero de 2011

Un poco de flamenco y sazón griega


Aprovecho el domingo para lavar un poco de ropa y revisar mis correos antes de encontrarme para desayunar con Stalin. Como él llega tarde no vamos al cafecito que yo quería ir sino al Arte Café, donde no hay bagels, que era lo que yo quería comer, pero sí un sandwich caprese, que no estaba más rico que el que yo hago en casa y para mi gusto me sirven muy poco café. Así que nos ponemos rápidamente al día de las novedades porque no nos hemos visto desde el año pasado. Un poco con prisa cruzamos el Central Park para llegar al Metropolitan Museum donde como parte de las conferencias de Body and State, nos harán un tour de algunas piezas claves sobre ese tema. En el camino nos encontramos con Rossy y con Diego, su esposo, que también están yendo para allá. Los tres entramos apresurados y Stalin va a dar una vuelta mientras tanto. El Metropolitan es inmenso, lo que es inmenso y se han traído todo Grecia y todo Egipto, pareciera que ya allá no ha quedado nada. En fin, aunque interesante las piezas que la guía nos explica, entre esculturas y algunos cuadros, no entiendo la relación entre ellos, ni la secuencia histórica y eso me decepciona un poco, además de que el tour dura una hora apenas. Así que nos quedamos viendo algunas piezas modernas. Salimos para reunirnos con Stalin y terminamos almorzando en un buffette de comida indú que resulta muy bueno. Solo que llegamos como media hora antes de que cierren y elegantemente nos botan del restaurante, cosa que yo detesto. De ahí vamos a Borders, yo no sabía que tenía uno cerca de casa. El Barnes & Noble más cercano ya cerró, eso nos entristece. Vamos con Stalin a ver Barney's Version que me gusta aunque creía erradamente que era una comedia. El lunes me levanto un poco tarde pero igual voy a la piscina. Paso por mi oficina, imprimo algunas cosas, voy al correo y regreso a casa. Al llegar está Keyla porque irán los niños, los nietos de Marguerite y Reid. Así que trato de almorzr temprano, pero llegan a la mitad de mis hamburguesas de portobello. Ayudo a Keyla a cambiar pañales, pero ella se encarga de entretenerlos muy bien. El martes voy a clase temprano, de ahí me voy solita a la galería a ver la exposición que nos recomendó Antonio. Me encanta, se llama El Reloj de Christian Marclay. Regreso, como y me tomo un cafecito con Manuel. De ahí viene a darnos una plática el director de la editorial Lengua de Trapo de España. Seguimos luego con la clase de Mariela. Paso a comprar al súper algunas cosas para Marguerite y Reid. Yo pensé que llegaban la siguiente semana todavía. El miércoles llegan temprano mientras desayuno, así que a la volada hablamos un momento pero me tengo que ir a mi clase. De ahí acompaño a Rossy a la galería a ver El Reloj, yo quiero verlo por segunda vez. Nos quedamos en un café por Chelsea conversando de la exposición. Volvemos para que ella dé su clase y me pongo a corregir composiciones de mis alumnos. Ella acaba primero su clase y reserva sitio en la de Antonio. Después de la clase pasamos por la librería a comprar un libro que nos recomendaron. El jueves a la piscina temprano, aprovecho de avanzar algunas cosas en la oficina. Regreso a casa y preparo mi comida, almuerzo con Marguerite y Reid y conversamos un poco de su viaje. Regreso en la noche a la universidad para la presentación de unos poemarios, traducen a Marosa Di Giorgio (uruguaya) y a Yván Yauri (peruano) al inglés. Está muy buena la lectura, el autor peruano que no conocía me parece muy bueno. Nos quedamos al cóctel, pero nos vamos un poco temprano porque Rossy está resfriada. El viernes voy a mi clase, regreso a casa, retomo mi novela. Hace un calor que me hace pensar que ya se fue el invierno. En la noche salgo a hacer compras y acompaño a Reid y Marguerite en la cena, me enseñan las fotos de su viaje. Me llama Paty (Vía) desde Colorado para conversar, me da mucha alegría y hablamos por una hora, nos ponemos al día de las novedades, me invita a visitarla y me anima a tener bebitos, ja. El sábado en la mañana voy a la piscina, hace un frío del demonio, un viento que te empuja y te congela. Avanzo algunas cosas y me encuentro con Stalin en Time Square, me doy cuenta que no había estado ahí nunca. Tomamos un café, esperamos a Rossy que ya está mejor y vamos a ver el espectáculo de flamenco, dirigido por Carlos Saura. Me encanta, está buenísimo. Salimos muertos de hambre y nos metemos en un restaurante de comida griega que resulta buenísimo. De ahí vamos al cine a ver Blue Valentine, Rossy se va a casa a descansar. El domingo en la mañana aprovecho de lavar ropa otra vez, al entrar al mail encuentro un correo de Montse que pensé no me escribiría nunca más y me alegro muchísimo. De ahí voy a Port Authority a encontrarme con Stalin y nos vamos para New Jersey. Cocino ají de atún para ellos, pasamos conversando y luego vemos una película, Los viajes del viento de Ciro Guerra, que ya la había visto pero que volvemos a ver. Rossy era la única que no la conocía, yo vuelvo a sugerir Sideways, pero nadie la tiene.

sábado, 12 de febrero de 2011

Gato Barbieri es


El sábado me quedé en casa todo el día. Me invitaron a una fiesta en Long Island, pero para las 4pm que tendría que haber salido (es un trayecto de dos horas hasta llegar allá) pues no había ni abierto el archivo de mi novela, así que fiel al castigo me quedo en casa. El domingo me levanto tarde, desayuno, avanzo algunas cosas y como me doy cuenta de mi improductividad me voy a visitar a Rossy me que invitó a almorzar. Así que llego, paseamos por el malecón, se ve el río Hudson justo en frente de Manhattan, nos tomamos fotos. Lo malo es que en el bus pierdo el estuche de mis lentes (penita). Comemos muy rico, a la mexicana y loreamos y tomamos cervecitas, todo muy bien y muy agusto. Cuando anochece me voy a casa, llego cansada así que leo un poco, alisto mis cosas y me duermo. El lunes voy temprano a la piscina, hablo con Tirso sobre algunas cosas de clase, de ahí con Antonio Muñoz Molina que es muy amable y tenemos una agradable conversación en la que hablamos de Manolito Gafotas y de mi novela, al punto que se ofrece a hacer una lectura de mis textos. Yo feliz, pero tengo que avanzar para poder entregarle algo más o menos decente. La sola conversación me ayuda a aclarar algunas ideas. Regreso a mi oficina y termino algunos pendientes. De ahí me voy a casa a almorzar, regreso para encontrarme con Sergio un rato y luego con un alumno de mi clase de español. Vuelvo a casa cansada, llamo a Inés pero no la encuentro. El martes voy a mi clase, me quedo ahí hasta las 3 en que tomo café con Juanita y luego con Manuel, retomando nuestras conversaciones en inglés. Hablo con Rosa que ya está en El Paso, llegó bien y emocionada. Voy a clase con Mariela, regreso a casa para meterme al sobre. Como el lunes me moría de calor decido ir con menos ropa y luego me llega el pronóstico de que quizá llueva y felizmente no llueve pero sí hace muuuucho frío. El miércoles llevo mi saco otra vez pero hace todavía más frío y por dentro no llevo tanta ropa, ¡nunca le acierto! Tomo examen y corrijo inmediatamente. Llega Rossy para el cafecito, nos ponemos a conversar y de ahí saco algunos libros de la biblioteca. Vamos a clase con Muñoz Molina. Al salir acompaño a Rossy a ver un depa, que no está muy bien y sí caminamos bastante, ambas congeladas. Al regreso queremos tomar la línea B pero llegamos a una estación que sólo tiene dirección downton, eso sí que es nuevo, así que terminamos caminando hasta la misma estación de siempre. ¡Más vale estación conocida que estación por conocer! El jueves voy a la piscina y al pasar por el Blue Note, me entero de que está presentándose el Gato Barbieri. Me quedo avanzando hasta que es el taller de impuesto, pero me confunde más de lo que me aclara. Así que voy a casa, almuerzo y me pongo a leer atentamente lo que dice. Según esto sólo necesito esperar a que se habilite un programa en la página de estudiantes internacionales así que postpongo mi angustia hasta entonces. Voy a Fairway a hacer compras. De ahí voy para la universidad, estoy distraída y me voy uptown, como si estuviera allá, así que me enredo un poco con el metro y llego justo a tiempo para conseguir dos asientos en el auditorio del King Juan Carlos donde se presenta la revista Granta dedicada a jóvenes narradores en español. Sale un poco caótica la presentación pero igual muy interesante. Lo malo que al salir de la segunda mesa, los que se fueron luego de la primera ya se comieron todo el buffette. Regreso a casa cansada. Me levanto el viernes con sueño, voy a mi clase. Creo que no soy muy buena profesora porque no entiendo bien las reglas gramaticales, pero sí sé usarlas. Este día voy demasiado abrigada y me muero de calor. Preparo mi clase, hago lecturas y ya me estoy durmiendo, así que llega Rossy para el café. Ella dicta su clase y yo voy al encuentro con las narradoras españolas: Elvira Navarro, Elena Medel y Nere Basabe, que resulta súper interesante. De ahí decidimos ir ese mismo día a ver al Gato Barbieri porque para el sábado ya está todo vendido. Nos sale caro pero la pásamos súper, al final toca Europa, aunque en otro arreglo distinto a mi cassette. Me encantó el Gato aunque se le ve bastante mayor, caminando despacito y con ese movimiento de la boca como involuntario que hacen los viejitos. Pero cuando toca el saxo es fabuloso. Llego a casa cansada pero feliz y me voy a dormir. El sábado me levanto sin ganas para ir a las conferencias sobre Body and State en The New School. Rossy no va porque su esposo le cayó de sorpresa, lo cual me alegra mucho. Así que voy solita, al salir se me cierra fuerte la puerta y me voy con el miedo de que se quedó trabada y no podré abrir. Las exposiciones bien, pero en la mañana estoy todavía cansada y sin café. Está Thomas Laqueur pero no habla de género, lo cual me decepciona un poco. Quizá hubiera sido mejor si entendiera mejor el inglés, sé que muchas cosas se me pasan. Voy a Whole Food y compro sushi, no encuentro el pan de manzana que ando buscando. Me tomo mi café y regreso a las conferencias de la tarde. Ya empiezan las rebajas de invierno y hay varias tiendas con descuento. La sesión de la tarde me gusta más (o será que entiendo más y estoy más despierta). Regreso a casa y felizmente tienen una copia de la cerradura que sí se puso sola.

sábado, 5 de febrero de 2011

Inicia febrero


El viernes después de almorzar vamos con Rossy por un café y de paso vamos a comprar la tarjeta para mi hermano. De ahí ella tiene una reunión y luego su clase online. Al acabar, en la noche vamos a la librería McNally porque hay la presentación de la que yo creía que era una poeta rusa y resultó siendo un par de hermanos huancaynos. Así que estaba ahí Mariela, Miguel Ildefonso, Odi y toda la familia de Huancayo. Luego nos fuimos a la fiesta en casa de Consuelo, pero nos tomó tiempo y nos perdimos un poco. Las calles por esa zona estaban desérticas y cuando vimos a un chico que hacía delivery nos lanzamos encima de él para que nos dijera dónde estaba la calle que buscábamos. Así que llegamos muertas de frío un poco mojadas y cansadas. Pero la fiesta estuvo muy bien. En la noche Rossy se quedó a dormir y yo me regresé con Javier, Oswaldo y su pareja. Al llegar a casa la puerta estaba abierta y eso me dio mucho miedo. Dejé las luces prendidas para poder dormir. El sábado temprano mandé la postal de Miguelito, de ahí me fui a ver a Gabriela, hice un poco de compras para ella y para mí. Almorzamos juntas, de ahí me encontré con Rossy para ver la exposición de fotografías de Hido. Ella llega tarde y yo la veo varias veces, pero está bien. Vamos por un café y estamos ahí loreando hasta que nos damos cuenta que está empezando a nevar, así que nos vamos inmediatamente. Al llegar a casa ya estoy cansada, me acuesto temprano. El domingo lo paso en piyama trabajando y leyendo. El lunes temprano empiezo mi semana yendo a la piscina, lo cual me gusta mucho, no hay mucha gente y puedo nadar a gusto. De ahí paso a mi oficina y me regreso para recibir a los nietos de Marguerite. Aprovecho de cocinar también. Llega Keyla que es al final quien se pone a jugar con los niños muy a gusto, así que yo sigo leyendo y trabajando. Le informo a Will de la puerta y él le informa al administrador del edificio, después de confirmar con Keyla que sí cerró ella bien el viernes que fue a limpiar. En la noche voy a comprar y a Victoria's Secreat a cambiar una prenda que me pidió Inés. Al regreso hablo con ella por teléfono. Me acuesto temprano cansada. Supuestamente el martes habría una gran tormenta pero no llega a Nueva York, se queda en Chicago. Así que el martes otra vez inicio clases de español, hay un alumno un poco conflictivo con el que necesito hablar así que le mando un mensaje. Almuerzo en la oficina y luego tengo clase con Mariela. Ahora es sobre una canción de John Coltrane que tenemos que inspirarnos. El miércoles misma rutina, ahora Rossy almuerza conmigo y vamos por el café. De ahí vamos a clase, la cual empieza un poquito tarde y se arma un debate un poco confuso sobre la literatura y su relación con la realidad. Mismo del que yo no tengo respuesta por supuesto. Así que apenas revisamos los textos de esa semana y quedan para la siguiente, con un texto más para leer. El jueves voy a la piscina otra vez, avanzo algunas cosas y regreso a casa a comer. En la tarde me encuentro con Rossy y vamos a una proyección de documentales latinoamericanos, sólo unos nos gusta mucho, el resto es muy bizarro. De ahí vamos al KGB Bar, a escuchar el recital de poesía del programa de creative writing en inglés. Yo no logro captar todo, pero igual me siento muy comoda y agusto. Luego de ver todo lleno de banderas rojas en ruso, caigo en la cuenta, ¡KGB! Nos quedamos con Manuel conversando mientras logramos consumir los US$20 mínimos para que Rossy pueda pagar con tarjeta de crédito. La prima de Manuel recitó y por eso pasó la voz. Llego a casa muy inspirada y renovada de poesía (un poquito picada también). El viernes voy a clase, luego vamos a un taller de escritura con Pía Barros (en la foto) que resulta ser una escritora maravillosa y simpatiquísima. Pero estamos ahí hasta las cinco y salgo muerta de hambre. Después de comer y tomar cafecito, cuando Rossy acaba su clase nos vamos al cine. Vemos varios trailers para decidir qué ver pero al final en el cine vemos The Other Woman con Natalie Portman. Es filmada en Nueva York por el Central Park y nuevamente me regresa esa sensación de que estoy en una película, será porque todas las películas que veo transcurren aquí. Voy a casa y me acuesto temprano. El sábado es cumpleaños de mi hermano, así que lo llamo temprano y lo saludo. De ahí me voy a la piscina con un poco de flojera pero lo disfruto mucho. Regreso a casa a seguir trabajando, leyendo y escribiendo y aquí sigo.