martes, 19 de junio de 2012

Un añito más

El viernes voy a pilates temprano, de ahí estoy en casa avanzando, hasta la noche que me encuentro con Rodo para irnos al centro al cumpleaños de su amiga, estamos un rato en el Bar Zela y luego vamos a la discoteca La Cueva porque hay un evento para conseguir fondos para la Marcha del Orgullo de este año. Nos la pasamos bien, bailando y tomando cerveza y apoyando a la causa. El sábado igual me levanto temprano para ir donde mi papá, almuerzo con él pero ahora es Ximenita la que está resfriada así que comemos algo y con las mismas me dejan en casa. Yo acabo de leer mi libro y me duermo temprano. El domingo desayunamos en casa, luego vamos a Maranga a regar el jardín y ordenar un poco, comemos en una cevichería cerca y luego vamos de compras. En la tarde vamos al Centro Cultural de la Católica a ver una película llamada Los climas de Ebru Ceylan, un director turco. La película me gusta mucho. De ahí a dormir para empezar la nueva semana. El lunes otra vez pilates, cita con Fryné, pasar al banco a poner al día mi préstamo, enviar mi columna. El martes spinning en la mañana, luego busco a Irma y nos vamos al centro de Lima, paseamos por ahí todo el día, vamos caminando desde el Gran Parque de Lima hasta la Plaza Mayor, vemos todas las exposiciones de fotos que encontramos a nuestro camino, comemos en El Cordano y acabamos la noche con un pisco sour en el Bolívar. El miércoles pilates tempranito luego busco a Irma para irnos a la Huaca Pucllana, hacemos el tour que está muy interesante porque han hecho nuevos descubrimientos. Caminamos todo el malecón y almorzamos en Pescados Capitales, de ahí vamos por un café al Virrey. El jueves cita con Fryné en la mañana, luego paso al banco y de ahí al mercado. Me quedo trabajando el resto del día, termino de poner al día mis diarios y empiezo a corregirlos. El viernes voy al pilates en la mañanita, es cumpleaños de mi papá así que lo saludo y quedamos de celebrar el domingo, estoy en casa todo el día trabajando. El sábado nos vamos a Gamarra, llegamos tarde a almorzar y luego voy con Rodo para llevar a Irma al Brisas del Titicaca, conseguimos entradas porque un amigo de Rodo trabaja ahí porque todo está ya lleno por el Día del Padre. El domingo, me levanto tempranito, vamos al mercado y mi papá viene a recogerme, vamos con mi abuelita también, almorzamos en casa, pasan sus vecinos a saludar, luego del café llega mi tío Pepe y nos vamos a ver Madagascar 3 que me hace reír mucho. De ahí a casa a dormir. El lunes cumplo un añito más de vida. Nos levantamos tarde y llegamos a las justas a pilates, luego cita con Fryné, intento ver a mi tía Teresa para que me lea las cartas pero no la encuentro, regreso a casa para almorzar con mi mamá, vamos a La Red y como una causa acevichada y compartimos un seco de pescado con tacu tacu de pallares y su chicha. De ahí mi mamá me lleva a Dédalo para elegir mi regalo. Regreso a casa, muchos amigos y amigas me han saludado por el facebook, otros me llamaron o escribieron y todo eso me hace sentir muy feliz y querida. Llega Jhonny para el lonchecito, también Amelia, Belissa y Rodo, nos quedamos conversando hasta tarde. De ahí a dormir. Ha sido un día nublado pero amanece el martes con un sol esplendoroso y sigue el verano en pleno invierno y eso me hace feliz.

viernes, 8 de junio de 2012

Turandot

El domingo voy a ver a mis hermanos y a mi papá, el día está nublado y juega Perú con Colombia, así que la gente está emocionada y salen con sus camisetas de la selección. Yo paso. Mi papá me recoge de casa y se la pasa hablando en el auto sobre el fútbol, dice algo muy cierto, que lo más importante es jugar, no ganar, pero parece que de eso se han olvidado todos los comentaristas de deportes. Almuerzo frejolitos. Mi hermano está resfriado y pronto tiene que entrar a la cama. Mi hermana que ya está más grande está muy curiosa y pregunta todo y quiere participar en todo, le tengo que decir que se aleje del café que está caliente. Se la pasa dibujando Hello Kitties, es una fan como yo. Nos quedamos conversando un rato con una amiga de mi papá, Katy, que llega de visita y luego me voy a encontrarme con Rodo. Para llegar a su casa tengo que tomar tres carros. El transporte no ha mejorado nada, quizá hasta ha empeorado un poco, pero dicen que en julio ya no habrá combis, ojalá. Nos ponemos a conversar largo y tendido, no escuchamos ningún grito así que suponemos que perdió Perú (como era razonable esperar). Regreso a casa más animada luego de haber hablado con Rodo. El lunes me quedo en casa todo el día intentando ordenar las cosas que traje en las maletas y que siguen desperdigadas por todos lados. Solo salgo un ratito al mercado para hacer algunas compras pero eso me hace sentir bien porque las caseras me reconocen y me saludan. Me pasa que veo a la gente en la calle y sus rostros me parecen familiares y siento que conozco a todo el mundo, pero no sé quiénes son. Quizá solo se parecen a otras personas que conozco de verdad. El martes voy a mi cita con Fryné temprano, luego a seguir trabajando y retomar varios pendientes. En la noche voy con Rodo a ver la ópera Turandot de Giacomo Puccini. Lo hacen en el Parque de la Reserva donde está el circuito mágico del agua. El escenario está muy bien y las voces de los artistas de primera. Me maravillo de escuchar a compatriotas tan talentosos y cuando leo el programa me doy cuenta que las voces principales son extranjeras, vienen de Rusia, de Portugal, de Japón, de todo el mundo. Se trata de una obra que se presenta para conmemorar los cincuenta años de la Universidad San Martín de Porras. A nosotros nos tocan entradas gratis porque nuestro amigo Juan trabaja en ese parque. Nos encanta la ópera y al final prenden las piletas y se ve el agua como marco de fondo, realmente bello e impresionante, nada que envidiar a la ópera de Nueva York (excepto el glamour). El miércoles empiezo el gimnasio, voy a pilates temprano luego me quedo en casa trabajando hasta la noche que me encuentro con Luz en Gianfranco. Nos quedamos conversando también largo y vuelvo a casa tarde. El jueves voy a hacer mi evaluación en el gimnasio, de peso estoy bien, de grasa podría mejorar pero igual estoy en el rango promedio. De ahí hago clase de spinning con Silvia que me gusta bastante. Voy a mi cita con Fryné y regreso muerta de hambre después de tanto trajín pero con las mismas tengo que ir al mercado de nuevo, paso por Campos de Vida y me como un yoghurt natural con miel de caña que me hace recordar a mi infancia cuando mi abuela tenía los bacilos en casa. Acabo el libro de Sylvia Molloy y de Enrique Vila Matas sobre París que me gusta mucho. Empiezo el libro de Javier Cercas Soldados de Salamina que me prestó Rocío y me encanta, me quedo hasta tarde leyendo. Como siempre mis amigos los libros, salvándome de abismos.

sábado, 2 de junio de 2012

Bye bye New York

Mi mamita sigue mal todavía el jueves, el viernes ya se siente mejor, baja a desayunar, luego hacemos una ensalada, vamos al Moma que es gratis el viernes en la tarde, de ahí descansamos antes de ir al KGB, mi mamá va a tomarse una foto, yo me quedo con mis amigos Patty, Stalin, Anna, Katia para despedirnos. El sábado paseamos por el Central Park, hace muchísimo calor, mi mamá se va para Washington, yo me quedo a la presentación del libro de Salva en McNally pero como me agarra la lluvia solo estoy un rato y ya no me quedo a la fiesta de despedida de la librería, es necesario cambiarme de ropa para no resfriarme. El domingo voy al BBQ en casa de Giuseppe, es muy duro despedirme de todo el mundo, me voy en lágrimas con el corazón acongojado. Tomo el bus para Washington, mi tía y mi mamá me recogen. Está ahí mi tía Mercedes que ha traído quesito y aceitunas de Caravelí, así que tomamos unos súper desayunos. El lunes hace un calor del demonio, nos quedamos en casa con mi tía conversando, comiendo tranquilas. En la tarde su ahijado quiere ir a la piscina, vamos a una piscina con olas pero yo no me meto porque está peor que San Bartolo un domingo. Me pongo a leer la antología Calendario de Antonio Lopez Ortega. El martes salimos en la mañana para el Capitolio, como vamos con mi tía Mercedes nos mandan un shuttle para llegar a la puerta. La visita es interesante sobre todo por la arquitectura del lugar. Pasamos a comer en el menú chino y luego a casa. El miércoles nos vamos al Memorial a Jefferson, luego al Museo de Arte Africano ahí vemos una exhibición de Lalla Essaydi muy buena y también a la Galería Sackler donde vemos una exhibición de Hokusai: treinta y seis visiones del Monte Fuji, entre otras cosas interesantes. Ambos muy buenos, aunque en este último nos queda pendiente una sala porque nos cierran el museo. También visitamos el castillo de información general del Smithsonian. Pero ya no pudimos ver más, lo otro queda pendiente para la próxima. De ahí nos vemos con mi tía, comemos en casa un rico locrito con arrocito centroamericano que trajo Eduardo del restaurante. El jueves nos vamos temprano a tomar el bus. Llegamos a Nueva York a medio día, en una parada que hace en el camino logro comprarme mi almohada del cuello que me sirve mucho. Dejamos las cosas en casa, intentamos terminar de hacer maletas y luego vamos a comer, aunque nos recomiendan un lugar vietnamita no lo encontramos y terminamos en uno turco. Es rico, pero se parece mucho a lo que comemos en el hindú. Vamos a casa para irnos a la exhibición de arte en La Mama en el lower east side de la ciudad, expone Bradley, el hijo de Marguerite, así que vamos con ella en el metro, ella lleva un vestido de estampado de periódico muy chévere. Después de un rato en la exhibición nos despedimos de los hijos de Marguerite y vamos a casa para ir al Magnolia Bakery por un postre para mi mamá que en todo su viaje no se ha podido comer aún. Hay una luna muy linda y el cielo azul noche que es el que más me gusta. Yo me tomo un capuchino descafeínado. De ahí me encuentro con Melina en el Amber, conversamos un rato y nos despedimos. El viernes mi mamá sale temprano, yo desayuno con Marguerite, es muy duro decirle adiós. Voy a la peluquería, al banco, a McNally, a verme con Cristina y todo es intenso y triste a la vez. Luego parto al aeropuerto, con mis dos maletas, más la maletita de mano y mi mochila, es difícil moverse sola en el terminal pues no tengo tres manos y no encuentro carrito disponible. Finalmente me cobran sobre peso pero ya estoy harta y lo pago no más. Me subo al avión muy triste, con un nudo en la garganta, confusa e inquieta. Hay turbulencias, pero con mi almohadilla logro dormir. Llego a Lima tempranito, me recibe un sol que oscurece las montañas a lo lejos y unas nubes en sombra. Al aterrizar todo está oscuro bajo la gran capa de nubes que corona la ciudad. Me toca rojo pero no hay mayor problema con lo que traigo, solo lo pasan por la máquina. Tomo el taxi, llego a casa y es un caos empezar a desempacar. Almorzamos con mi mami quinua, arrocito y ensalada. Sale un solcito que me alegra mi corazoncito herido. Luego voy a ver a Rocío un ratito porque está agotada con tanto conflicto en Cajamarca y Espinar. Vuelvo a casa, después de un viaje en combi me siento más aclimatada a la ciudad pero todavía nostálgica por mi Nueva York querido.