sábado, 28 de agosto de 2010

Croton-Harmon



El viernes aproveché la mañana para hacer compras, el sábado iría al campo a visitar a Marguerite a Croton-Harmon, así que compré quinua para preparar. De ahí fui a la universidad, pasé por la oficina de contabilidad para dejar mis datos, a ver si me pagan pronto, de ahí por la biblioteca y por llenar una encuetas me regalaron un bebedero de agua, ¡yupi! En la reunión de medio día hubo pizza y de ahí conocí a algunas personas que enseñan español. Pero resultó que esa reunión era sólo para los que enseñarían ese semestre así que a las 2pm ya estábamos libres, me fui a la biblioteca otra vez, me puse a avanzar con las lecturas para el curso de Sergio en pantalla porque ha dejado tanto que leer que necesitaría otra beca para las fotocopias no más. De ahí pasamos a la reunión de estudiantes internacionales, como en el colmex, persiguiendo el cóctel. Hubo música jazz en vivo y un montón de comida, ahí encontramos al grupo de escritura creativa en pleno, casi todos latinos o españoles y encabezados por un peruano músico, antropólogo, que no tenía nada que ver por supuesto, pero chévere y buena gente. Acabando aproveché mi nuevo sistema de llamadas para hablar con todo el mundo que encontré en Lima. Llegué a casa y estuve un rato en la compu y de ahí me dormí porque tenía que salir temprano.
Pero me levanté un poco tarde así que llegué a tomar el tren de las 10:20am, habiendo ido hacia la estación central ya me siento mucho más capacitada para moverme en el metro de Nueva York. El camino es bello porque va rodeando el río Hudson, yo no sabía y estaba sentada en el otro lado. Al llegar el clima no era tan caluroso como en Nueva York y el paisaje era bello. La casa de Marguerite es maravillosa, nos pusimos a cocinar y de ahí salimos en bici hacia la represa, hicimos el camino corto porque no había llevado yo zapatillas. De ahí me pasé la tarde en la mecedora leyendo Invierno en Lisboa. Más tarde salimos a ver el sunset al malecón (en la foto), hay un parque bellísimo al borde del río que recién han hecho hace un año dice y ahí estuvimos con Reid, el esposo de Marguerite, que es muy simpático y amable. Luego cenamos, yo preparé quinua que les gustó mucho (¡espero que sí!). Después de una larga y nutrida conversación nos fuimos a dormir. Al día siguiente nos levantamos temprano, desayunamos y de ahí salimos con Diane, una amiga de Marguerite a pasear por el lago Teatown (en la foto). Es un lago precioso, lo recorrimos todo por alrededor y me gustó muchísimo, es muy tranquilo y bello. De ahí volvimos a cocinar y luego hicimos galletas. Acabé mi novela y me llevaron a tomar el tren de vuelta. ¡¡Ahora ya entiendo por qué Marguerite no quiere regresar a la gran ciudad!!!

Día libre



Todo el martes fue muy intenso. Llegué temprano para ir al departamento de estudiantes internacionales pero abría a medio día, así que me fui a la biblioteca pero no me pude inscribir porque no había sistema. Así que di una vuelta, es una biblioteca inmensa y muy bonita. Encontré la sala de cómputo con computadoras nuevecitas. De ahí fui a la clase que estuvo muy interesante, hicieron una clase modelo en un idioma que nadie sabía cuál era y que no se entendía ni pío, luego supimos que era irlandés. De ahí hicimos comentarios, luego nos dieron un receso para el almuerzo pero yo pensé que nos darían algo y no fue así, de modo que aproveché para volver al departamento de estudiantes internacionales, hacer una nueva cita para mi taller obligatorio, luego fui a la biblioteca, imprimí mi nueva cita y terminé comiendo un sándwich carísimo en Starbucks (pero no lo vuelvo a hacer). La clase de la tarde estuvo muy buena, me hicieron hacer una mini clase sobre un tema, pensé que lo había hecho fatal pero sacaron varios puntos positivos de mi presentación. Así que nos dejaron una nueva tarea para el día siguiente. Abrí mi cuenta en el banco, me encontré con Paty y fuimos a ver lo del celular pero llegamos tarde y entonces compramos algunas cosas para yo poder llevarme esta semana a clases de comer, pasamos por la librería inmensa de Barners & Noble, pero está todo en inglés. De ahí volví a casa, hace un calor del demonio, pero me quedé seca del cansancio.

El miércoles fue también intenso. Empecé el día en la biblioteca, ya me pude inscribir. De ahí fui a la clase, llegué un poquito tarde porque me perdí. La clase estuvo bien, creo que lo hice mucho mejor que ayer. De ahí tuvimos un break, aproveché de ir al banco. Me senté en Washington Square que es un parque muy bonito (en la foto), a comer mi lonchera. De ahí volvimos a clase hasta las 6pm. Nos dieron otra vez la charla sobre lo que hacer en caso tengamos algún alumno con desórdenes mentales, lo cual me asusta, pero parece que el porcentaje de suicidios en la universidad no es desestimable, como tampoco el de acoso sexual y violación, lo cual es preocupante.

Me alegra que he estado conociendo a las chicas y chicos de mi programa, así como de otros programas y hoy hicieron una dinámica muy buena para aprendernos los nombre de todos, que éramos como treinta, así que estuvo mostro. Y también hubo una pequeña recepción, así que estuvo bueno el día. Felizmente mañana tenemos día libre. Pero tengo bastante que hacer, como ver lo de mi celular, averiguar sobre el gimnasio, aprender a sacar libros de la biblioteca, pasar por mi departamento y además de varios otros trámites todavía pendientes. Pero al menos puedo estar más tranquila.

Hoy jueves me levanté un poquito más tarde, estaba realmente bien cansada. Lo malo fue que no me di cuenta que anoche en el brindis, estuvimos en un jardín y me picaron los mosquitos. Llegué a la universidad fui a la escuela de estudiantes internacionales y está todo en orden con ellos. Fui a mi departamento y ahí ya me dieron mi cronograma de pagos, lo cual está muy bien. Pasé por el gimnasio de la universidad y hay una piscina grandota que puedo usar, pero necesito la ropa de baño, los lentes y todo eso. De ahí estuve en la biblioteca y busqué dos libros que encontré y que me pondré a leer, uno de Muñoz Molina y otro de Chejfec. Volví a casa a cocinar, pero no había agua. En la mañana de portería me llamaron para decirme de algo a las 9:30 y yo pensé que me avisaban que venía el gasfitero a arreglar la ducha que está goteando, pero era esto de que no habría agua, ¡no siempre entiendo lo que me dicen! Y pues felizmente volvió rápido, ha hecho un calor terrible, seguro que hemos estado como a 35° porque en la noche estábamos a 30° y seguía haciendo calor. Salí a encontrarme con Paty para comprar mi teléfono por Brooklyn, me asusté un poco porque las calles y la zona cambió mucho, no estaba y quise llamarla pero los teléfono no funcionaban y no quería alejarme mucho de la estación, pero encontré la tienda y me metí. Paty llegó ahí también felizmente. Luego paseamos un poco por otra zona de Brooklyn muy bonita donde está el puente (en la foto). De regreso se me hizo un poco largo el camino, pero llegué sana y salva a casa. Parece que ya estoy aprendiendo a usar el metro de Nueva York, ¡yupi!

New York University


Me levanté temprano, me hice mi jugo de fresa, luego mi avena con plátano, pasas y pecanas. Muy rica. Hoy fue mi primer contacto con la universidad, como ayer fui con Mikaela hasta allá hoy llegué sin problema. De hecho fui más temprano y así pude pasar primero por la oficina donde te dan tu ID así que ya me la dieron. De ahí llegué a la orientación de enseñanza que estuvo muy interesante. Había desayuno así que probé los famosos bagels, pero parecían medio duros, me gusta más el pan crocante y calientito. Entendí casi todo lo que dijeron los profesores, pero en cambio cuando había preguntas de los alumnos no siempre porque hablaban muy rápido y con diferentes tonos de voz. Una profesora dijo que la enseñanza te reta en tres sentidos, académicamente, porque debes estar segura de los conocimientos que impartes; psicológicamente, porque debes conocer a los alumnos pero también a ti misma y dejar fluir tu temperamento, si eres cariñosa serlo, si eres estricta serlo; pero también te confronta moralmente porque hay que tener un comportamiento ético. Me pareció muy valiso su aporte, aunque pienso que yo todavía no tengo claro qué clase de profesora soy o quiero llegar a ser. En ese sentido no he encontrado un estilo, como dijeron en otra conferencia. El almuerzo estuvo más o menos, cometí el error de elegir lo que llaman "tuna salad" que es sándwich de atún y con un montón de mayonesa, guácala. Y con el postrecito ya no hubo café. Pero bueno, ya sé para la próxima. También nos dieron agua así que no tengo que cargar la mía. Luego hubo un brindis donde sólo tomé un vinito porque no tenía hambre y además aproveché de pasar por el servicio médico, no debía ningún formulario y todo estaba ok, pero tengo que ponerme la vacuna otra vez, plop, porque como quieren dos dosis, aunque les dije que la mía duraba cinco años no me hicieron caso. Pasé también por la tienda de NYU y había muchas cosas bonitas pero carísimas. Encontré a Paty y fuimos por una cervecita, no esperaba encontrarla aquí así que fue una linda sorpresa. De ahí volví a casa muy contenta pero también agotada.

Sex and the city without sex



Me recoge Mikaela en el aeropuerto de La Guardia. Nos vamos en taxi de ahí porque ya era tarde y había tenido un largo día además de que ya nos habían arruinado nuestros planes del sábado. La persona que organizaba los viajes era afrodescendiente, el chofer del taxi era una persona oriental y del taxi que estaba detrás de nosotros sale un señor con barba larguísima y turbante, realmente la mixtura total de culturas. Llegamos a la calle donde iba a quedarme que es en casa de una amiga de una amiga de Mikaela con la que nos contactamos por email. Apenas paramos el taxi en la puerta sale un portero y nos ayuda con las maletas, en el camino dos personas más nos reciben, nos llevan en el elevador y llegamos al piso. Entramos a la sala y de frente, la vista inmensa del central park (en la foto). Un depa maravilloso y grande, me costó encontrar mi cuarto, que es lindo, pequeñito y agradable (en la foto la vista de mi ventana). Salimos a pasear por el central park que es maravilloso, la gente bailando, haciendo deporte, paseando, personas de todas partes hablando idiomas diferentes. En este punto me entra un pensamiento sobre la contradicción que existe entre una cultura como la norteamericana que es la mixtura de tantas otras sin perder su unicidad y al mismo tiempo un modelo de imposición ideológico-económico que parece homogenizar todo y borrar las diferencias. Comimos en un lugarcito agradable algo tipo árabe que estaba muy rico, yo no había comido y estaba hambrienta. Me tomé una cerveza en el momento que en el restaurante tocaban jazz y me sentí como en una película de Woody Allen. Al volver estaba Marguerite en casa, súper cálida y amable. Pero no hablamos mucho porque yo estaba agotada, así que me dormí. A la mañana siguiente ya acomodé todo y desayuné con Marguerite y con su esposo, ambos muy lindas personas. Me quedé ordenando, luego vino Mikaela y fuimos en metro a Washington Square. El metro es difícil hay varias líneas que pasan por los mismos rieles y uno tiene que estar muy atento. También es caro. Llegamos, la zona es muy bonita y por todas partes se veían estudiantes llegando a los dormitorios. Hacía un calor del demonio, pero nos sentamos un rato en la sombra a disfrutar del parque. Al regreso ya me vine yo sola pues Mikaela tenía que volver a Filadelfia. En casa encontré a Marguerite otra vez, conversamos un rato y de ahí se fueron al campo, yo me fui a hacer mis compras de la semana. Cociné algo y aquí estoy, sintiendo todavía extrañeza, como si esto no estuviera pasando y anduviera en una película. Pero bueno, mañana empezará realmente mi inmersión total.

Una experiencia Spiritual 2

Finalmente hice mi check-in a la hora que me dijeron y salió mi reserva sin problema. Intenté comer algo pero un plátano costaba US$ 1.5, así que me rehusé a comprarlo. Comí sólo las galletas que mi mamita que compró en Lima. El aeropuerto estaba tan lleno de gente que las personas estaban en el suelo sentadas. Finalmente pasé a sala de espera, angustida porque al parecer muchas personas querían volar y les decían que no había cupo y que tenían que esperar no más. Tenía miedo de que me llamaran a mí. Lo más curioso es que en el aeropuerto veías personas de todos lados y hablando en miles de idiomas. Finalmente tomé el avión y me di con la sorpresa de que me habían pasado a primera clase (¡Elo eres un bruja buenísima!) Así que ahí pude descansar un poquito y lo que más me alegró es que te daban snack y me traen una canasta con cosas que podía escoger y había ahí una manzana y un plátano, ¡y cogí ambos! Luego me comí otra manzana más. Eso me reconcilió un poco con la aerolínea, aunque en realidad volé en Delta en esta segunda ocasión. Al lado mío estaba sentado un peruano que ya vivía como treinta años en Nueva York y ya quería irse. Había nacido en el Callao como yo, de casualidad. Un señor muy atento que me bajaba la mochila que pesaba un montón. El vuelo llegó un poco antes, como estaba adelante bajé la primera, recogí mis maletas y esperé a Mikaela. Ya estaba ahí, ¡Welcome to New York!

Una experiencia Spiritual 1


Como todas las despedidas, son tristes pero también intensas. El jueves en la noche fui con mi mamá al concierto de Pedro Guerra, yo lo he oído poco pero realmente disfruté mucho de conocerlo en vivo. Contó anécdotas muy divertidas y la música estuvo muy buena. Me gustó sobre todo una canción que dice "Daniela", de la que recuerdo su nombre y varias otras de las que no lo recuerdo. Me he dado cuenta que esta es la forma de entrar más directamente a la música y los músicos, nada de discos, de radios, de youtube, sino verlos en vivo.
El viernes empecé a colocar mis máscaras y otras cosas en mi depa nuevo, recibí mi llave y pues lo tuve que dejar así, como un espacio latente y latiendo. Almorzamos en casa con todos y todas, quinua, causa, souflé de lúcuma, estuvo muy rico. Luego pasaron Rocío e Inés y Rodo me alcanzó en el aeropuerto.
Había comprado este pasaje en Spirit porque estaba mucho más barato y sabía que no me darían comida pero no sabía que los asientos eran estrechos y que no se podían inclinar. Si bien la tripulación era amable, de llegada no más me dijeron que el vuelo estaba atrasado una hora y de que perdería mi conexión para Nueva York así que me estaban buscando otra y que me darían el pase en el gate. Al entrar me lo dieron casi al final y resultó que no llegaba a las 10am como tenía previsto en un inicio sino a las 5:30. ¡Bububu! Felizmente me llevé el celu y mi mamá me llamó para saber de mi conexión, ya habían pedido que apaguen los celus, pero esperé un ratito y entró la llamada, uff. Así que mi mamá pudo avisar a Mikaela y Mikaela a Marguerite, que es el nombre de la persona en cuya casa me voy a quedar. En fin, el vuelo fue incómodo porque además una mujer a mi lado estaba llorando, lo cual no era el problema sino que se disculpaba por hacernos pasar tan mal momento. Explicó que iba a un funeral. En realidad a mí me parecía que ni tenía que explicar y que podía llorar todo lo que quisiera sin sentirse culpable de nada. Más bien me incomodó que fue como veinte mil veces al baño y como yo estaba en el pasillo pues me despertaba cada vez que yo lograba una posición cómoda para descansar un poquito. De eso en cambio, no se disculpó. Finalmente llegamos a Miami, pasé migración sin mayores problemas, recogí mi maleta pero para ir al nuevo vuelo tenía que ir al terminal 2 y estaba en el terminal 4. Al salir hacía un calor del demonio y eran apenas las 7 de la mañana. Fui hasta el otro lado para tener que regresarme con las mismas pues no estaba registrado mi pasaje. Me dijeron que tenía que esperar a que el sistema lo pase, hasta medio día y me aseguraron que no iba a ser necesario que vuelva a ir hasta el otro terminal, lo cual no quería pues sólo dentro de los terminales hay aire acondicionado. Al inicio fue un alivio lo del aire acondicionado pero ahora ya parece el polo norte. No quiero imaginarme cómo está el calor afuera. Felizmente hay internet y sólo puedo esperar a que el vuelo salga pronto y llegue sana y salva a la gran ciudad. Pero en conclusión esta aerolínea no me gustó mucho que digamos.

jueves, 26 de agosto de 2010

Chau Lima querida. Hola Nueva York...


Como muchos saben a mí no me gusta Estados Unidos (ya saben, por eso del imperialismo yanki), pero pensando qué podría ser aquello que me hiciera dar el salto encontré la Maestría en Escritura Creativa en Español de la New York University. La razón de dar el salto se debió a que Rubén estaba muy convencido de que quería estudiar ahí. De modo que encontramos ese punto de convergencia. El año pasado postulé, lo cual significó un largo proceso, y este año me respondieron primero que sí pero que sólo me daban una beca parcial que no era suficiente para vivir, así que decliné esa oferta, pero posteriormente me ofrecieron una beca completa que sí acepté. Desde ese momento empecé un tedioso y agotador proceso burocrático que parece todavía continuará en tierras norteamericanas. Pero en este punto ya puedo, al menos con visa y pasaje en mano, decir que emprenderé este nuevo camino, este viaje, pues hasta hace muy poco que no tenía nada seguro, me sentía muy escéptica de hacerlo. Mañana parto sola para Nueva York, ha sido difícil la salida, es triste siempre dejar un país que uno ama, la familia, las amistades, una ciudad, pero confío en que este cambio sea para bien y sea un proceso de aprendizaje, de crecimiento y de alegría. Voy no con pocos temores y miedos, pero también con ilusión y confianza, con un nudito en la panza y otro en la garganta. Hasta el nuevo post que será directo en directo desde Nueva York. En la foto, la vista al mar del balcón del hogar que dejo esperándome.

domingo, 22 de agosto de 2010

Desacuerdos con el jurado


Fui a ver la película ganadora, premio del jurado, del Festival de cine de Lima, Hotel Atlántico y la verdad no me gustó, no creo que se mereciera el premio y varias de las otras que vi y he mencionado antes me parecen más meritorias. Es una historia sin trama, el personaje principal va en un viaje hacia ningún lado, a la deriva de lo que le ocurra en el camino. Me pareció innecesariamente dramática, muchas cosas quedan sin explicación y siempre está esa amenaza latente, producida con intención, de que algo terrible va a ocurrir y la persecusión constante de la muerte. Se desperdician escenarios bellos como la locación en Florianópolis, todo ocurre en ambientes principalmente cerrados, lo que también a nivel fílmico no parece aportar mucho. Casi ningún personaje se hace querer, ni logra una empatía con el público, creo que ello incluso es cierto para con el personaje principal. Varias de las otras películas premiadas en otras categorías no las he visto aún, especialmente las peruanas que aún no salen en cartelera. Pero estoy de acuerdo con la premiación de Pascual Loayza, en el personaje de Wilson, en Zona Sur (Bolivia). Y aunque sí me gustó la actuación de María Onetto de Rompecabezas (Argentina), me parece que en algunos momentos sobreactúa. El premio a Paraíso me parece más que merecido para una película que tiene innumerables virtudes y sobre todo el mérito de mostrarnos un Perú que no siempre está a nuestra vista. Del resto todavía no puedo opinar.

domingo, 15 de agosto de 2010

XIV Encuentro Latinoamericano de cine


Terminó ayer el festival de cine que todos los años en agosto nos tiene una semana frenéticos con películas latinoamericanas de estreno en nuestro país, la mayoría de las cuales lamentablemente, ya no hay otra oportunidad de verlas luego. Este año la temática de la mayoría de películas que vi estuvo centrada en las clases aristocráticas, pudientes de la sociedad, las relaciones inequitativas de poder con los empleados y empleadas del hogar, las diferencias culturales y de clase, cierta explotación ejercida sobre los empleados y los puntos débiles, las crisis de los grupos acomodados.
Una película que salió de esta temática y que fue la primera que vi fue Celda 211 (Daniel Monzón, España) que presenta la vida carcelaria, de manera violenta pero muy bien lograda, cumple con su papel de relativizar la posición de los "buenos" y los "malos" con personajes complejos y ambivalentes. Zona Sur de Juan Carlos Valdivia (Bolivia) inuguró las películas cuyo foco de atención se centra en las clases altas. En este caso en Santa Cruz y justo en el proceso de reforma política que propiciara la elección de Evo Morales en la presidencia. Las actuaciones muy buenas y un uso de la cámara innovador y estimulante fue lo mejor de esta presentación. Posteriormente sigue en esa misma línea Marcelo Piñeyro (Argentina) esta vez con Las viudas de los jueves, un thriller de los que ya antes ha presentado excelente muestra. En este caso la historia bien llevada y el suspenso se mantiene a lo largo de la filmación, podríamos subtitularla los ricos también lloran dado que se ubica en la etapa de crisis económica en Argentina, en la que se congelan las cuentas. Finalmente, vi la comedia panameña Chance (Abner Benaim) que vuelve al tema de las relaciones inequitativas entre patrones y empleadas al interior del hogar. Es sintomático que se vean siempre postergados con sus sueldos aquellos que son el sostén logístico de las casas.
De otro lado, Dos hermanos de Daniel Burman (Argentina) es una comedia muy buena, en la que las actuaciones son magistrales y la historia sensible y conmovedora. También pude ver Lula, hijo del pueblo, una semablanza personalista sobre el actual presidente de Brasil, realizada por Fabio Barreto, lamenté sin embargo que no diera un panorama más amplio de la política y de la configuración del líder Lula, centrándose más en su vida y drama familiar. De todos modos, interesante e ilustrativa. Me gustó muchísimo Rompecabezas de Natalia Smirnoff (Argentina), la historia de una mujer que encuentra un sentido a su vida más allá de su familia, en el hobbie de armar rompecabezas, aunque el final no me gustó del todo y creo que pudo trabajarse mejor. También vi el documental Familia de Mikael Winstrom (Suecia) ganador de un premio en Europa y que trata la vida de una familia humilde en Chorrillos. Es la tercera parte de una saga que ya lleva tres documentales y treinta años de trabajo. Lo mejor es que los protagonistas estaban ahí mismo junto al público e interactuaron con él.
Como anécdota, cuando fui al cine Alcázar pasó por ahí saludando Ricardo Darín, así que lo pude ver sin proponérmelo, es más flaco de lo que se ve en la pantalla. Me ha parecido que el nivel de las películas ha estado mejor que otros años, de lo que he podido ver. A su vez lamento que en San Miguel la afluencia haya disminuído, pero creo que se deberían dar más incentivos al público, un precio más módico en las entradas, bonos de descuento, la posibilidad de votar sobre las películas, como si se hace en Alcázar y Católica, siempre a sala llena. De todos modos este año pudimos ver películas en Católica comprando las entradas sin mucha antelación, lo cual podría indicar que la moda del festival está dando paso a los fervientes admiradores del séptimo arte. De todos modos, las películas deberían difundirse a un público mucho más amplio y para ello se debería empezar por entender que el gasto es alto y que es necesario dar paso a una dimensión del festival menos elitista y más democrática.
Sólo queda esperar los resultados y que se programen las películas en nuestras salas todavía un tiempo.

sábado, 14 de agosto de 2010

Centro Cultural de la Casona de San Marcos


Ayer fui a un excelente concierto de viola y cello en el Centro Cultural de la Casona de San Marcos. Las intérpretes fueron Zoraida Oyola y Varinia Oyola, compatriotas nuestras que han logrado altos estudios de música en el extranjero, pero vuelven hoy a su cuna, a su país, a darnos una muestra de sus dotes artísticas. Ha sido un concierto muy bueno, a mí me gustó sobre todo la pieza de Beethoven y aquellas que se hicieron a dúo de ambos instrumentos, más que los que fueron de uno solo. También se interpretaron Back, Haendel, Bartók, Offenbach y Prock. Todo ello en el Salón General del CC San Marcos que es ya de por sí una sala fuera de lo común.

Pero las actividades que el Centro Cultural ofrece son variadas. Proyecciones de películas musicales que luego son analizadas por destacados especialistas. Se ha comentado la semana pasada dos versiones de la ópera de Otelo, una interpretada por Pavarotti y la otra por un artista japonés. Esta semana se continuará con ese análisis que se ha hecho por partes. También se ha iniciado un curso de apreciación musical.

Como nos damos cuenta, hace tiempo que la casona tiene actividades culturales intensas y de primer nivel, dirigidas y planificadas por Abraham Padilla, excelente músico y director peruano. Tenemos que respaldar esta iniciativa con nuestra presencia y sobre todo aprovechando la oportunidad de aprender y conocer a través de estas actividades.

domingo, 8 de agosto de 2010

Arequipa



Llegaron las vacaciones por Fiestas Patrias y Arequipa fue el departamento elegido puesto que Caravelí, la tierra de mi abuelo, y Atico, la tierra de mi abuela, están en su territorio, así que la idea era conocer la capital y de paso hacer una vuelta a las raíces de la familia. Me fui con mi papá en su auto, hicimos parada en Nazca así que aprovechamos de conocer las líneas. Yo he ido hace años y no me subí a las escaleras, el viento es muy fuerte y da miedo estar ahí. Dormimos ahí y seguimos hasta Arequipa donde llegamos en la tarde. Mi amiga Rosa nos hospedó, fue muy atenta y generosa. La primera noche salimos a tomar un trago, al día siguiente paseamos por los conventos y la ciudad, el Convento de Santa Catalina ese día abría hasta las 8pm, normalmente solo abre hasta las 5pm, así que pudimos visitarlo de día y de noche, estuvo muy bien. De ahí tomamos una Arequipeña y fuimos a un restaurante gourmet, Zig Zag, donde la comida estaba de lujo, tienen una bebida que te la sirven en huevo de avestruz, está bueno. Al día siguiente salimos al Colca, el viaje bonito pero agotador y hacía un frío de los mil demonios así que me resfrié. Pasamos una noche en Chivay y volvimos a Arequipa, ahí salimos con mi papá y con Rosa, al día siguiente hicimos el tour de la ciudad que nos gustó mucho. En la noche fuimos a Atico, dormimos ahí y nos encontramos con la caravana que llevaría las cenizas de mi abuelito a su tierra. Estaba mi mamá, Francisco, mis primos, Alexis y Joel, Belissa, Rubén y yo. Fue muy importante para mí esta reunión y que Rubén fuera parte de ella, desde lejos pero siempre presente, apoyando. No volvía a Atico hace al menos 25 años, así que no reconocí el lugar, fuimos a las playas dejando las cenizas de mi abuelito. De ahí enrumbamos a Caravelí que tiene un clima muy cálido aunque en la nochecita hacía viento, pero no tanto. Ahí estuvimos con mi tía Rita (en la foto) y con un montón de familiares, todos muy atentos y amables. Me gustó mucho Caravelí, creo que mi abuelito ya está allá en paz. De Caravelí no tenía memoria, me llevaron muy pequeñita, pero realmente disfruté mucho el viaje y me sentí agusto. Al retorno paramos un rato en Atico otra vez, no pudimos ver a mi tía Mercedes que se había ido a Arequipa. En Atico no habían mucho familiares y vi el pueblo muy abandonado y sucio y eso me dio mucha pena.