jueves, 29 de octubre de 2009

Alexis en Lima


Estuvo de visita mi primo Alexis, que ahora vive en Iquitos, porque está tocando el chelo y vino con la orquesta juvenil para tocar en distintos lugares. Lamentablemente no lo pude oír porque el día que tocaría en la Iglesia San Francisco, se canceló su participación y como no nos avisó a tiempo, oímos misa, presidida por Cipriani, como una hora y media, por ser en celebración a la orden de los franciscanos que cumplía ochocientos años, ¡un horror! Pero me dio mucho gusto verlo, está muy grande y ha recuperado el carácter que tenía cuando niño, que era muy hablador, amiguero, risueño, porque cuando recién regresó de México estaba muy retraído. También anda en plena adolescencia porque tiene 12 años y pues anda que la rompe con las chicas. Dice que es un emo, aunque yo no termino de entender qué es, pero se compró un montón de ropa relativa a ser emo. Una de sus misiones al pasar por Lima era atiborrarse de comida chatarra, lo hizo tan bien que se saturó, dijo que pensaba que eso no era posible, qué bueno que lo ha descubierto pronto. Es muy dulce y tranquilo y eso me gusta de él. Y como le ha ido tan bien en su viaje por Lima seguro que lo tendremos pronto de vuelta y a su hermano también a quien no deja de sacarle pica. En eso no han cambiado de cuando eran niños.

jueves, 22 de octubre de 2009

Memento mori en Lima




El viernes tuve que levantarme muy tempranito para ir a casa de Abraham a recoger los parantes para los micros, así que salí de casa 6:15 para evitar el tráfico de la Javier Prado, pero de todos modos algo nos tocó. Después de volver del gimnasio y desayunar, terminé de acomodar todas las cosas necesarias para hacer el altar, compramos las flores, velas, en fin. La idea inicial era ir en la mañana dejar todo listo y regresar a almorzar pero cambiamos los planes y después de almuerzo nos iríamos para ya quedarnos allá hasta la hora de la presentación. Y es que llegaba Alexis de Iquitos y fuimos por él al aeropuerto; está todo un adolescente, pero ha recuperado su espíritu patero, como era antes de su temporada en México. Así que después de almuerzo me fui con Inti para allá, apesar de que salimos temprano nos demoramos una hora en llegar porque había mucho tráfico. Descargamos y de ahí subimos todo al segundo piso de la librería. Pusimos el altar, el papel picado, el sonido, las sillas, algunos otros adornos, en fin, estaba casi todo listo. Me tuve que cambiar ahí, pero luego al llegar mi mamá bajamos las copas, los bocaditos; para esto ya eran las 6:45 y algunas personas puntuales empezaron a llegar, eso me puso nerviosa. Ahí nos enteramos de que la Plaza de Armas estaba cerrada porque a Alan García se le ha ocurrido que esa semana se celebra la semana de Lima, no sé por qué pues el aniversario de Lima es el 18 de enero. El asunto es que cerraron la plaza porque tocaba Grupo5 gratis. Así que ya se imaginan el despelote. Las personas que llegaron en micro no tuvieron tantos problemas, pero quienes venían en carro se les complicó o de plano ya no llegaron. Yo como no veo televisión no me entero de estos eventos que son vox populi. El asunto es que empezamos tarde, a las 8pm, sin Maggie. Rocío dijo unas palabras muy interesantes sobre los cuentos. Su favorito es "Tiempo perdido" por el estilo y el contenido, también mencionó "Lo que son las cosas", sobre la temática de la muerte como paranoia y "Tantas muertes Pedro" que ha sido rebautizado como "La carta al abuelo", para comentar de la muerte como presencia. A su vez dijo unas palabras sobre "Naturaleza muerta" y "La caverna", en los que apesar del montaje visual (del libro y de la presentación) que sugería un acercamiento lúdico a la muerte, las historias eran duras y contundentes. Sólo el último cuento le pareció una vuelta de tuerca final. De ahí leí yo el cuento "Naturaleza muerta". Hicimos un pequeño receso para que Maggie se acomodara y entonces salió y cantó cuatro canciones muy bonitas, una que no sé su nombre pero que dice "Qué lindo es volar a las 3 de la mañana..." y que contó era una canción de Veracruz. Por pedido mío cantó "Vértigo" de Chabuca Granda, que dice es una canción muy conocida pero yo sólo se la he oído a ella interpretándola y me encanta. Luego vino "La llorona", recién por ella me enteré que algunas personas dicen que es originalmente una canción española, aunque para mí es mexicana. Finalmente una canción peruana que no sé el título pero que sí había escuchado. Luego de eso, di una palabras de agradecimiento, omitiendo a un montón de personas y pasando de frente al brindis. Así que aprovecho ahora de mencionar a todas: a Juan y July por cederme el espacio de Commentarios, a Inti por ayudarme con el montaje y el desmontaje, a mi mamá por su apoyo para servir, para traer las copas y bocaditos, por su presencia constante; a mi tío Manuel que me prestó copas y vasos, a Tabata que me hizo una oferta especial en los bocaditos y llegó al final sólo a darme un abrazo; a Abraham que me prestó generosamente los parantes de los micros; a Belissa por su diligencia como anfitriona; a mi tía Teresa por las fotos que me prestó; a mi papá por poner el vino; a Rocío por sus cálidas palabras y su presencia; a Maggie por su linda voz; a Juan por las fotos y a todas las personas que asistieron: el gordo, Paula, Juan Manuel (y esposa), Dafne, Irene (las dos irenes), Tasha, Pashá, Hipólito, Virginia, Marlene, Susana, Zoila, Norma B, Doris, Inés, Danilo, mi tío Pepe, mi tío Óscar, Lesly, Maritza, Lizbeth, mi tío Javier, Antonio, Lorena, Alexis, Tere y Camucha, las amigas de mi mamá y todas a quienes quizá olvido mencionar en este momento. De los nervios olvidé decir que se vendía el libro ese día más barato, pero igual mucha gente me preguntó directamente y lo compró; así que para quienes no fueron mandé un aviso comunicando que el libro seguiría en la librería. También agradezco a las personas que se han intersado y me han escrito con saludos, aunque no pudieron estar presentes ese día. Así que disfruté mucho mucho la presentación, en su apogeo las sillas faltaron. Al final nos fuimos un ratito no más al Bolívar, donde nos alcanzó Rodo y de ahí a casa porque al día siguiente debía regresar a desmontar todo el escenario. Así que todavía el sábado continué con eso y aún el domingo que tuve que devolver algunas cosas que me habían prestado. Todavía falta el proceso de difusión, pero al menos la parte más trabajosa que fue la presentación pública del libro ya está completa. Mucha gente me escribió felicitándome y agradeciendo el buen momento vivido, así que eso me dio mucha alegría, fue una recompensa por el trabajo y el tiempo invertido.

Una nota sobre coloquios y congresos


Apesar de que este año lo recibí tirada de pancita y durmiendo ha sido un sucederse de ponencias, presentaciones y discursos públicos que me tiene ya bastante agotada. Quienes me conocen bien además saben de mis sentimientos encontrados ante la vida, de cómo da paso el entusiasmo más ferviente a la decepción más honda, la ilusión mayor, a la depresión total, la profusión de palabras al silencio. Pero he disfrutado mucho el Coloquio sobre homoerotismo que acabó ayer, especialmente la sesión del miércoles estuvo muy buena, aprendí mucho de cada una de las ponencias. Fue especialmente grato conocer a Giovanna que había leído el texto que escribí para el evento del Piem sobre María Emilia Cornejo, me alegró saber que alguien lee las cosas que hago; por si fuera poco ella también trabaja poetas del periodo de mi interés así que seguro que podremos alimentar mutuamente nuestros intereses académicos. Eso ha sido ya una gran alegría. Pero además, pasó que Doris fue a oír mi ponencia, que trataba en parte sobre su poesía, me puse nerviosa por su presencia, pero al final le gustó mucho, me regaló su último libro y nos dimos cuenta de que apesar de la cercanía nunca habíamos conversado en realidad, de modo que gané una posible aliada, colega y amiga. Luego salimos a compartir más con Beatriz, Violeta y otros participantes, así que entre libros y personas, palabras y rostros me he sentido renovada y alegra con este intercambio de saberes y sentires. Y, como bien dijo uno de los participantes, para hacer un buen evento cultural no se necesita pagar varios cientos de dólares, sino la intención, la buena voluntad, el trabajo arduo y el desinterés. Así que he decidido evitar en la medida de lo posible aquellos eventos que no son más que turismo académico, especialmente desechar la idea ingenua de encontrar intereses comunes y posibilidades de trabajar en grupo, al menos en los dos últimos no ha sido así, aunque sin duda sí he contactado con alguna persona con quien compartir intereses.

miércoles, 21 de octubre de 2009

¡Sí a la vida de las mujeres!


Ayer, martes 20 de octubre, se hizo un plantón a las 11:00 am frente al Congreso para apoyar la votación que realizaría a medio día la Comisión revisora del Código Penal, la cual ha propuesto ampliar la despenalización del aborto (que actualmente sólo contempla el aborto terapéutico, que no se cumple por falta de un protocolo adecuado) a los casos de violación y malformación congénita incompatible con la vida (eugenésico). El Ministerio de Justicia había pedido una reconsideración de esta ampliación y se quería anular cualquier interrupción legal del embarazo, pero la Comisión revisora se ratificó en su decisión.

Estuvimos temprano en una de las esquinas de la Av. Abancay, en la otra estaba la contra marcha, los grupos anti-choice con carteles gigantes de bebés (porque no eran fetos) ensangrentados y mutilados, con láminas del desarrollo del feto alteradas para sus fines, en una manipulación visual de poca monta. El hecho no es la discusión del origen de la vida humana (si es en la concepción, en la implantación o en la x semana de la gestación) sino de un problema de salud pública gravísimo, que arroja más de mil abortos clandestinos diarios en nuestro país por los que también miles de mujeres mueren día a día, muertes que pudieron haber sido evitadas.

Tampoco estamos ahora discutiendo por una amplia despenalización del aborto en el que las mujeres, con su conciencia y en relación a sus posibilidades, deciden sobre su cuerpo, sino en dos casos dramáticos: aborto por violación y aborto por malformaciones genéticas incompatibles con la vida, es decir, fetos que de completar su gestación no podrán tener una vida plena, ni gozar de las mínimas condiciones de salud para su subsistencia, como por ejemplo los fetos anancefálicos.

Por tanto, las razones que contradicen el sentido común están fuertemente respaldadas por una concepción de la religión absolutista, dogmática y machista, en la cual el sufrimiento debe ser la principal tarea de la mujer (porque es la mujer quien enfrentará tanto la maternidad por violación como el cuidado de un bebé que está condenado a no vivir), cuando en respeto de la vida de las mujeres, de su salud física y mental, así como de su derecho a una vida plena, se debería permitírles abortar de forma segura en los casos aquí descritos. La violación es ya un hecho durísimo para las mujeres, validado en la casi nula sanción y por tanto en la permisividad social al desenfreno masculina y reafirmado en la aceptación de un producto consecuencia de la violencia. Es sabido y está demostrado en diferentes estudios, que cuando una mujer asume una maternidad no deseada, los conflictos afectivos con el hijo o hija, la falta de cariño y muchas otras consecuencias son imposibles de ser remontados y alimentan la delincuencia pero sobre todo la infelicidad (tanto de los hijos como de la madre). Es sabido además que las violaciones son principalmente perpetradas a menores de edad y mujeres por familiares (padres, tíos, esposos) y que por tanto, agravado por su corta edad, muchas veces las mujeres no están preparadas para cumplir con una maternidad saludable y al mismo tiempo restinguirán sus posibilidades de desarrollo personal en la educación y en el trabajo. De ahí que la obligación de continuar con un embarazo es un hecho que ahonda la desigualdad social y económica de las mujeres (ya antes subyugadas por diferencias de edad y de poder, especialmente en los casos de violación de familiares).

Es sabido también que llevar a término un embarazo que no tiene posibilidades de ser exitoso, causa un grave daño psicológico para las mujeres, como fue el caso de Karen Llantoy en nuestro país, una adolescente que no pudo acceder a un aborto seguro. Es sabido también que estos casos no son aislados, ni extraños, que son parte del día a día de muchas mujeres en nuestro país.

¡Sí a la vida de las mujeres!, ¡Aborto seguro para no morir! es lo que gritamos y demandamos, porque estamos a favor de la vida, de la vida de las mujeres, de la procreación de la vida en razón de la voluntad y el afecto, de la vida plena y con posibilidad de realización y felicidad. Muchas de las que estuvimos ahí presentes no peleamos por nosotras mismas porque podemos pagar un médico que nos haga un aborto seguro, si lo requerimos, sino por las miles de mujeres que no tienen esa posibilidad y mueren por agujas, inyecciones, venenos, ganchos de colgar ropa que las perforan, que las desangran, que les causan infecciones letales. Por esas mujeres que mueren por ser mujeres y pobres, por aquellas también más propensas a padecer casos de violación en sus propios hogares, por ellas y todas nosotras es que decimos ¡sí a la vida de las mujeres! Y el grupo opositor, se quedó callado cuando se coreó ¡las ricas abortan, las pobres mueren! Porque esta es una lucha profundamente afectada por las diferencias de clase y de procedencia. No estamos en favor del aborto, sino de la viabilidad de una opción en casos extremos como la violación o un feto que no vivirá, en el contexto en que la planificación familiar es todavía una utopía para muchas mujeres, que el acceso a métodos anticonceptivos es escaso y deficiente. ¡Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!

La Iglesia absurdamente quiere solucionar el problema albergando a todos los bebés que nazcan producto de una violación y/o con malformaciones incompatibles con la vida. En primer lugar ¿cómo haría para contactarse con todas aquellas mujeres que están en esa situación?, ¿podría darse abasto?, ¿qué calidad de vida recibirán esos bebés? Sabemos que crecerán con carencias afectivas muy grandes y que ello les deparará infelicidad; sabemos también que en manos de la Iglesia se cometen muchas violaciones y que ni el celibato ni el amor a Dios lo ha impedido antes, mucho menos lo impedirá ahora si los dejamos en sus manos. La Iglesia por tanto, una vez más, se distancia de la realidad y no es capaz de abrir los ojos ante el padecimiento de las mujeres y tener una posición acorde a ello. Recordemos no más el caso de una menor de edad, de nueve años, violada, a la que se le obligó a continuar con su embarazo. La entonces ministra, Cuculiza la apoyó, la Iglesia, todo el mundo salió a darle su respaldo, ¿dónde está esa niña y su hija ahora? Nadie lo sabe porque a nadie le importa, porque es ella sola la que debe afrontar una maternidad impuesta e indignante, cuando la respuesta racional y humana habría sido permitirle un aborto seguro porque ella ni quería ser madre, ni estaba en condiciones de serlo.

Me emocioné mucho cuando la comisión se ratificó en su ampliación de las causales para el aborto legal, porque este país tan tristemente atrasado en educación, parecía que no podría concebir un derecho autónomo de la mujer y la posibilidad de su vida plena. Sin embargo, la lucha no queda aquí, falta todavía que se discuta el tema en el congreso y falta que se cree un protocolo para que la norma sea viable. Así que en esa lucha continuamos, por la vida de las mujeres.
Mi opinión personal es que el aborto debería estar despenalizado (sin causal y sin restricción), de que ninguna mujer debe asumir una maternidad impuesta y de que es una decisión personal, de cada quien y cada cual, continuar o no un embarazo; el Estado debería garantizar el libre acceso a una interrupción legal del embarazo. "Las mujeres deciden, la sociedad respeta, el Estado garantiza, la Iglesia no se mete". Yo estoy por la decisión autónoma de la mujer para decidir, porque creo que la mujer es capaz de decidir por sí misma, porque considero que es un derecho humano. Pero creo que nuestro país no está preparado para darle una agencia plena a la mujer, que esa será todavía una lucha de más largo aliento, mientras tanto vamos con una batalla ganada, a la guerra contra la ideología machista.

jueves, 15 de octubre de 2009

Brisas del Titicaca: la ciudad que nunca duerme


Ayer fui al Brisas del Titicaca que es un lugar donde se presentan distintas danzas típicas del Perú, usualmente puneñas, pero no siempre. Puno es considerada la capital folklórica del Perú por la cantidad de bailes y danzas que tiene. Además es bonito porque de tanto en tanto ponen música para bailar y se anima mucho el ambiente. Usualmente voy los fines de semana pero fui ayer porque mi amiga Rocío (Maldonado) que pertenece al grupo de danza Amanecer Peruano cumplía diez años de vida artística y lo celebraron con un gran espectáculo en el Brisas y trajeron también grupos de danza invitados de otros países como México, Ecuador y Bolivia. Así que primero estuvo el ballet del Brisas del Titicaca y luego Amanecer Peruano con nuevas danzas, cuzqueñas, moqueguanas, etc. Estuvo muy bien. Lamentablemente me fui temprano porque eso tenía para rato y mi mamá que me acompañó estaba cansada y después de todo era día de semana.

Pero lo que más me sorprendió fue que a pesar de que era miércoles el local estaba lleno repleto y la gente bailaba como si fuera sábado. Esto se juntó con la ocasión en que salí el jueves en la noche para el concierto de Richard en El dragón (de su grupo El hombre misterioso) e igualmente había muchísima gente. Así que esto me dice que Lima es una ciudad mucho más cosmopolita de lo que era hace algunos años, la ciudad que nunca duerme porque todas las noches, toooodas, hay espectáculo nocturno y pilas para bailar y jaranearse bien y hay cómo, cuándo y dónde.

Aquí una foto de cuando estuvo por aquí Rubén y fuimos al Brisas porque es lugar turístico obligado.

sábado, 10 de octubre de 2009

Islas Galápagos




El domingo madrugamos para irnos a las Islas Galápagos. Tomamos el vuelo muy temprano que hizo escala en Guayaquil y llegó a la Isla Bartra donde está el aeropuerto. Entonces tomas un bus que te lleva al canal, ahí cruzas en un barquito hacia el otro lado que es la Isla Santa Cruz, encuentras unos buses que te llevan hasta el malecón de la isla. Todo ese trayecto es como de una hora y media. Había una carrera de bicicletas y estaba cerrada la calle principal así que nos dejó a unas cuadras y tuvimos que buscar un hotel. No habíamos ido con un tour planeado porque todos los tour eran sólo de martes a viernes y habría significado perder dos días de poder estar allá, luego nos dimos cuenta que fue una buena decisión porque el tour además era carísimo y no incluía ninguna otra isla más que Santa Cruz. Nos fuimos a un hotel baratito no más, Sir Francis Drake que tenía tantos estilos, mayólicas, colores y formas juntas que era una verdadera obra de arte recontra "postmoderna", sin duda nuestros sentidos aún no están listos para apreciar tal cosa. Salimos a averiguar lo de los tours, más o menos los precios son iguales pero te hablan de islas maravillosos, únicas, diferentes y te convencen. No tomamos ninguna decisión e hicimos uno de los paseos que era posible hacer a pide, cruzabas al frente (en la misma isla) y se iba hacia Las grietas. Caminamos por una superficie rocosa y llegamos a en efecto una abertura profunda en la tierra que por la filtración del agua salada del mar y del agua dulce ha formado una suerte de posa donde nadar, pero no nadamos ahí sino que regresamos a una playita que vimos en el camino y se llama La playa de los alemanas (o la otra orilla). Estuvo muy rica el agua y el baño. Retornamos y seguimos averiguando, tomamos un jugo y lo que llaman maduro con queso (que es plátano asado con queso en medio). Fuimos también a la laguna Las ninfas que también queda en la misma isla, muy bonita y tranquila. Finalmente resolvimos ir al día siguiente a la isla Isabela, porque ya personas en Quito nos habían dicho que era la más bonita y donde se podía ver más animales, pero salía a las 2pm del día siguiente. Así que en la nochecita nos fuimos a un restaurante a comer algo que no nos gustó y dormimos temprano. El lunes nos fuimos en la mañana a la Estación Charles Darwin que es donde están las galápagos (en la foto) y Solitario George. Conocimos el lugar, vimos tortugas gigantes, a George, en un clima que cambiaba cada diez minutos pasando de un sol tímido a la llovizna. Ya no nos dio tiempo para ir a otro lugar y alistamos las cosas y nos fuimos a embarcar para Isabela. El camino era de dos horas pero lo hicimos en una hora y cuarenta. Es la peor experiencia marina que he tenido en mi vida, la lancha va muy rápido y salta mucho, todo se mueve, es muy atemorizante, parece que te vas a voltear. Mi mamá se mareó pero llegamos sanas y salvas. Aprendí entonces que me gusta el mar pero desde tierra firme. Fuimos a La jungla, un hotelito muy rústico pero bonito que tenía vista al mar. Descansamos un momento y fuimos a ver dos flamingos en una laguna y de ahí a dar una vuelta por el pueblo que es pequeñito. Isabela es la isla más grande pero la menos poblada. Cenamos y nos dormimos. Al día siguiente nos levantamos muy temprano, fuimos al Galapario a ver a las tortugas, cómo cuidan los huevos y cuidan a las tortugas mientras están pequeñas porque sino pueden morir. Hay muchos animales introducidos en las islas que las matan (chivos, burros, perros, ratas), así que por eso están protegidas. Luego desayunamos y salimos a ver el volcán Sierra negra. Es el segundo volcán más grande del mundo, mide 10 kilómetros de diámetro (el más grande mide el doble y está en África). El clima parecía soleado en la costa pero a medida que fuimos subiendo empezó la llovizna, las islas tienen varios microclimas que varían sobre manera. Nos dejó el auto y tuvimos que caminar, fueron 15 kilómetros, entre lluvia y luego un sol despiadado. Rodeamos el cátrer del volcán, que todavía está activo y ha tenido algunas erupciones hace algunos años pero en el lado no poblado de la isla. Llegamos luego a la zona donde había corrido la lava. Descubrí entonces otra cosa muy importante, que no me gustan los parejes volcánicos porque son todos negros y desiertos, aunque la parte del cráter sí me gustó porque es verde. Ni bien regresar salimos al siguiente tour que era marino, fuimos a las tintoreras que es donde descansan los tiburones porque en la noche salen a comer, son nocturnos, comen sólo algas, por eso es que se mantienen en zonas calmas del mar. Vimos algunos lobos marinos y pingüinos (y muchas iguanas marinas que a mí no me gustan, me dan miedo). Luego hicimos snorkel, habían tortugas marinas, lobos y algunos peces, pero en ese sentido es mucho más lindo en Huatulco o en la Rivera Maya. Regresamos a bañarnos, cenar y dormir.


Al día siguiente salimos de madrugada de regreso a Santa Cruz, mi mamá tomó una pastilla y esta vez no se mareó, además de que el viaje estuvo más tranquilo que a la ida, pero igual un poco temerario. Llegando nos cambiamos de hotel a Lobo de mar, ahí teníamos una vista muy bonita del mar. Y salimos con las mismas al tour de la bahía, fuimos otra vez a unas tintoreras, pero lo mejor fue que vimos al Piquero de patas azules (en la foto) que es el más lindo de todos los animales que por ahí se ven (porque además es único). Fuimos a una lobería donde habían dos lobos marinos (hay más lobos marinos en las Islas Ballestas en Paracas). Al regreso comimos y nos fuimos a Tortuga Bay, fueron dos kilómetros y medio para llegar a una playa brava inmensa, hermosa que al final tiene una suerte de manglar mansito y precioso, pero como ahí salen las tortugas marinas a poner sus huevos uno debe retirarse temprano, así que llegamos a las justas sólo para dar una vuelta a la playa y regresar. El día jueves salimos todo el día de tour a la Isla Floreana, también a dos horas de Santa Cruz, el viaje fui más suave pero venían tres chilenas muy nerviosas. La isla no me pareció especialmente bonita, vive muy poca gente ahí, hacía frío y sus playas no tenían ni el color ni la arena de las de Santa Cruz. Subimos a los cerros a ver un volcán de lejos y algunas formaciones hechas por piratas, galápagos en semi cautiverio y regresamos a nadar un poco. En realidad, como dijo una de las chilenas, no se justificaba un viaje tan pesado para ver a cinco tortugas (que ya habíamos visto) y un par de lobos marinos. Lamentamos no haber sabido esto antes para quedarnos en Santa Cruz e ir nuevamente a Tortuga Bay que fue lo más lindo (y gratis) o a Las grietas. En fin, la verdad que me decepcionaron un poco las islas, se paga 100 dólares (los peruanos 50) para entrar al parque, más 10 dólares más pero no hay muchos animales, no están en su hábitat pues ya la mayoría de las islas están bastante deterioradas y los animales están en cautiverio, las playas no son tan bonitas y como te atiborran de tours crees que verás cosas distintas pero en realidad no se justifica los viajes por mar tan largos, tan fuerte para ver un poco de lo mismo. En fin, salimos el viernes temprano hacia Guayaquil, Quito y nuevamente Lima.

sábado, 3 de octubre de 2009

Quito


Salí el lunes en la noche, hice check-in, así que casi no hice cola y pasé muy rápido a sala de espera. Como volaba en Taca me sentía segura, me gusta que el piloto te habla y te dice la ruta y te indica de cualquier problema en el trayecto, eso me hace sentir tranquila. Me dormí un poco y empecé a escribir el libro La insensata geometría del amor de Susana Guzner que compré en Buenos Aires a recomendación de Fabiana. Me atrapó desde el inicio. Al llegar a Quito había vientos demasiado fuerte y no se podía aterrizar, el avión tuvo que sobrevolar esperando que mejorara el clima, sino amenazaron con que teníamos que aterrizar en Guayaquil y de ahí volar nuevamente a Guayaquil, yo crucé mis deditos y felizmente surtió efecto, a la media hora aterrizamos sin problemas. Me recogieron del Hotel Quito donde me hospedaba con mi mamá. Al amanecer hacía un sol muy bonito y desde nuestra habitación se veía el valle. Mi mamá se fue temprano al evento en el que participaría y yo llamé a Cléverth. Cléverth es un amigo boliviano que conocí cuando fue a JALLA-E en Bolivia, fue muy atento y cordial, nos invitó a almorzar a su casa, se portó muy bien y nos hicimos amigos. De hecho pasamos una noche memorable de marcha en La Paz, en el famoso Waykis, con las amigas y los amigos, es una de las mejores borracheras de mi vida. Pasó por mí temprano y me acompañó a la Av. Río Amazonas para comprar los pasajes para Galápagos, pero me pedían fotocopia de pasaporte que no tenía, así que regresamos al hotel y volvimos a ir, pero él se quedó en el camino porque tenía una reunión de trabajo. Yo me ubiqué muy rápido y llegué sin problemas, paseé un ratito por ahí, es una calle con adobes que tiene muchas tienditas. Regresé a almorzar a mi mamá al evento donde ella estaba. Descansé un rato y en la tarde fuimos con Cléverth a pasear por el centro de noche, estuvo muy bonito, fuimos a una callecita que se llama La ronda, pero que es tipo caminito pero sin tanto colorido, muy estrecha y simpática donde hay muchos cafecitos y bares; antes era una calle de prostitución y delincuencia donde ni la policía podía entrar, pero ya la han recuperado y ha quedado muy bien. Comimos unas empanaditas y un canelazo que es un licor de fruta bastante fuerte. Al día siguiente estuve toda la mañana subiendo información a internet de un proyecto que teníamos que presentar para Runa, felizmente lo acabé y me sentí bien. Fui otra vez a almorzar con mi mamá en su evento. En la tarde fuimos con Cléverth y dos amigos suyos, Claudia (México) y Jader (Colombia) a la Capilla del hombre y la Fundación Guayasamín, donde están las obras y la colección prehispánica del pintor. Me encantó el lugar, he visto antes reproducciones, de hecho mi mamá tiene algunas en casa, pero su fuerza, su manera de pensar, su lucha política es muy inspiradora. Me impresionaron sus primeras pinturas que las hizo en sacos de yute porque no tenía dinero para los lienzos. Jader se sintió mal y se fue, así que los tres que quedamos nos fuimos a la editorial Abya-Yala y luego a un Cafélibro, donde habían clases de tango. Estuvimos conversando muy a gusto, resultó que Claudia conocía a Rosana y a otras personas de la maestría de estudios culturales de la Unam que yo también conozco, el mundo es un pañuelo. Después de que dejamos a Claudia, pasé a la residencia de estudiante de Cléverth. Parece un hotel de lujo, está todo nuevo, todo muy lindo, limpio y ordenado. Hasta tienen un sitio de juegos, así que jugamos un partido de ping-pong (no jugaba desde que era niña). El partido estuvo reñido, me ganaba dos sets a uno pero luego remonté, el último set lo disputamos punto a punto, pero perdí por poquito pues tiendo a lanzar la pelota con mucha fuerza, estuvo muy divertido y la verdad fue el fin de un día muy agradable. Al día siguiente era mi presentación en el congreso, fui tempranito, la primera mesa que oí estuvo interesante, la mía también, me gustaron todas las ponencias y el salón estuvo lleno. Pero ya en el almuerzo me sentí un poco incómoda porque todas y todos pertenecían a la academia norteamericana pero al mismo tiempo eran latinas y latinos. Se sorprendieron un poco de que yo no estaba en ninguna universidad gringa y que viniera con mis propios fondos, pues todos y todas van pagados. Y si bien se discutía mucho sobre literatura faltaba un corte más político, sentía que se miraban el ombligo y no veían más allá, no había un correlato con la realidad, eso me sacó de onda y me sentí muy ingenua pensando que sería un espacio de mayor compartir. Después de almuerzo me fui al hotel pero regresé a la mesa de las escritoras ecuatorianas, ahí estaba Alicia Yanez, una narradora y María Luz una poeta. Su discurso era un poco contradictorio porque apesar de todos los obstáculos que han tenido que sortear para escribir, volvían a la misma política de que el arte es una sola, de que el feminismo va en contra de la esencia de la mujer (la maternidad) y eso me puso de mal humor. ¡Hasta ahí tenía que seguir escuchando la misma cantaleta! En fin, ya luego que se me pasó igual me pareció bueno haber conocido a estas escritoras y creo que fue una experiencia productiva, aunque siguieron mis dilemas existenciales sobre mi profesión, sobre mis miras a Estados Unidos, sobre el género, el feminismo, en fin, sobre la vida. El viernes salí con mi mamá a pasear por el centro, ahora de día, entramos a todas las iglesias que nos topamos (pedí muchos deseos, ojalá se cumplan). No tomé muchas fotos porque la batería estaba acabándose pero además en la mayoría de lugares estaba prohibido, pero la imagen es de la plaza de armas, que aquí llaman Plaza Grande. Almorzamos con Cléverth en San Agustín, que es un café que tiene más de cien años, muy simpático. En la tarde llovió por primera vez un poco, según el canal del tiempo nos iba a tocar lluvia todos los días pero felizmente no fue así. Fuimos a un lugar de artesanías pero casi no compré nada. Tengo que decir tres cosas de Quito. Primero que como está todo en dólares es muy caro. La segunda que es difícil cruzar las calles porque hay pocos semáforos y la tercera que en vez de decir sándwich dicen sanduche. En la noche fuimos un momento al Techo del mundo que es el restaurante del hotel. El sábado mi mamá se sintió mal de su ojo y tuvimos que hacer un periplo por las clínicas, que son poco eficientes, finalmente en un consultorio la atendieron y le sacaron una cosita que se le había quedado en el ojo y le mandaron unas gotas. De ahí fuimos al teleférico, la vista es muy bonita, nos cobraron como ecuatorianas, parece que pasamos piola. Almorzamos en La choza, un restaurante de comida típica ecuatoriana, yo comí Llapingachos montados que es una suerte de pastel de papa con huevo y ensalada, estuvo bien pero tampoco es la gran cosa. En la tarde fuimos a la Libri mundi, donde encontré algunos libros para mi investigación sobre poesía. De ahí tomamos café en Este Café con una amiga de mi mamá. Volvimos al hotel y esperé a Cléverth para despedirnos. Fuimos a un barecito árabe muy simpático, que queda en una zona muy concurrida, La foch, pero este lugar no era tan ruidoso. Regresé para empacar cosas pues al día siguiente salimos de madrugada para las Islas Galápagos.