viernes, 20 de diciembre de 2013

De vuelta en casa

Empezó la locura de fin de año. Tuvimos unos días sin clases a razón de Thanksgiving Day, lo cual nos vino muy bien para adelantar lecturas y en algunos casos avanzar con los trabajos finales. Estuvo por New Orleans de paso Fernando, antes de volver a enrumbar hacia Lima. Una profesora de la universidad, Marilyn nos invitó a su casa, también lo hizo mi profesora de portugués y además mi profesora de inglés, pero yo fui con Marilyn porque ahí nos juntamos con mis otros compañeros. Un día antes nos juntamos en casa de Fernando y Natalia a tocar guitarra y cantar, con Esteban y Ximena que se iban de regreso a Chile. La pasamos súper bien. Finalmente oímos las primeras notas de esa viola tan querida.
Pude ir a Frenchmen, vi varios de los bares de jazz, me gustó sobre todo The Spotted Cat y Apple Barrel. Y hasta hay un lugar para bailar música latina. En mi clase de portugués tuvimos un debate entre vegetarianos y amantes de la carne, en el que cree que salimos muy bien parados (nosotros los vegetarianos). Llegó la última semana de clases y fuimos a cenar con Idelber a un restaurante de comida etíope, que estuvo muy bueno, se come con la mano. Tienen como una suerte de tortillas grandotas (enrolladas como servilletas de tela) y con eso coges el guiso para llevártelo a la boca.  Luego fue la despedida con Antonio, nos fuimos a tomar unas cervezas a Frescos con pizza incluida. Y con Yuri también tomamos unas cervezas, fue el día que murió Mandela, así que mínimo debíamos una cerveza en su honor.
En el departamento hubo un compartir por el cierre de año pero no pude ir. No me daba el tiempo para cocinar porque ese día tenía mi última clase de portugués en la mañana, así que no iba a ir con las manos vacías. Más bien asistí a la presentación que hizo Alina sobre su investigación. En arqueología lo que hacen es que organizan presentaciones a la hora del almuerzo, así que todos van con su almuerzo y mientras comen alguien presenta. Lo cual parece muy inteligente. Sólo que yo no llevé mi almuerzo, luego regresé a casa a comer. Luego de eso todo lo que quedaba en mi horizonte eran los trabajos finales. Así que eso estuve haciendo. Sólo paré para ir a la piscina un par de veces y para salir a almorzar con Alina, con Kyle y con Adam en distintas oportunidades.
Entregué primero mi trabajo sobre Claudia Hernández. Luego tuvimos el examen en el aula que nos tomó Antonio. Estudié con Rachel y Melissa unos días antes, nos juntamos a repasar los artículos. Y hasta el último día estuve revisando mi trabajo sobre el cuerpo en Borges y la comparación entre Isabel Moncada y Emma Zunz para literatura mexicana. Finalmente envié el de Borges el domingo en la noche y el otro el lunes en la mañana, antes de pedir mi taxi para el aeropuerto. 
El vuelo estuvo bien y pude descansar un poco, aunque tuvimos un retraso como de media hora que en Lima se alargó con el paso por migración y las maletas. Pero llegué sana, salva, cansada pero contenta. Aquí había un clima inmejorable, fresco y soleado (en la foto). He recibido ya dos bonitos regalos, una pulserita de guayruros y un inmenso arreglo floral.
Milagrosamente fui a hacer mi trámite al JNE para que me exoneren de la multa por no votar ni presentarme como miembro de mesa y aunque se tardó, al final el mismo día me dieron mi constancia de exoneración y me pusieron el holograma, así que misión cumplida.
Fui al cine a ver Gravity de Alfonso Cuarón, que me gustó mucho. Luego vi Del lado del corazón, el documental sobre la izquierda peruana que también me gustó y sobre todo me ilustró de un periodo que conocía poco de la historia del Perú. Ahora sé por ejemplo que nací el mismo año que fue el paro nacional.
Para clase, la última novela que leí fue Teoría de las catástrofes de Tryno Maldonado que me gustó pero hacia el final a su vez se me hizo problemática en términos de verosimilitud. En el avión leí Señales que precederán al fin del mundo de Yuri Herrera, muy buena. Y ahora estoy leyendo Evocación, que son las memorias de Aleida March, la esposa del Che Guevara. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Poboy Festival 2013

Vimos algunas películas para mi clase: Ana y los otros (Argentina, 2006) de Celina Murga y El telón de azúcar (Cuba, 2005) de Camila Guzmán Urzúa. De libros hemos leído El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia de Patricio Prom, Muertos incómodos de Paco Ignacio Taibo II y Subcomandante Marcos, De fronteras de Claudia Hernández.
Bajó mucho la temperatura y justo hubo un evento de conversación con helado, al que igual fui con mi compañera de conversación, Rachel. Felizmente que alcancé a ir al mall para comprar botas, un saco y una casaca deportiva. Así que estrené ambos en la fiesta que hizo la oficina de graduados para todos los graduados de la universidad, en el Generation Hall, que es una discoteca muy grande. Hubo música de Brass Band que no me gustó mucho porque no me sonaba bailable. Pero igual lo pasé muy bien con mis compañeros. Luego nos fuimos a un bar llamado Saint. 
Fui con Silvia al insectario. Fue interesante y espeluznante a la vez, sobre todo el saber que los insectos tiene la mayor diversidad y la mayor biomasa de este planeta, es decir, son los verdaderos dueños de este planeta que equívocamente creemos nuestro. Como estábamos muy cerca nos fuimos al French Quarter, al fin. Almorzamos, luego dimos un paseo y volví a ponerme a trabajar. Nos visitó el escritor Uriel Quesada de Costa Rica y hubo un evento sobre la situación política en Bolivia en la Universidad de Loyola. Me encontré con Lisa para almorzar, lo cual me gustó mucho, cada una llevó su comida. 
Tuvimos un convivio de cierre de clase con Maureen un poco adelantado. Nos invitó cerveza y pizza en The Boot. También ahí celebramos el cumpleaños de Natalia viendo un partido de los Saints, en el que salieron victoriosos. Pero aunque me esforcé y entendí la teoría del juego, al verlo en la práctica sigo perdida. Tuvimos un compartir por el Día de Acción de Gracias, yo preparé quinua. Luego fue la presentación del trabajo en proceso de los estudiantes que ya están prontos a graduarse, así que oímos sus presentaciones, todas muy interesantes. Luego nos reunimos con los otros estudiantes para planificar una conferencia, lo hicimos nuevamente en el Slide, con la mejor pizza de la ciudad y luego con unas cervezas en St. Joe's Bar. Ya estamos volviéndolo un ritual. Y se realizó el festival de poboy, que es una comida típica de la ciudad, que no es más que un sándwich, sólo que aquí lo rellenan con ostras, con camarones, con lagarto, cangrejo, catfish y cosas así. Felizmente yo encontré uno delicioso de tofú. Hubo música en vivo y gratis. Escuché a Pilaseca (from Mexico); Los Po-Boy-Citos (donde toca un ex graduado del Latin American Studies), Flowtribe (en la foto) y Rebirth Brass Band. Y luego de esa múltiple experiencia me sentí más esperanzada porque me gustó mucho sobre todo la música funky, que sí me pareció bailable. Tenían una canción llamada "Shake señora" y otra "Mamacita, estás muy bonita". Se oía muy gracioso. Pero la pasamos muy bien. A pesar de los 8 grados de temperatura soportamos el frío y disfrutamos de la música hasta el zumbar de oídos con Alina, Ximena, Fernando.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Canoas, calabazas y exposiciones

Siguieron las clases con un clima muy tropical, aunque con algunos días fríos. Hasta que llegó otro evento planificado por la OISS, esta vez se trató de un paseo en canoa por uno de los "bayous" que hay en la ciudad (se pronuncia bayú). "Bayou" significa río o arrollo pequeño y según nos dijo el guía, se diferencia de un río en que la corriente es muy leve. En el caso de Louisiana, estos bayous son antiguos afluentes del río Mississippi. Salimos muy tempranito, nos hicieron una breve demostración y de ahí emprendimos rumbo. También fueron Natalia, Fernando y Silvia, así que me tocó hacer pareja con ella pues las canoas eran de a dos. Creo que lo hicimos bien, en términos generales, no fuimos las últimas, eso ya es bueno y no caímos al agua, aunque nos chocamos algunas veces con la orilla, pero sólo eso. Llegamos a nuestro destino justo antes de morirnos de hambre, tuvimos un rico almuerzo con sándwiches en el City Park y luego volvimos a la universidad. A las tres de la tarde estábamos en casa otra vez, listos para seguir con lecturas, así que estuvo ideal. (En la foto el punto de partida en el Bayou St John).
Luego de eso, próximos a Halloween, la OISS organizó una tarde de calabazas y café. Así que nos dieron calabazas para tallar. A mí me tocó trabajar con una chica holandesa, creo que lo hicimos bien. Me dejó llevarme la calabaza para iluminarla en la noche. A su vez en el pedazo de pastel que me tocó, me vino un anillo de tela de araña (de plástico por supuesto), muy bonito. En la noche encendí mi calabaza en la entrada de casa y fui muy feliz. Es la mar de divertido, nos dieron un librito con modelos, utensilios inofensivos para no dañarnos, espero seguir haciéndolo cada año y perfeccionando mi técnica. Al final esa fue mi única celebración de Halloween porque el mismo 31 en la noche todos estábamos agotados y nadie quiso salir, además estuvo lloviendo todo el día. Justo después de lo cual vino una ola de frío que me obligó a comprar una nueva colcha de polar. Espero que ya con eso sea suficiente. Por esas fechas estuvo de visita en casa un amigo de Adam, así que tuvimos algunas pláticas en inglés, lo cual disfruté. 
Mi profesora de portugués, Suzanne, tuvo la amabilidad de invitarnos a ver una película brasileña en su casa, Tropa de élite (2007) de José Padilha. Había oído de esa película en el Festival de cine de Lima hace unos años, pero no la había visto porque decían que era muy violenta, pero la verdad creo que Ciudad de Dios lo es mucho más. Suzanne cocinó una deliciosa sopa de calabaza, con curry, también una sopa de frejoles pardos, horneó un riquísimo pan con semillas de calabaza y linaza, lo que acompañó con una cremita que ella misma hizo de alcachofas y espinacas. Encima nos invitó unas cervezas de las que su novio prepara, puesto que es un "brewer". La cerveza estaba muy rica y muy suave. En esa cena conocí a otras estudiantes de Suzanne de clases de portugués más avanzadas. Suzanne incluso nos dio comida para llevar (itacate en mexicano, leftovers en inglés). Luego nos fuimos todas caminando hasta mi paradero, ellas tuvieron la amabilidad de acompañarme a pesar de que llevaban bicis. No tuve que esperar al bus que llegó inmediatamente y estuve en cinco minutos en mi casa. Una noche linda, a pesar de lo violenta y un tanto desesperanzadora película.
Me tomé un café con una amiga de Danilo que es mexicana y que resulta vive en New Orleans y estudia en Tulane también. Me cayó muy bien. Luego pasé una tarde con Meng preparando nuestra exposición. Así que finalmente tuve la exposición sobre Borges y también la exposición sobre Guerra en el Paraíso de Carlos Montemayor, para la clase de Yuri. Con eso concluyeron mis presentaciones en todas mis clases, ahora sólo quedan un par de reportes más y los trabajos finales. Otras lecturas interesantes que hemos tenido en estos días han sido ¿Por qué no dijiste todo? de Salvador Castañeda y los poemas de Roque Dalton y Ernesto Cardenal. 
Mis clases personales de inglés acabaron, disfruté mucho de las sesiones con Jamie y creo que aprendí bastante también, sobre todo me sirvió para tener más confianza en mi inglés. 



domingo, 20 de octubre de 2013

New Orleans Film Festival


Aunque hubiera querido disfrutarlo mucho más, al menos pude ver algunas de las películas que pasaron en Prytania, que es el cine que me queda más cerca, como parte del 24th Annual New Orleans Film Festival. The Pleasures of Being out of Step de David L. Lewis, es un documental sobre Nat Hentoff, uno de los primeros comentaristas de jazz, pero también un líder de opinión de la sociedad norteamericana. Destaca que se muestre lo bueno y lo controversial de su personalidad. Queda claro también que los músicos pasan pero los críticos quedan. Contamos con la presencia del director que respondió algunas preguntas. The Republic of Two de Shaun Kosta, la historia de una pareja, como toda historia de pareja, es feliz y triste, compleja, simple, difícil.  La mejor para mí fue Mandela: Long Walk to Freedom de Justin Chadwick, muy emotiva, muy interesante. Y Le Week-End de Roger Michell, con la espectacular Lindsay Duncan, más allá de los entretelones de la pareja y su necesidad de escapar a las normas sociales, fue bello ver a una mujer madura mostrarse sensual, sexual, erótica, es algo que no se ve muy a menudo y es reconfortante que la belleza no se estanque en la juventud, en lo fácil, sino que encuentre esos otros espacios plenos de vida. Varias de las funciones estuvieron presididas por música jazz en vivo (en la foto).

Aparte de eso, han seguido las lecturas: Mamita Yunai de Carlos Luis Fallas, Los recuerdos del porvenir de Elena Garro (otra vez), los cuentos "Ornella" y "Este-Oeste" de Martín Rejtman, Me llamo Rigoberta Menchú (otra vez). Entregamos ya los primeros reportes para la clase de Borges, sobre algunas lecturas de literatura mexicana y el reporte parcial en el curso de desplazamientos, pero la mayoría de los profesores aún no ha dado notas (nervios). Lo que sí pasé los exámenes de medio semestre de mi clase de portugués con buenas notas y mi profesora nos hizo una comida brasileña, cocinó pan de queso, arroz, frijoles y sopa de camarón, estuvo todo muy rico. Nos reunimos una noche con Esteban y Claudia en su casa, compartimos una bonita velada, también estuvo Alina. Llamé a Mikaela por su cumpleaños, me dio gusto oírla después de tiempo.

Me aventuré a hacer compras en Roberts, que estuvo bien, tiene buenas cosas aunque es pequeñito, igual las compras grandes es mejor en Walmart. Y también pude ir al mall a hacer algunas compras como mi ropa de baño, fui a lo que iba y me salí, pero se puede ir a ver varias cosas, sobre todo ahora que están de descuento por el cambio de temporada. Hizo un poco de viento pero luego volvió el calor, aunque nuevamente parece estar cambiando el clima.

Lo mejor fue ir a visitar los documentos custodiados de la Biblioteca de Literatura Latinoamericana de Tulane, pude ver el Mercurio Peruano y echarle un ojo. También vimos otros documentos muy interesantes. Nos regalaron galletas de chocolate en el camino. Y luego se organizó un picnic al borde del río Mississippi y pudimos oír blues en vivo en el centro de la ciudad. Así que pasamos dos tardes inmejorables. Un descansito después de tanto trabajo. Antes se empezar, el último tramo.

sábado, 5 de octubre de 2013

Un mes y medio

Así calladito, se pasó ya un mes y medio desde que llegué a la ciudad. Las cosas no han variado demasiado, si bien en principio acabé con los trámites, todavía tenemos pagos pendientes, de cargos que hace la universidad y eso es bastante. De otro lado, intenté movilizarme en bicicleta pero después de dos caídas parece que la solución no fue la adecuada. Fue bastante difícil encontrar una bici, luego ponerla operativa porque como la encontré en oferta tenía la cadena suelta. Pensé que era por eso que me había caído, pero al parecer es que la bici es muy grande para mí, pero entonces tuve que venderla. Pero ya le había puesto canasta, un timbre, el candado, además de inscribirla en los registros de la universidad. Así que por el momento, no quiero saber de bicis, hasta que me cure mi herida en la rodilla y sopese el tiempo, antes que el dinero, que deberé invertir en tener una nueva. De otro lado, los lugares para hacer compras son lejos y me conviene ir en shuttle y volver en taxi, así puedo comprar para quince días y olvidarme de las compras en ese tiempo. A su vez cuando llueve es difícil salir con la bici y creo que arriesgado. Finalmente el tiempo que gano en distancia lo pierdo luego en estacionar porque hay tantas bicis que a veces encontrar lugar es súper difícil. Los buses ya mostraron su lado menos amable, como una vez que lo esperamos y nunca pasó, la web decía que se había suspendido el servicio, pero apareció luego de varias horas. Al parecer un tranvía pronto empezará a operar delante de mi casa, lo cual me hará muy feliz, a ver si logro al fin ampliar mis dominios porque sigo quedándome en los alrededores de la universidad.

Las clases han seguido igual de intensas y difíciles. Solo el calor ha menguado un poquito. Han habido algunos eventos en la universidad con recepción, comida y bebida gratis. El que más me gusto fue el Open House de la biblioteca en donde vendieron libros, imagino que repetidos. Me moderé y compré poquitos, pero de todas formas fue una gran tentación. También participé en un taller para opinar sobre la biblioteca y su página web. Fue la despedida de Camilo que se va a Berlín. Descubrí que conoce a Stalin de Stony Brook. También Kyle es de Stony Brook. Fuimos a comer pizza a un lugar realmente bueno que se llama Slice. Tuvimos un paseo con la oficina de estudiantes internacionales (OISS) que nos llevo a varios lugares turísticos del centro de la ciudad y también cerca al lago. Estuvo bonito, pero no pude bajarme en el French Quarter (en la foto), solo lo pude ver desde el bus. Empecé las clases de inglés que son muy buenas,  en la parte presencial conversamos entre todos, la mayoría vienen de China, pero también hay alumnos de Indonesia por ejemplo. Luego en la parte virtual hay muchos ejercicios y videos, lecturas, es muy interesante. Además como parte de ese curso también tenemos conversaciones con una nativa del idioma, la mía es Rachel que está en mi clase de desplazamientos, así que resultó que ya la conocía. Solo hemos tenido la primera sesión pero se espera que tengamos una por semana. Eso me ayuda mucho no solo para mejorar mi inglés sino para que me aconseje sobre asuntos culturales que siempre hay.
Pude ir al cine finalmente, es un cine viejito, como de barrio, que se llama Prytania. Vimos The Butler de Lee Daniels. Fue toda en inglés y casi no entendí los diálogos pero creo que entendí la película en general. Pero luego de eso ya no pude volver a ir. Ese cine queda cerca de casa de Natalia. Su zona me gusta más porque tiene muchos lugares para hacer compras, también bares. Es verdad que yo también tengo una calle cerca pero no he ido a explorar. Ir sola no tiene mucho chiste. Hemos querido ir cada fin de semana al centro comercial pero ha sido imposible, siempre ha habido algún impedimento. A ver si para el descanso que tenemos por el otoño es posible ir a algún lado, al menos al centro.
He encontrado una variedad de cosas que cocinar y puedo comer en casa casi a diario, es más económico que hacerlo en el comedor y más saludable y más rico porque luego de varios días yendo a comer ahí la comida ya no me gustó tanto.
Fernando y Natalia siempre me acompañan a mi casa luego de clases, sobre todo el martes que terminamos tarde. Los demás días salgo temprano así que realmente no hay necesidad, pero a veces también me acompañan. Con ellos siempre estamos hablando y mandándonos mensajitos, son buenos amigos. También hacemos las compras juntos. Con los demás nos vemos en clases y en los eventos. Lamentablemente Meng no siempre puede ir porque le queda lejos de su casa.
Mi papá finalmente tiene ya un teléfono inteligente y nos podemos hablar por whatsApp. Eso me alegra, que al menos por el whatsApp estoy comunicada con muchas personas. También hablo bastante por el Skype y por supuesto escribo en el correo. Qué sería de mí sin todas esas facilidades que hoy tenemos. Pensar que antes escribía cartas a México que demoraban como tres semanas en llegar.
En cuanto a las lecturas, sigo full time con Borges, sin duda que al terminar la clase habré leído todo. En literatura mexicana he leído Cartucho de Nellie Campobello, Los de abajo de Mariano Azuela (otra vez), Rescoldo de Antonio Estrada. En literatura centroamericana es donde he encontrado autores completamente nuevos para mí como Salarrué, Cuentos de barro, Un día en la vida de Manlio Argueta, El señor presidente de Asturias, Blanca Olmedo de Lucila Gamero de Medina. Me gustan mucho estas lecturas. Un gran descubrimiento ha sido también Jesús Díaz, La piel y la máscara, así como Informe de París de Paula Wajsman. Y seguro seguirán los libros interesantes.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Tulane University

Me gusta levantarme en la mañana y escuchar WWOZ 90.7 con lo mejor de la escena musical del jazz en New Orleans (o Neworlins como le dicen aquí). El clima es tropical a todo dar, calor siempre rondando los 30 grados y una lluvia que no atemoriza porque refresca. Al menos un par de veces a la semana camino 25 minutos para ir a la piscina de la universidad y nadar por 45 minutos, luego camino de regreso a casa o voy a mi clase de portugués que es a las 9am y un día a la semana a las 9:30am. Tengo el deseo de que sean tres veces a la semana que vaya a nadar, pero aún no lo logro porque el cansancio me vence.
Aunque traje chompas delgadas por si hacía frío, el clima es siempre caliente y no es necesario si uno está en el exterior, el problema es cuando entras a algunos de los edificios de la universidad, a los supermercados, a un restaurante o cualquier otro lugar cerrado con aire acondicionado en el que por un rato estás bien pero luego empiezas a congelarte los pies, las manos y la nariz. Difícil por tanto comprender por qué las casas tienen alfombra, por qué incluso los baños del centro deportivo de la universidad tiene alfombra, en una ciudad que evidentemente no necesita lugares calientes sino estructuras frescas (para de paso evitar el exceso de uso del aire acondicionado).
Si no voy a hacer ejercicio hago quince minutos de camino a la universidad, esto cuatro días a la semana o cinco días a la semana, al menos. Sin embargo, aún no me siento del todo familiarizada con la zona puesto que he estado dedicada a los trámites y a las lecturas para las clases que empezaron pocos días después de mi llegada.
Gracias a Fernando he conocido algunas zonas más alejadas del campus universitario, como el Mid-City, City Park, el lago, los Bajús (lagunas) y algunos buenos restaurantes, a él también debo agradecerle que fuera por mí al aeropuerto y que me llevara a hacer compras y me mostrara la universidad, los alrededores y la ciudad en primer lugar. Lamentablemente Fernando se ha ido a España un par de meses porque está de sabático así que me he quedado huérfana en la ciudad.
Como aún no he ido mucho más lejos de los alrededores de la universidad no me sé movilizar muy bien, pero ello es debido también a que cuando lo he hecho la movilidad no es muy rápida, no es muy buena o no es muy extendida. En comparación con otras ciudades como México o Nueva York, porque en relación con Lima el transporte es fenomenal, es seguro, tiene aire acondicionado, es limpio, es ordenado y quizá un poco caro para nuestro estándar, pero necesario.
Lo mejor han sido mis profesores y mis compañeros,  todos muy amables, buenos, cercanos. Lamentablemente no tenemos demasiado tiempo de interactuar por la cantidad de ocupaciones en las que estamos metidos. Estoy llevando un curso sobre Borges con Idelber Avelar, un curso sobre literatura del desplazamiento con Antonio Gómez, literatura centroamericana con Maureen Shea y literatura mexicana con Yuri Herrera. Esta última es la única clase de la que me arrepiento, no porque Yuri sea mal profesor, por el contrario, sino por una razón puramente personal, que parte de mi corazón está todavía en México y yo ignorando esa realidad o creyéndola superada, le hago sufrir por todos los recuerdo que le evoco.
Aparte llevo clase de portugués y empezaré pronto clase de inglés como segunda lengua, para perfeccionar mi comunicación en inglés que es uno de los principales propósitos de esta nueva estancia en gringolandia. Con eso estoy más que copada de tiempo, tan así que recién hoy tengo oportunidad de actualizar estas páginas de viajes y aventuras mientras me tomo una cerveza Abita (amber) que es la más popular en la ciudad. Hay otra llamada NOLA que no me gusta tanto porque la siento aún más dulce.
Mi casa es linda y está muy cerca de la universidad, lo cual hace la vida mucho más fácil, aún así necesito una bicicleta para ahorrar tiempo, porque tiempo es lo que más necesito, para no hacer sufrir a mi espalda con los libros que debo cargar y para resolver algunos asuntos cotidianos como las compras. También ya tengo teléfono celular inteligente e incluso con llamadas al exterior, lo cual me hace sentir más tranquila y me permite estar comunicada, que es muy importante en estas lejanías. No pudo ser iphone porque era muy complicado.
Todo mi mundo ahorita gira en torno a la universidad (en la foto), la cual es muy bonita, pero ya llegará el momento de extender mis dominios. Por ahora estoy contenta, aunque a veces también me hace falta una compañía.
Generalmente como en casa pero el comedor de la universidad es bueno, tiene gran variedad de comida, entre ellas sushi que es mi favorito. Pero también comida china, hindú, mexicana, libanesa, italiana y mucho más.
Lo que más me gusta no es solo la cantidad de árboles hermosos que hay en la ciudad, sino el cielo azul, las nubes blancas algodón y un ruido de cigarras ensordecedor que destila vida.

domingo, 18 de agosto de 2013

Adiós mi Lima bella

Finalmente tuve mi cita en la embajada norteamericana y me dieron mi visa de estudiante por cinco años. Retomé algunas sesiones con Fryné para repasar con ella reflexiones que he tenido sobre mí y para irme un poco más fortalecida en esta nueva aventura del doctorado. Fui donde la dentista que me hizo limpieza y me despachó por un año, espero volver a librarme de las caries la próxima vez. Renové mi DNI y concluí con los pendientes en Runa.
Fui con Tabata a escuchar a Eva Ayllón a la Feria del Libro, presentó un espectáculo dedicado a Chabuca Granda que estuvo excelente. Cantó varias canciones que yo no había oído.
Tuve la grata sorpresa de que pasó por Lima una amiga de Stalin, también colombiana, llamada Pilar. Así que salí con ella, estuvimos en un recital de poesía en la librería Sur, luego fuimos a Barranco, la pasamos muy bien y me alegró tener una nueva amiga. También estuve en la presentación del nuevo libro de cuentos de Rocío, Reina del manicomio. Finalmente acabé de leer Reality Hunger, y sigo sosteniendo lo que ya había mencionado al inicio, demasiado largo, algunas ideas interesantes pero que pudieron decirse de forma más directa y demasiado gringo para mi gusto. Y me leí El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince, regalo de Stalin. La disfruté mucho. Estuve también en la presentación de la plaqueta que hizo Carmen Ollé en Sur, Réquiem.
Y agosto empezó y trajo la alegría del Festival de cine latinoamericano de Lima pero también las despedidas. Entre las películas que vi están Las cosas como son (Chile) de Fernando Lavanderos, Carne de perro (Chile) de Fernando Guzzoni, La pasión de Michelangelo (Chile) de Esteban Larraín, que lamentablemente vimos comenzada porque pusieron mal el disco en Cineplanet San Miguel; Todo lo que necesitas es amor de Susanne Bier, Tercera llamada (México) de Francisco Franco, Edificio Royal de Iván Wild, El sonido alrededor (Brasil) de Kleber Mendoca que lamentablemente nos fue interrumpida por una vendedora de caramelos, justo en el momento cumbre de la tensión fílmica; No quiero dormir sola (México) de Natalia Beristáin, Wakolda (Argentina) de Lucía Puenzo, 7 cajas (Paraguay) de Juan Carlos Manegla y Tana Schémbori, La película de Ana (Cuba) de Daniel Díaz Torres, Viaje a Tumbuctú (Perú) de Rossana Díaz Costa con música original de Abraham Padilla; Beasts of the Southern Wild (USA) de Benh Zeitlin y La revolución de los alcatraces (México) de Luciana Kaplan. Todas las disfruté mucho pero mi favorita para el premio en ficción sería 7 cajas y en documental la indiscutible mejor película peruana del año Sigo siendo de Javier Corcuera, un homenaje al agua y a la música y la conjunción de ambas que es lo que nos da la vida (en la foto). La cual vi gracias a las influencias y generosidad de Chaska a quien estoy y estaré eternamente agradecida por ese bello regalo de despedida, así como a Javier Corcuera que la creó en primer lugar.
Las maletas ya casi listas, mucha emoción pero también tristeza de dejar mi tierra bella y todos los que más quiero.

domingo, 28 de julio de 2013

El mes de la patria

El vuelo de regreso a Lima estuvo bien, llegué y hacía un frío terrible. O tal vez lo sentí más por regresar del calor infernal de la veraniega Cuba. Sea como sea me enfrié y me resfrié. El día de mi cumple lo pasé tranquila en casa pero me fui a dormir temprano pues además de que tenía el cansancio del viaje ya me estaba pasando factura la gripe. Me puse al día en mis correos y retomé los pendientes de Runa y del libro sobre Ollé. Estuve tomando tocosh para el resfrío y me hizo muy bien. Por el cumpleaños de mi mamá vinieron sus amigos y estuvieron hasta tarde, comimos rico y la pasamos bonito, así que estuvo contenta. Fui con Gustavo a la exposición del Túnel de la Ciencia en la Católica. Nos decepcionó un poco, pensamos que era más interactivo y consistía en exposiciones. Si bien los temas científicos que presentaron eran interesantes, se había creado una gran expectativa que no fue cumplida. De otro lado el tiempo para ver la exposición era muy corto y no dejaba opción para preguntas. De todos modos algo aprendimos. Ese día Gustavo me invitó a almorzar en Waffles & Crepes y yo le invité un cafecito en La Baguette.
Melina hizo una reunión en Barranco por su cumple, en un lugar muy bonito llamado Cadáver Exquisito. Me gustó mucho, tomamos un rico vino caliente y muchos piqueitos deliciosos como papitas con cáscara, yuquitas, aceitunas, todo a un precio muy económico. Pero esa salida justo cuando estaba por curarme de la gripe no me hizo bien, hablé mucho en una noche muy fría y me quedé sin voz. De todas formas disfruté la reunión, conocí a amigos de Melina que no conocía, con otros me reencontré y lo más simpático fue que la mayoría se conocían también por otros lados. El domingo visité a mi papá cuando todavía se me oía un poco, pero luego me quedé en casa esperando curarme del todo, tuve que tomar las hierbas medicinales. Mi mamá también se enfermó así que estuvimos las dos en lo mismo.
Vino Inés de paso por Lima y nos fuimos a comer rico a La Red, conversamos largo y terminamos con un cafecito en Don Maminos. Inés me trajo una copa menstrual que empecé a usar y me gustó mucho, aún tengo que acostumbrarme a ponérmela y sacármela, pero me parece que realmente es un ejercicio ecológico responsable.
Fui con Rodo por su cumpleaños a Don Bosco, donde probé un delicioso lomo saltado de pescado que estoy con ganas de volver a repetir. Y como somos unos glotones, además nos comimos una ocopa que no probaba hace tiempo y estaba muy rica, también la chicha. En fin, un lugar altamente recomendable. El domingo fuimos con Inés y unos amigos al Tanta para charlar y a Inés todavía la vi al día siguiente para un café como despedida. Me apenó mucho que su viaje fuera tan corto y no saber cuándo nos volveríamos a encontrar.
Me hice el examen del papanicolao que salió negativo. Me ofrecí para validar unas pruebas de memoria y fui a que me hagan los test, estuvo interesante la experiencia. Fui a la exposición de Sabogal y comí una rica trucha en el restaurante de La Muralla que me habían recomendado distintas personas. También vi la exposición sobre Edgardo Rivera Martínez en la Casa de la Literatura. Me reconfortó saber que él publicó su mejor obra, País de Jauja, a los 60 años, así que aún tengo tiempo. Fui a escuchar a la Orquesta Filarmónica de Bogotá en el Teatro Nacional. Está bello y la orquesta estuvo excelente, dirigida por el mexicano Enrique Diemecke, que es muy simpático, primero explicó de qué trataba la obra de Mahler, la quinta sinfonía, que presentó. Al final tocó unas piezas peruanas. Estuvo muy bien.
Salí con Ricardo una noche a Miraflores, me enseñó dos buenos lugares, uno para tomar cervezas y otro de comida árabe llamado Tierra Santa. Fui al cumpleaños número uno de mi sobrino Gustavito, así que ahí pude ver a mi tía Nora, a Elena, a Carolina, fue una noche bonita. Me apenó un poco ver a Gustavito tan crecido, ahora quiere caminar y ya no se lanza a los brazos como hacía cuando lo conocí y era bebé.
Empezó la 18 Feria Internacional del Libro de Lima. Fui a la presentación del libro de Claudia Salazar, La sangre de la aurora, que transcurre en la época de la guerra interna en el Perú. También fui a la presentación del poemario en cómic Bendita eres de Mellissa ilustrado por Sandra.
Tuvimos unos días muy terribles porque se eligió un Tribunal Constitucional totalmente deplorable y una Defensora del Pueblo, igualmente favorable al Estado que no iba a defender a nadie. Pero a pesar de que esas prácticas tan caras del fujimontesinismo nos aterraron, los jóvenes y la sociedad civil en general se levantó lo que hizo retroceder la decisión del congreso. Así que participé del plantón en la Plaza San Martín en contra de la repartija (como le llamaron a la imposición de estos personajes en dichos puestos claves del poder). Ahí me encontré con Juan y caminamos un rato juntos. Yo quise ir con Tabata pero no la encontré. Luego hubo una marcha pero yo tenía que trabajar ese día y no pude llegar. Pero me he sentido muy contenta y orgullosa de mi pueblo al verlos levantarse para protestar por las injusticias, previendo situaciones de mayor gravedad. Eso me hace pensar que este gobierno tendrá que mantenerse firme en la democracia. Lo cual deseo de todo corazón.
Fui al dentista y retomé sesiones con Fryné. Con mis hermanos me he visto todas las películas de niños que se han estrenado: Monsters University, la secuela de Mi villano favorito, Turbo. Y en casa hemos visto Super 9 y Nausicaa. Todas las películas las he disfrutado y ha sido un bonito momento para compartir entre hermanos. También he visto Titanes del Pacífico que estuvo mejor de lo que esperaba y Superman que estuvo mas bien decepcionante. Por su cumpleaños mi papá invitó a mi tía Mirtha a almorzar así que pasamos una bonita tarde con ella, mi prima Karina, Dafne, mi abuelita, después de mucho tiempo que no nos reuníamos. A Tabata la he estado yendo a visitar los lunes desde que me enteré que ese día se queda en casa lavando. Ya estoy terminando los informes pendientes, estoy trabajando con Rodo la diagramación de uno de ellos, por lo que lo veo con cierta frecuencia, que es algo que no siempre ocurre. También he visto a Luz, a Hipólito, hemos salido a comer y tomar algo, a pesar del frío que sigue, muy intenso por momentos y casi insoportable por otros. He visto también a Alfredo, un amigo que conocí en el cumpleaños de Melina y que ha sido profesor de Inés porque es antropólogo también. Es que como siempre digo, el mundo es un pañuelo.
Con Gustavo intentamos ver Del lado del corazón de Francisco Adrianzén, un documental sobre la izquierda peruana, pero la sala en la que lo proyectaban era muy pequeña y la cola era inmensa, así que no llegué. Hemos seguido jugando tren con mi tío Pepe, aunque yo tuve una victoria fue efímera porque luego mi mamá siguió ganando como siempre.
Quisimos salir por fiestas pero las carreteras están con problemas por nevadas que han habido en Ticlio así que nos pareció mejor quedarnos en casa. Siguiendo con mis lecturas pendientes y urgentes de amistades cercanas, leí el poemario de Lila, El rumor de los bordes; de Virginia, Sueños de un Bonzo, la antología El Tejedor en Nueva York y Ejército de Rosas, el libro de Osdany Morales, Papyrus. Y con eso concluí los comentarios que debía. Sigo todavía con Reality Hunger y he empezado Life on Mars de Tracy K. Smith. Estamos en plenas fiestas patrias celebrando de corazón a esta tierra bella que tanto amo.

miércoles, 26 de junio de 2013

Difundo la Carta a Ollanta Humala de los Ciudadanos por el Cambio


Lima, 25 de junio de 2013

Teniente Coronel(r)
Ollanta Humala
Presidente del Perú

Señor Presidente,
Le enviamos esta carta pública para decirle que ser Presidente de un país exige actuar siempre con la verdad, cumplir con las promesas y hacer un uso austero del poder que se tiene. Le decimos todo ello porque luego de leer su entrevista ofrecida al diario español El País, constatamos que hay olvidos y tergiversaciones que no se condicen ni con la verdad ni tampoco con su calidad, como bien dice usted, de Presidente de todos los peruanos.

En primer lugar, la izquierda, desde los tiempos del Amauta José Carlos Mariátegui, nunca ha abandonado la bandera de la justicia social. De otra parte sería bueno recordar que quienes colaboraron de manera decisiva en la preparación de las bases ideológicas del Partido Nacionalista fueron personas de la izquierda.

Fue a la gente de izquierda, de Ciudadanos por el Cambio (CxC), que se nos encargó la preparación del Plan de Gobierno, porque, como usted dijo, se contaba con nosotros para gobernar porque no se tenían cuadros en las filas de su partido nacionalista. Fue así que se conformó un equipo bajo la conducción de Félix Jiménez, donde participaron más de 30 profesionales, entre los cuales solo hubo un nacionalista. Proceso similar se vivió durante la elaboración y redacción de la llamada Hoja de Ruta en la que participaron activamente miembros de CXC, así como otros profesionales e intelectuales independientes y otros partidos políticos.

Durante todo este proceso nosotros nunca pedimos alguna cuota de poder, como usted afirma, ni mucho menos ser ministros, vice ministros, asesores ni funcionarios; ni participamos en la repartición de cargos.  En realidad, fue todo lo contrario. Fue usted quien les planteó a miembros de CXC ocupar cargos importantes del futuro gobierno. Y si bien ello no se cumplió, mantuvimos nuestro compromiso de colaboración con su gobierno. 

En segundo lugar, no es cierto que nos fuimos de los cargos porque no “aguantábamos” las presiones ni porque queríamos más cuota de poder. Nos fuimos porque se privilegió el autoritarismo y la represión al movimiento popular frente al diálogo y la concertación, que era el compromiso que asumimos con usted y con el pueblo peruano.

En realidad, fue usted quien cambio, olvidándose de sus promesas electorales al privilegiar la explotación y exportación de los minerales concentrados frente a la industrialización de los mismos; al defender la continuidad del modelo económico neoliberal; al dejar de lado la propuesta de llevar a cabo el desarrollo de una economía nacional de mercado, alternativa al modelo económico del neoliberalismo; al negarse a restaurar los derechos laborales de los trabajadores y a poner en marcha políticas sociales de contenido universal;  al propiciar políticas que dañan nuestra ambiente y que obvian la consulta previa;  al optar por los tratados de libre comercio y bloquear el actual proceso de integración sudamericano.

En tercer lugar, de las 14 reuniones que hubo con la izquierda, usted dirigió las tres primeras. Ahí, de usted sólo escuchamos alabanzas y reconocimientos. A la izquierda que ahora llama “acartonada”, usted le propuso la vocería política a Carlos Tapia durante 4 años y la defensa de su candidatura ante los medios. Y  en la campaña del 2011 usted designó a 5 representantes de la izquierda que por disposición suya viajaron a diferentes regiones a exponer el Plan de Gobierno de la Gran Transformación.

En cuarto lugar, la Comisión de Campaña del 2011 fue dirigida por Salomón Lerner y en ella participamos 5 miembros más de la izquierda y 4 del Partido Nacionalista. Fue, además, un miembro de la izquierda quien dirigió su campaña presidencial fuera del país. 

Por último, elo que sí tiene razón señor Presidente, es que los congresistas de la izquierda miembros de la bancada de GANA Perú "no aguantaron" la falta de discusión interna en torno a la agenda parlamentaria y no aceptaron el método de "votar según las directivas de Palacio", para luego constatar la deshonesta y vengativa actitud de la mayoría de la bancada de su partido y de su gobierno, en alianza con la derecha, el APRA y el fujimorismo, a favor de la falsa acusación contra Javier Diez Canseco para intentar mellar su honorabilidad y su trayectoria de izquierda.

Finalmente queremos decirle que hacer lo contrario a lo que se predica y permitir que aquellos que perdieron las elecciones gobiernen este país, no es el camino correcto para transformar nuestra democracia.

Aunque ahora las cartas le resultan irrelevantes, como menciona en su entrevista, le hacemos llegar ésta, demandando una pequeña dosis de lealtad y veracidad, virtudes que reconocimos en usted desde el año 2005 hasta fines del 2011.


Atentamente,
Cecilia Israel
Coordinadora Nacional

Ciudadanos por el Cambio CxC