sábado, 28 de agosto de 2010

Una experiencia Spiritual 1


Como todas las despedidas, son tristes pero también intensas. El jueves en la noche fui con mi mamá al concierto de Pedro Guerra, yo lo he oído poco pero realmente disfruté mucho de conocerlo en vivo. Contó anécdotas muy divertidas y la música estuvo muy buena. Me gustó sobre todo una canción que dice "Daniela", de la que recuerdo su nombre y varias otras de las que no lo recuerdo. Me he dado cuenta que esta es la forma de entrar más directamente a la música y los músicos, nada de discos, de radios, de youtube, sino verlos en vivo.
El viernes empecé a colocar mis máscaras y otras cosas en mi depa nuevo, recibí mi llave y pues lo tuve que dejar así, como un espacio latente y latiendo. Almorzamos en casa con todos y todas, quinua, causa, souflé de lúcuma, estuvo muy rico. Luego pasaron Rocío e Inés y Rodo me alcanzó en el aeropuerto.
Había comprado este pasaje en Spirit porque estaba mucho más barato y sabía que no me darían comida pero no sabía que los asientos eran estrechos y que no se podían inclinar. Si bien la tripulación era amable, de llegada no más me dijeron que el vuelo estaba atrasado una hora y de que perdería mi conexión para Nueva York así que me estaban buscando otra y que me darían el pase en el gate. Al entrar me lo dieron casi al final y resultó que no llegaba a las 10am como tenía previsto en un inicio sino a las 5:30. ¡Bububu! Felizmente me llevé el celu y mi mamá me llamó para saber de mi conexión, ya habían pedido que apaguen los celus, pero esperé un ratito y entró la llamada, uff. Así que mi mamá pudo avisar a Mikaela y Mikaela a Marguerite, que es el nombre de la persona en cuya casa me voy a quedar. En fin, el vuelo fue incómodo porque además una mujer a mi lado estaba llorando, lo cual no era el problema sino que se disculpaba por hacernos pasar tan mal momento. Explicó que iba a un funeral. En realidad a mí me parecía que ni tenía que explicar y que podía llorar todo lo que quisiera sin sentirse culpable de nada. Más bien me incomodó que fue como veinte mil veces al baño y como yo estaba en el pasillo pues me despertaba cada vez que yo lograba una posición cómoda para descansar un poquito. De eso en cambio, no se disculpó. Finalmente llegamos a Miami, pasé migración sin mayores problemas, recogí mi maleta pero para ir al nuevo vuelo tenía que ir al terminal 2 y estaba en el terminal 4. Al salir hacía un calor del demonio y eran apenas las 7 de la mañana. Fui hasta el otro lado para tener que regresarme con las mismas pues no estaba registrado mi pasaje. Me dijeron que tenía que esperar a que el sistema lo pase, hasta medio día y me aseguraron que no iba a ser necesario que vuelva a ir hasta el otro terminal, lo cual no quería pues sólo dentro de los terminales hay aire acondicionado. Al inicio fue un alivio lo del aire acondicionado pero ahora ya parece el polo norte. No quiero imaginarme cómo está el calor afuera. Felizmente hay internet y sólo puedo esperar a que el vuelo salga pronto y llegue sana y salva a la gran ciudad. Pero en conclusión esta aerolínea no me gustó mucho que digamos.

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