martes, 18 de enero de 2011

¡¡Feliz día Lima!!


Me compré un nuevo celular porque al mío ya no le duraba nada la batería, pero fue un dolor de cabeza porque me dieron 30 minutos gratis de llamadas con el nuevo chip pero me lo quitaron porque puse el chip en otro aparato. No se molestaron en explicarme las condiciones de la promoción, pero además, ¿por qué no iba a poder ponerlo en otro aparato? En fin, así es Telefónica, una timadora. Pues para esto cuando quise quejarme mi teléfono fijo (también de telefónica) estaba malogrado. Un desastre. La próxima me compro palomas mensajeras. Retomé mis citas con Fryné, lo cual me hizo mucho bien porque no me andaba sintiendo bien y vamos a ver la posibilidad de seguir con la terapia vía skype (la modernidad, ya no ya). Vi a Gustavo y a Rodo el miércoles y estuve intentado ver a Rocío pero no se pudo. A quien sí pude ver fue a Conce que me trajo varias cosas de Unique. El viernes fui a Gamarra ha hacer compras, me compré una ropa de baño para poder hacer natación en la universidad. El sábado vinieron a hacer algunos arreglos en la casa y colgué varias cosas que había pendientes para adornar mejor el espacio. Almorcé con mi papá y en la noche fui al teatro a ver una obra en la que participó Tabata, Lunfardo (en la foto). Ahí estuvo también Dani, que acababa de llegar de Chile. Mi mamá ya se sentía mejor y se animó a ir también. Mientras esperábamos que Tabata se cambiara (lo cual demoró horas) nos pusimos a jugar con un globo y conversar de política y la gente que estaba por ahí también se acolleró a la conversación y fue divertido. Volvimos a casa acompañadas de Dani. El domingo desayunamos tarde y nos fuimos a Minka. Yo estoy manejando porque a mi mamá le han prohibido manejar, sólo en emergencias. De ahí fuimos al Gramadal pero agarramos al chef cansado, igual comimos bien. De ahí quisimos ir al cine pero había sido mucho trajín y yo me puse a ver mi serie y mi mamá se durmió temprano. El lunes fuimos a polvos por una maleta para llevarme, la que tenía no tenía rueditas y eso es un dolor de cabeza y de brazos. Almorzamos en casa, de ahí me fui a ver a Inés y Danilo que volvieron de España, ¡yupi! Y en la noche me encontré con May en Miraflores, nos tomamos un cafecito y conversamos muy a gusto. Me tomé una cervecita en honor a Lima de mis amores que cumple 476 añitos de vida. Ya estoy con un pie aquí y otro allá porque el mismo día que llego tengo una reunión y mi primera clase de español. Me han puesto en el nivel 2, lo cual me hace sentir bien pero también será bastante trabajo, porque ahí se tiene que ver varias cosas de gramática. Y pues ese día también empiezan mis clases, tengo Taller de poesía con Mariela. Así que bueno, a aprovechar los días que quedan por mi Lima bella, tan calurosa y soleada estos días que me da nostalgia.

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