martes, 4 de enero de 2011

2011


El lunes fui al gimnasio, tuve evaluación física y como era de esperar me dijo César que había perdido tono muscular, claro que también peso, pero que había que fortalecer y cambiar grasa por músculo, así que me mandó una nueva rutina. Después de desayunar me fui al dentista, pasé un rato por la exposición de los trabajos de los presos en el ICPNA de Miraflores, vi un ratito a mis hermanos ahí, pero de ahí me fui a la notaría y a la municipalidad. Como seguía con la tos, cada vez peor, el martes fui al mercado temprano y me compré mis hierbitas para empezar el tratamiento de una vez (quienes no sepan es huira huira, borraja y muña, se hierve en un litro y medio de agua y se toma tres veces al día por siete día, al tomar caliente, se le pone además tres hojas de hojas de geranio). Almorcé con mi papá y regresé a hacer compras con mi mamá porque se malogró la refrigeradora y como era la segunda vez ya no valía la pena volverla a reparar. El miércoles nos fuimos a Minka para comprar todo lo de la cena de navidad y en la tarde otra vez al dentista. El jueves ya me dolía un poquito todo de la nueva rutina, desayuné con Inés en su casa, pudimos conversar un rato al menos, de ahí me fui a Runa para el almuerzo de fin de año y el intercambio de regalos. En la tarde fui al aeropuerto a recoger a Rubén, había un tráfico terrible y me demoré un montón. Dejamos las maletas en el depa, nos bañamos y cambiamos porque hacía bastante calor. Fuimos a ver Los músicos ambulantes con Joel y Alexis. De ahí los embarcamos y nos fuimos con Danilo e Inés. Rubén tenía hambre así que pedimos pizza del Dinno's pero no estuvo tan buena como otras veces. Nos acostamos relativamente temprano porque todo el mundo andaba cansado. Danilo e Inés partían al día siguiente para España. Nosotros nos levantamos también temprano y fuimos a desayunar con mi mamá. De ahí fuimos al mercado por algunas cosas que faltaban para la cena. Almorzamos en casa y nos fuimos para Plaza San Miguel a comprar regalos que nos faltaban, estaba súper lleno, pero íbamos con paciencia. Preparé el arroz y ayudé con otras cosas en la cocina. En la noche llegó mi tío Pepe, Belissa, Jhony que llegó tarde, Fiorella, Francisco, Alexis y Joel, así que cenamos temprano, jugamos pictionary y luego los niños reventaron cohetes y abrimos los regalos. El sábado nos levantamos tarde y no desayunamos, seguíamos llenos de la cena. Nos fuimos con mi papá y pasamos el día ahí, nos invitó también lo de la cena: pavo (que yo no comí), arroz árabe, puré de manzana y ensalada. Al final panetón. Hicimos competencia y es más rico el Donofrio aunque Rubén diga que el San Antonio. Mi papá nos dejó en el Jockey Plaza y fuimos a ver Harry Poter y las reliquias de la muerte. Como yo ya sé la historia fue solo recordar y sí me dio miedo un poquito. Rubén pidió inmediatamente que le prestara el libro para completar la historia que se quedó a la mitad en la película. El domingo desayunamos en casa con mi mamá y de ahí fuimos al artesanal de Miraflores, almorzamos en el Mamá Lola. De ahí tomamos cafecito con churros con Rocío en el Manolo's. Y nos encontramos con mis primos y mi mamá para ver Tron en 3D. Estuvo chévere, yo no conocía la historia anterior, pero Rubén me contó y sí me gustó bastante. El lunes quisimos ir al Real Felipe pero aunque la web decía que estaba abierto estaba cerrado, así que hicimos un viaje a la china por las puras. Fuimos al artesanal a recoger unas cosas y volvimos al Callao para que Rubén comiera parihuela en Mateo. Le encantó. De ahí nos encontramos con Conce en Plaza San Miguel. El martes almorzamos con mi papá, queríamos ir al Punto Azul pero salimos tarde porque llegó el del teléfono y el técnico de la lavadora. Así que fuimos a otro restaurante que no resultó tan bueno. Después del cafecito y de otro crucigrama, mi papá nos llevó a Larcomar. Ahí vimos Una propuesta indecorosa de Aton Egoyan que a mí me gustó y Rubén dijo que no entendió nada. Es cierto que hay muchos vacíos, pero es el estilo del director creo yo. El miércoles fuimos a Gamarra a comprar ropa interior y de ahí al Estadio a almorzar con Rodo, tomamos el cafecito en el Tanta y regresamos a casa para preparar todo para la playa. El jueves salimos temprano para Asia, nos paró la policía y no teníamos SOAT, se había vencido y nadie se había dado cuenta. Felizmente lo compramos al toque y el policía nos dejó ir. La playa estuvo bien aunque estaba brava y el clima nublado, hasta frío. La pasamos tranquilo allá, leyendo, durmiendo, comiendo, paseando, jugando burako con Zoila, Chaska, Daniel y Susana. Rubén acabó el último libro de Harry y yo estoy por acabar Me llamo rojo. La víspera de Año Nuevo hicimos fogata y recibimos todo juntos, comimos las uvas, brindamos con champaña. El 2 desayunamos en La baguette en el boulevar, ahí nos encontramos con Laura y Sandro. Ese día que nos regresamos salió un sol fuerte, así que nos tostamos un poco. Nos vinimos directo por unos anticuchos en La norteña. El lunes desayunamos con mi papá en San Antonio. De ahí fuimos al artesanal por cositas que faltaban, regresamos a casa, preparé ají de atún. Almorzamos en la terraza con Gaby, Jesús y Belén. Tomamos cafecito con panetón. Nos fuimos a Dédalo por un reloj que sí encontramos y de ahí a Las brujas de cachiche por un pisco sour que Rubén casi se va sin tomar ninguno. Así que ahora empiezo mi rutina de este nuevo año. En la foto, un atarder en mi Lima bella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario