jueves, 22 de octubre de 2009

Memento mori en Lima




El viernes tuve que levantarme muy tempranito para ir a casa de Abraham a recoger los parantes para los micros, así que salí de casa 6:15 para evitar el tráfico de la Javier Prado, pero de todos modos algo nos tocó. Después de volver del gimnasio y desayunar, terminé de acomodar todas las cosas necesarias para hacer el altar, compramos las flores, velas, en fin. La idea inicial era ir en la mañana dejar todo listo y regresar a almorzar pero cambiamos los planes y después de almuerzo nos iríamos para ya quedarnos allá hasta la hora de la presentación. Y es que llegaba Alexis de Iquitos y fuimos por él al aeropuerto; está todo un adolescente, pero ha recuperado su espíritu patero, como era antes de su temporada en México. Así que después de almuerzo me fui con Inti para allá, apesar de que salimos temprano nos demoramos una hora en llegar porque había mucho tráfico. Descargamos y de ahí subimos todo al segundo piso de la librería. Pusimos el altar, el papel picado, el sonido, las sillas, algunos otros adornos, en fin, estaba casi todo listo. Me tuve que cambiar ahí, pero luego al llegar mi mamá bajamos las copas, los bocaditos; para esto ya eran las 6:45 y algunas personas puntuales empezaron a llegar, eso me puso nerviosa. Ahí nos enteramos de que la Plaza de Armas estaba cerrada porque a Alan García se le ha ocurrido que esa semana se celebra la semana de Lima, no sé por qué pues el aniversario de Lima es el 18 de enero. El asunto es que cerraron la plaza porque tocaba Grupo5 gratis. Así que ya se imaginan el despelote. Las personas que llegaron en micro no tuvieron tantos problemas, pero quienes venían en carro se les complicó o de plano ya no llegaron. Yo como no veo televisión no me entero de estos eventos que son vox populi. El asunto es que empezamos tarde, a las 8pm, sin Maggie. Rocío dijo unas palabras muy interesantes sobre los cuentos. Su favorito es "Tiempo perdido" por el estilo y el contenido, también mencionó "Lo que son las cosas", sobre la temática de la muerte como paranoia y "Tantas muertes Pedro" que ha sido rebautizado como "La carta al abuelo", para comentar de la muerte como presencia. A su vez dijo unas palabras sobre "Naturaleza muerta" y "La caverna", en los que apesar del montaje visual (del libro y de la presentación) que sugería un acercamiento lúdico a la muerte, las historias eran duras y contundentes. Sólo el último cuento le pareció una vuelta de tuerca final. De ahí leí yo el cuento "Naturaleza muerta". Hicimos un pequeño receso para que Maggie se acomodara y entonces salió y cantó cuatro canciones muy bonitas, una que no sé su nombre pero que dice "Qué lindo es volar a las 3 de la mañana..." y que contó era una canción de Veracruz. Por pedido mío cantó "Vértigo" de Chabuca Granda, que dice es una canción muy conocida pero yo sólo se la he oído a ella interpretándola y me encanta. Luego vino "La llorona", recién por ella me enteré que algunas personas dicen que es originalmente una canción española, aunque para mí es mexicana. Finalmente una canción peruana que no sé el título pero que sí había escuchado. Luego de eso, di una palabras de agradecimiento, omitiendo a un montón de personas y pasando de frente al brindis. Así que aprovecho ahora de mencionar a todas: a Juan y July por cederme el espacio de Commentarios, a Inti por ayudarme con el montaje y el desmontaje, a mi mamá por su apoyo para servir, para traer las copas y bocaditos, por su presencia constante; a mi tío Manuel que me prestó copas y vasos, a Tabata que me hizo una oferta especial en los bocaditos y llegó al final sólo a darme un abrazo; a Abraham que me prestó generosamente los parantes de los micros; a Belissa por su diligencia como anfitriona; a mi tía Teresa por las fotos que me prestó; a mi papá por poner el vino; a Rocío por sus cálidas palabras y su presencia; a Maggie por su linda voz; a Juan por las fotos y a todas las personas que asistieron: el gordo, Paula, Juan Manuel (y esposa), Dafne, Irene (las dos irenes), Tasha, Pashá, Hipólito, Virginia, Marlene, Susana, Zoila, Norma B, Doris, Inés, Danilo, mi tío Pepe, mi tío Óscar, Lesly, Maritza, Lizbeth, mi tío Javier, Antonio, Lorena, Alexis, Tere y Camucha, las amigas de mi mamá y todas a quienes quizá olvido mencionar en este momento. De los nervios olvidé decir que se vendía el libro ese día más barato, pero igual mucha gente me preguntó directamente y lo compró; así que para quienes no fueron mandé un aviso comunicando que el libro seguiría en la librería. También agradezco a las personas que se han intersado y me han escrito con saludos, aunque no pudieron estar presentes ese día. Así que disfruté mucho mucho la presentación, en su apogeo las sillas faltaron. Al final nos fuimos un ratito no más al Bolívar, donde nos alcanzó Rodo y de ahí a casa porque al día siguiente debía regresar a desmontar todo el escenario. Así que todavía el sábado continué con eso y aún el domingo que tuve que devolver algunas cosas que me habían prestado. Todavía falta el proceso de difusión, pero al menos la parte más trabajosa que fue la presentación pública del libro ya está completa. Mucha gente me escribió felicitándome y agradeciendo el buen momento vivido, así que eso me dio mucha alegría, fue una recompensa por el trabajo y el tiempo invertido.

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