miércoles, 31 de octubre de 2012

Altar de libros

Me mudé a casa de Oli, con ella hemos hecho este hermoso altar de muertos que es un altar de libros porque a falta de fotos hemos puestos los textos de quienes queremos recordar (en la foto). En casa de Oli nos hemos organizado muy bien, trabajando, conversando, acompañándonos, comiendo muy rico platillos que viene a preparar la señora Rosita, así que he aprendido algo en cuanto a culinaria mexicana (demostraciones a la orden sobre todo si les gustan las verdolagas, los nopales, la flor de calabaza, el huitlacoche). Concluí mi participación en el curso sobre Escrituras de la violencia con una clase sobre Toni Morrison y Gloria Anzaldúa que estuvo muy interesante, mucha gente se sintió tocada por el tema de lo híbrido y el racismo, que es algo actual que se vive en carne propia en este país como en todas partes, sobre todo ahí donde hay una fuerte tradición indígena. Ya estoy en la recta final de los trabajos con Oli e Inés, aunque parece que seguiré trabajando en otros temas con ambas. Rossy está de paso por México, así que ha sido una feliz coincidencia encontrarnos en otras tierras. Con Oli hemos estado yendo al cine una vez a la semana, vimos Histeria de Tanya Wexler y El día que vi tu corazón de Jennifer Devoldere, y también vimos en casa una película mexicana llamada Aquí entre nos de Jesús Ochoa y Carmen Beato. Me he encontrado con mis profesores del Colmex, con Lucía, con Ishita, con Juan Guillermo. He comprado algunos libros, inevitablemente, que creo empezaré a leer paralelamente con el de Lydia Davis porque ese sigue lento (pero a paso seguro). He visitado el Colmex después de mucho tiempo y lo he encontrado cambiado. Me encontré también con Martha del Pueg, quien ha sido tremendamente cálida y generosa, me presentó a su esposo que es del área de literatura, así que los tres hemos tenido una conversación de lo más amena y estimulante. He visto poco a Joaquín e Ixca, pero ambos están grandes y bellos. Inés regresó de Colombia y vinieron a visitarla su papá y su hermana, así que también hemos podido compartir con ellos y conocer a otras amistades suyas que no conocía, como Daniela que es una amiga brasileña muy simpática y agradable. Fue cumpleaños de mi hermana Ximena, le dieron mi regalo de Hello Kitty que le encantó. Hablé con Gaby por teléfono y es posible que venga a fin de año y nos veamos. También Rodo está a la espera de que cancelen la visa para los peruanos y pueda visitarme finalmente. Me encontré un par de veces con Rubén y hemos conversado bonito pero seguimos sin estar juntos. El clima ha estado muy bien, cálido, despejado, así que espero que siga así, aunque sí ha estado muy seco. Felizmente me ha tocado ir en dirección opuesta al tráfico así que la ciudad no me ha resultado tan agresiva, la disfruto y me reencuentro con ella con cariño.

jueves, 11 de octubre de 2012

Fantasma y memoria

Hace muchas semanas que no escribo en el blog porque a veces las palabras se suicidan y no pueden agregar nada más al silencio del corazón. Pero también porque no tenía nada realmente interesante que contar. De mi paso por Lima pues solo puedo acoplarme al rumor de las olas, acurrucarme ante la intensa humedad y alimentar en mí la presencia de mi familia más cercana con la que compartí algunas semanas. Vi a mi gran amigo Rodo, a Ricardo, a Tabata, a Gladys, a Jesús. Pero en términos generales pasé de incógnita para evitar preguntas embarazosas y respuestas esquivas. Disfruté de la rica comida casera y de los deliciosos platillos de Irene, de la compañía de mi tía Martha, de mi mamá, del juego del burako. Y pasé varias tardes con mi papá, mi abuela, mis hermanos. Aproveché de ordenar la biblioteca (lo que se pudo) y de organizar pendientes, aunque como supondrán quedaron otros tantos todavía por hacer. Estoy ahora en México. Me recibió mi querida Inés y me alojó en su casa. Encontré un clima muy otoñal, de extremos, frío por la mañana y por la noche, muy caluroso durante el día y con poca lluvia. Participé en el Congreso Fantasmagorías Espectrales en la Universidad Iberoamericana y escuché ponencias realmente muy interesantes, además de que pude conocer a un colega español radicado en Estados Unidos, cerca de San Francisco, justo la costa que me falta explorar. Hablé de los cuentos de Cristina Colmena, mi querida y risueña amiga a quien admiro mucho como escritora. Estuve con Rocío y con amigos suyos de Flacso en un par de reuniones muy divertidas y amenas. El domingo fuimos a ver Hotel Transilvania con Dania, Boris y su pequeño hijo Sergio. Y esta semana empecé mi trabajo de asistente de Inés en un proyecto que está haciendo sobre inclusión en la educación, que está muy interesante. Además junto con Lucía estoy participando en el curso Escrituras de la violencia en el Museo de Memoria y Tolerancia. El grupo es de un total de más o menos veinte personas, de muy distintas procedencias, tendencias y opiniones. Hoy hablé de la poeta y amiga Rocío Silva Santisteban, sobre todo de su poemario Las hijas del terror, aunque igual dimos una rápida mirada a otras facetas de su poesía. Asimismo también nos acercamos a ella como crítica y leímos el artículo "El telepobre como abyecto", que analiza un programa de Laura Bozzo. Como es ya mexicana y muy popular en la televisión nacional el debate se hizo aún más interesante. Inés se acaba de ir a Colombia así que me quedo en la ciudad esperando seguir con las visitas y volviendo a reencontrarme con este México que quiero tanto. Lo más difícil y duro ha sido el aspecto culinario, he preparado las papas en todas las formas posibles y el sabor siempre deja que desear en comparación con mis papitas amarillas, para poner solo un ejemplo, así mismo hay muchos elementos que le faltan a mi dieta diaria que necesito suplir, cambiar o reemplazar de manera creativa con lo que hay aquí, lo cual no está siendo fácil. Sigo en el trabajo para ConlaA y empezaré a apoyar a Oli en una investigación sobre servicios de salud la otra semana, que además me mudaré a su casa. Aún no acabo el libro de Lydia Davis, sus cuentos completos, que está muy interesante, me gusta mucho su estilo, pero como es en inglés voy lento. Saco la columna semanal en Alerta Perú y estoy empezando también a publicar en Runa. De escribir cosas nuevas la verdad no lo he hecho, pero sí he estado moviendo algunas cosas que escribí en la maestría, enviando a concursos y viendo qué suerte tienen esos textos. Así que crucen sus dedos para que la suerte, la salud, la alegría y el amor me acompañen.

lunes, 20 de agosto de 2012

México: check list

Cuando vas de visita o incluso si vives en una ciudad por un largo periodo o toda tu vida siempre quedan lugares pendientes por visitar, cosas pendientes por hacer, restaurantes o bares o cafés que conocer. Las ciudades son universos inmensos, cambiantes, maravillosos. Muchas veces la posibilidad de mostrar la ciudad a otro te permite acortar la lista de pendientes, otras es una razón para conocer lugares no planificados, todo dependerá de los gustos y las necesidades de la otra persona. Es así que he dejado listas de pendientes de todas las ciudades a las que he tenido el gusto de visitar, tanto como en aquellas en que he tenido el placer de vivir. En esta oportunidad, al estar en México, me propuse acortar mi lista pues se trata de cosas demasiado populares o importantes para dejarlas por más tiempo esperando. Es así que visité el Palacio Nacional y vi los murales de Diego Rivera. Caminé por el Jardín Botánico de la Unam. Conocí el Museo de la Bola y la Iglesia de la Conchita. Caminé por el Parque Hundido y por los Viveros de Coyoacán. Visité la galería del Centro Cultural de España, en donde por suerte encontré una exposición sobre los 25 grupos de rock mexicanos que marcaron la historia de la música. Trajiné hasta la Isla de las Muñecas en Xochimilco, mítico lugar que por momentos pensé inexistente, puro mito; o que vislumbré tenebroso, peligroso y fatal, como felizmente no fue, aunque sí un poco espeluznante. Probé la sazón yucateca, la novo comida mexicana, la cerveza artesanal, en nuevos restaurantes de los que para variar no recuerdo el nombre (pero cuando quieran los llevo). Revisité el Munal para ver una exposición de surrealismo y el Palacio de Bellas Artes para ver una (minúscula) exposición de Edvard Munch, así como la de una directora finlandesa Erija-Lissa Ahtila y volver a ver (rápidamente) una de los expresionistas alemanes que ya habíamos visto en Nueva York. Es así que mi check list se redujo un poco pero aparecieron nuevas cosas por hacer, por repetir, además de la siempre gustosa y pendiente visita a los lugares conocidos y queridos, a los sabores familiares, a los amigos y amigas más entrañables. Es por eso que toda visita o todo viaje te roba un poco de tu corazón o a veces incluso, se lo queda completo, sobre todo si ahí se queda la persona que más quieres.

lunes, 9 de julio de 2012

Julio

La vida transcurrió en la misma rutina de trabajar en casa, ver a Fryné y pasar tiempo con la familia y los amigos. Fue cumpleaños de mi mamá y de Beli. Además vi a Gustavo, al Gordo y a Paula, a mi tío Pepe, a Tabata, a Ricardo, a Luz. Llegó julio y con él a su vez el cumpleaños de Rodito y además la grata visita de mi tía Martha con quien estamos pasando mucho tiempo juntas. Además también he coincidido gratamente en Lima con Rosa y con Fernando, así que ha sido bueno verlos y conversar. Y todo esto con la tranquilidad que me da el haber descubierto el Taxi Satelital, una forma de llegar segura y tranquila a casa. Estoy aprovechando de hacer trámites en San Marcos y he vuelto después de mucho tiempo, la ciudad está igual polvorosa pero un poco más organizada, ahora el Burro funciona más o menos bien, los trámites creo yo que salen más pronto. También me puse a leer a Javier Cercas que me gustó mucho y ahora empiezo El hombre que amaba a los perros. Fui a ver Prometeo que no me gustó tanto y La Era del Hielo 4 que me divirtió mucho. La situación en el Perú está muy dura, ya van varios muertos por los problemas con la minería que quiere ser impuesta a la población aunque la población ha dicho que no quiere, así que este año no me siento orgullosa de ser peruana, no me pondré la escarapela, no hay nada que celebrar, el país está de luto y sigue en pie de lucha hasta que no se cumpla la voluntad del pueblo. Sigo escribiendo, colaborando para Con la A y pensando qué hacer con mi vida.

martes, 19 de junio de 2012

Un añito más

El viernes voy a pilates temprano, de ahí estoy en casa avanzando, hasta la noche que me encuentro con Rodo para irnos al centro al cumpleaños de su amiga, estamos un rato en el Bar Zela y luego vamos a la discoteca La Cueva porque hay un evento para conseguir fondos para la Marcha del Orgullo de este año. Nos la pasamos bien, bailando y tomando cerveza y apoyando a la causa. El sábado igual me levanto temprano para ir donde mi papá, almuerzo con él pero ahora es Ximenita la que está resfriada así que comemos algo y con las mismas me dejan en casa. Yo acabo de leer mi libro y me duermo temprano. El domingo desayunamos en casa, luego vamos a Maranga a regar el jardín y ordenar un poco, comemos en una cevichería cerca y luego vamos de compras. En la tarde vamos al Centro Cultural de la Católica a ver una película llamada Los climas de Ebru Ceylan, un director turco. La película me gusta mucho. De ahí a dormir para empezar la nueva semana. El lunes otra vez pilates, cita con Fryné, pasar al banco a poner al día mi préstamo, enviar mi columna. El martes spinning en la mañana, luego busco a Irma y nos vamos al centro de Lima, paseamos por ahí todo el día, vamos caminando desde el Gran Parque de Lima hasta la Plaza Mayor, vemos todas las exposiciones de fotos que encontramos a nuestro camino, comemos en El Cordano y acabamos la noche con un pisco sour en el Bolívar. El miércoles pilates tempranito luego busco a Irma para irnos a la Huaca Pucllana, hacemos el tour que está muy interesante porque han hecho nuevos descubrimientos. Caminamos todo el malecón y almorzamos en Pescados Capitales, de ahí vamos por un café al Virrey. El jueves cita con Fryné en la mañana, luego paso al banco y de ahí al mercado. Me quedo trabajando el resto del día, termino de poner al día mis diarios y empiezo a corregirlos. El viernes voy al pilates en la mañanita, es cumpleaños de mi papá así que lo saludo y quedamos de celebrar el domingo, estoy en casa todo el día trabajando. El sábado nos vamos a Gamarra, llegamos tarde a almorzar y luego voy con Rodo para llevar a Irma al Brisas del Titicaca, conseguimos entradas porque un amigo de Rodo trabaja ahí porque todo está ya lleno por el Día del Padre. El domingo, me levanto tempranito, vamos al mercado y mi papá viene a recogerme, vamos con mi abuelita también, almorzamos en casa, pasan sus vecinos a saludar, luego del café llega mi tío Pepe y nos vamos a ver Madagascar 3 que me hace reír mucho. De ahí a casa a dormir. El lunes cumplo un añito más de vida. Nos levantamos tarde y llegamos a las justas a pilates, luego cita con Fryné, intento ver a mi tía Teresa para que me lea las cartas pero no la encuentro, regreso a casa para almorzar con mi mamá, vamos a La Red y como una causa acevichada y compartimos un seco de pescado con tacu tacu de pallares y su chicha. De ahí mi mamá me lleva a Dédalo para elegir mi regalo. Regreso a casa, muchos amigos y amigas me han saludado por el facebook, otros me llamaron o escribieron y todo eso me hace sentir muy feliz y querida. Llega Jhonny para el lonchecito, también Amelia, Belissa y Rodo, nos quedamos conversando hasta tarde. De ahí a dormir. Ha sido un día nublado pero amanece el martes con un sol esplendoroso y sigue el verano en pleno invierno y eso me hace feliz.

viernes, 8 de junio de 2012

Turandot

El domingo voy a ver a mis hermanos y a mi papá, el día está nublado y juega Perú con Colombia, así que la gente está emocionada y salen con sus camisetas de la selección. Yo paso. Mi papá me recoge de casa y se la pasa hablando en el auto sobre el fútbol, dice algo muy cierto, que lo más importante es jugar, no ganar, pero parece que de eso se han olvidado todos los comentaristas de deportes. Almuerzo frejolitos. Mi hermano está resfriado y pronto tiene que entrar a la cama. Mi hermana que ya está más grande está muy curiosa y pregunta todo y quiere participar en todo, le tengo que decir que se aleje del café que está caliente. Se la pasa dibujando Hello Kitties, es una fan como yo. Nos quedamos conversando un rato con una amiga de mi papá, Katy, que llega de visita y luego me voy a encontrarme con Rodo. Para llegar a su casa tengo que tomar tres carros. El transporte no ha mejorado nada, quizá hasta ha empeorado un poco, pero dicen que en julio ya no habrá combis, ojalá. Nos ponemos a conversar largo y tendido, no escuchamos ningún grito así que suponemos que perdió Perú (como era razonable esperar). Regreso a casa más animada luego de haber hablado con Rodo. El lunes me quedo en casa todo el día intentando ordenar las cosas que traje en las maletas y que siguen desperdigadas por todos lados. Solo salgo un ratito al mercado para hacer algunas compras pero eso me hace sentir bien porque las caseras me reconocen y me saludan. Me pasa que veo a la gente en la calle y sus rostros me parecen familiares y siento que conozco a todo el mundo, pero no sé quiénes son. Quizá solo se parecen a otras personas que conozco de verdad. El martes voy a mi cita con Fryné temprano, luego a seguir trabajando y retomar varios pendientes. En la noche voy con Rodo a ver la ópera Turandot de Giacomo Puccini. Lo hacen en el Parque de la Reserva donde está el circuito mágico del agua. El escenario está muy bien y las voces de los artistas de primera. Me maravillo de escuchar a compatriotas tan talentosos y cuando leo el programa me doy cuenta que las voces principales son extranjeras, vienen de Rusia, de Portugal, de Japón, de todo el mundo. Se trata de una obra que se presenta para conmemorar los cincuenta años de la Universidad San Martín de Porras. A nosotros nos tocan entradas gratis porque nuestro amigo Juan trabaja en ese parque. Nos encanta la ópera y al final prenden las piletas y se ve el agua como marco de fondo, realmente bello e impresionante, nada que envidiar a la ópera de Nueva York (excepto el glamour). El miércoles empiezo el gimnasio, voy a pilates temprano luego me quedo en casa trabajando hasta la noche que me encuentro con Luz en Gianfranco. Nos quedamos conversando también largo y vuelvo a casa tarde. El jueves voy a hacer mi evaluación en el gimnasio, de peso estoy bien, de grasa podría mejorar pero igual estoy en el rango promedio. De ahí hago clase de spinning con Silvia que me gusta bastante. Voy a mi cita con Fryné y regreso muerta de hambre después de tanto trajín pero con las mismas tengo que ir al mercado de nuevo, paso por Campos de Vida y me como un yoghurt natural con miel de caña que me hace recordar a mi infancia cuando mi abuela tenía los bacilos en casa. Acabo el libro de Sylvia Molloy y de Enrique Vila Matas sobre París que me gusta mucho. Empiezo el libro de Javier Cercas Soldados de Salamina que me prestó Rocío y me encanta, me quedo hasta tarde leyendo. Como siempre mis amigos los libros, salvándome de abismos.

sábado, 2 de junio de 2012

Bye bye New York

Mi mamita sigue mal todavía el jueves, el viernes ya se siente mejor, baja a desayunar, luego hacemos una ensalada, vamos al Moma que es gratis el viernes en la tarde, de ahí descansamos antes de ir al KGB, mi mamá va a tomarse una foto, yo me quedo con mis amigos Patty, Stalin, Anna, Katia para despedirnos. El sábado paseamos por el Central Park, hace muchísimo calor, mi mamá se va para Washington, yo me quedo a la presentación del libro de Salva en McNally pero como me agarra la lluvia solo estoy un rato y ya no me quedo a la fiesta de despedida de la librería, es necesario cambiarme de ropa para no resfriarme. El domingo voy al BBQ en casa de Giuseppe, es muy duro despedirme de todo el mundo, me voy en lágrimas con el corazón acongojado. Tomo el bus para Washington, mi tía y mi mamá me recogen. Está ahí mi tía Mercedes que ha traído quesito y aceitunas de Caravelí, así que tomamos unos súper desayunos. El lunes hace un calor del demonio, nos quedamos en casa con mi tía conversando, comiendo tranquilas. En la tarde su ahijado quiere ir a la piscina, vamos a una piscina con olas pero yo no me meto porque está peor que San Bartolo un domingo. Me pongo a leer la antología Calendario de Antonio Lopez Ortega. El martes salimos en la mañana para el Capitolio, como vamos con mi tía Mercedes nos mandan un shuttle para llegar a la puerta. La visita es interesante sobre todo por la arquitectura del lugar. Pasamos a comer en el menú chino y luego a casa. El miércoles nos vamos al Memorial a Jefferson, luego al Museo de Arte Africano ahí vemos una exhibición de Lalla Essaydi muy buena y también a la Galería Sackler donde vemos una exhibición de Hokusai: treinta y seis visiones del Monte Fuji, entre otras cosas interesantes. Ambos muy buenos, aunque en este último nos queda pendiente una sala porque nos cierran el museo. También visitamos el castillo de información general del Smithsonian. Pero ya no pudimos ver más, lo otro queda pendiente para la próxima. De ahí nos vemos con mi tía, comemos en casa un rico locrito con arrocito centroamericano que trajo Eduardo del restaurante. El jueves nos vamos temprano a tomar el bus. Llegamos a Nueva York a medio día, en una parada que hace en el camino logro comprarme mi almohada del cuello que me sirve mucho. Dejamos las cosas en casa, intentamos terminar de hacer maletas y luego vamos a comer, aunque nos recomiendan un lugar vietnamita no lo encontramos y terminamos en uno turco. Es rico, pero se parece mucho a lo que comemos en el hindú. Vamos a casa para irnos a la exhibición de arte en La Mama en el lower east side de la ciudad, expone Bradley, el hijo de Marguerite, así que vamos con ella en el metro, ella lleva un vestido de estampado de periódico muy chévere. Después de un rato en la exhibición nos despedimos de los hijos de Marguerite y vamos a casa para ir al Magnolia Bakery por un postre para mi mamá que en todo su viaje no se ha podido comer aún. Hay una luna muy linda y el cielo azul noche que es el que más me gusta. Yo me tomo un capuchino descafeínado. De ahí me encuentro con Melina en el Amber, conversamos un rato y nos despedimos. El viernes mi mamá sale temprano, yo desayuno con Marguerite, es muy duro decirle adiós. Voy a la peluquería, al banco, a McNally, a verme con Cristina y todo es intenso y triste a la vez. Luego parto al aeropuerto, con mis dos maletas, más la maletita de mano y mi mochila, es difícil moverse sola en el terminal pues no tengo tres manos y no encuentro carrito disponible. Finalmente me cobran sobre peso pero ya estoy harta y lo pago no más. Me subo al avión muy triste, con un nudo en la garganta, confusa e inquieta. Hay turbulencias, pero con mi almohadilla logro dormir. Llego a Lima tempranito, me recibe un sol que oscurece las montañas a lo lejos y unas nubes en sombra. Al aterrizar todo está oscuro bajo la gran capa de nubes que corona la ciudad. Me toca rojo pero no hay mayor problema con lo que traigo, solo lo pasan por la máquina. Tomo el taxi, llego a casa y es un caos empezar a desempacar. Almorzamos con mi mami quinua, arrocito y ensalada. Sale un solcito que me alegra mi corazoncito herido. Luego voy a ver a Rocío un ratito porque está agotada con tanto conflicto en Cajamarca y Espinar. Vuelvo a casa, después de un viaje en combi me siento más aclimatada a la ciudad pero todavía nostálgica por mi Nueva York querido.