domingo, 8 de noviembre de 2009

La pasión


La sensación es de sorpresa, ¿cómo un horóscopo cualquiera puede conocerme mejor que yo? Coincidencia. Suerte. Azar. Sí, ¿cómo dos horóscopos pueden conocerme mejor que yo misma? Eso ya parece ser verdad, una verdad ineludible. Bueno pues, soy apasionada e impulsiva, sí, lo soy, siempre lo he sido, no puedo evitarlo.

"Pakatnamu. Horóscopo mochica. SHIAC (pez-junio). Confirma las bondades de la mesura, impulsivo Shiac. A veces el apasionamiento nos lleva a sostener conflictos innecesarios. De lo justo y necesario compón cada uno de tus discursos y no te arrepentirás".

"Oráculo de los ángeles. Géminis. El arcángel Anael impedirá que las pasiones te dominen otra vez, no puedes ir siempre entre extremos. Hoy la mente estará brillante y genial, pero lo sentimental será muy complicado; no hables tanto y aprende a escuchar, pero sobre todo aprende del pasado. Color de vela: amarillo".

Es una contradicción, ¿el horóscopo sirve para constatar una realidad, para evitarla, para eludirla o para confirmarla? Sea como sea pues prometo seguir estos sabios consejos astrales.

Hoy domingo, acabo de leer la novela de Alicia Ruhe, Casa de las muchachas, a pesar de que es una historia sencilla me atrapa, la convivencia entre mujeres puede ser buena, puede ser divertida y le da un matiz de novedad que me agrada, pues de esto se ha tenido más el correlato masculino, me parece. Gracias por la recomendación Mariella. Reconozco que en muchos casos me daba envidia, me remontaba a mi vida pasada y la añoraba, pero ahora lo veo hacia adelante con buenos ojos. Yo también soy capaz.

Tengo que elegir un nuevo libro para leer y estar en cama el domingo hasta tarde, en piyama, ansiosa por llegar al final y empezar una nueva historia de esta apasionada y apasionante vida. Creo que ya que estoy con viada seguiré con las matadoras. En la imagen, foto del Pompidou que me mandó Ana.

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