martes, 7 de febrero de 2012

Béla Tarr y Win Wenders


El lunes no fui a la piscina para curarme bien del leve resfrío que parecía querer invadirme. Me vine temprano a imprimir los textos para mi clase de seminario de tesis. Tuve sesión con Fryné, preparé clase de español, avancé varios pendientes. En la tarde tuve clase con Antonio, de ahí fuimos con la mamá de Rossy y Rossy al jazz. Antes pasamos al lugar árabe que nos gusta para comer algo. El martes tuve clase temprano, luego vi a Manuel para hablar en inglés y tomar cafecito, se nos acolleró Giussepe en la conversación, también habló en inglés. Luego pasé a la oficina de Lina a dejarle mis libros y conversar un poco. En la noche tuvimos clase y luego nos fuimos a casa. El miércoles dicté temprano, fui al yoga con Hilaria y en la noche fuimos a ver Pina, de Win Wenders, ¡al fin! Me encantó la película aunque siento que no se llega a transmitir todo el poder de verla en vivo y extrañé saber un poco más de la misma Pina, más cosas de ella, de su vida, pues todo está descrito desde sus últimos bailarines. El 3D estaba totalmente justificado especialmente en las partes en que se montaban las danzas sobre escenarios de la vida real. Comí canchita por primera vez en el cine, estaba buena. El jueves ya estaba mucho mejor y pude ir a la piscina, de ahí me encontré con Jill, me hizo llegar sus comentarios sobre mi ensayo, que le gustó mucho y me sugirió que intente publicarlo. Así que me comuniqué con Regina Galindo y estuve revisando convocatorias donde pudiera enviarlo. Regresé a casa a leer y trabajar. El viernes tuve mi clase temprano, luego esperé a Mariana para almorzar y con Marta, las tres fuimos a comer a un sitio vietnamita. La comida estaba rica pero creo que me cayó un poco pesada, no sé si por comer muy tarde. De ahí fuimos al teatro a comprar entradas para el flamenco y regresé a la universidad a leer algunas cosas e ir a mi clase de yoga, estuvo Amanda y me gustó mucho. El sábado hablé un rato con mi mamá que está resfriada, me contó que mi tío Oscar no está pasando por un buen momento, así que quedamos ver la forma de ayudarlo. De ahí me fui a mi clase de spinning que estuvo buena y luego a la galería a ver la exposición de Vivian Meier que nos indicó Antonio. Estuve luego en casa leyendo, descansando, avanzando lecturas y demás. Me invitó Melina para ir a ver una obra maestra del cineasta húngaro Bél Tarr, Santantango, a ver si rompíamos nuestro récord de cinco horas en el cine. Estuvo interesante, aunque las primeras cuatro horas entendí todo, me confundí las siguientes tres. El domingo en la noche se jugó el Super Bowl, ganaron los Giants de Nueva York, así que todos felices.

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