martes, 4 de febrero de 2014

Spring 2014

Los últimos días en Lima asistí a una reunión de escritoras peruanas que disfruté mucho porque pude conocer a un montón de mujeres muy interesantes. Fui a comer lomo saltado de pescado y en casa hicimos ají de atún, mi favorito. Pasé tiempo con Inés, vi el Hobbit, estuve en la misa de Ana, vi a Conce, a mi tío Oscar, a mi tío Pepe, a Gustavo, a mi papá, a mis hermanos, a mi amiga Luz que está esperando un bebé. Y sobre todo disfruté del clima perfecto de Lima que me animó incluso a ponerme una minifalda.
Hasta que tuve que viajar a Nueva Orleans en donde me recibió un clima cálido y la alegría de mis amigos Fernando (bis), Natalia, Kyle, Meng, Silvia. Además un hermoso ramo de tulipanes que me alegraron cada día. Coincidí unos días con la familia de Natalia (su mamá y su hermana), así que paseamos juntas, fuimos de compras, tomamos mate, almorzamos. Llegando no más me fui a clases y empezó la maratón de lecturas, más que yo llevaba unas cuantas atrasadas. Me tomó tiempo ponerme al día. Retomé la natación, recibí los comentarios sobre mis trabajos finales del semestre pasado, aproveché las ofertas de invierno en las tiendas, conocí Metarie el centro comercial y fui a ver Her de Spike Jonze, que dicho sea de paso no es tan buena.
Me despedí de Alina que se regresó a Argentina y nos llegó una baja de temperatura extrema que hizo que cerraran la universidad dos días, los cuales disfruté muy calientita en casa. Hubo un tour para el lugar donde están guardados los carros alegóricos que saldrán para el carnaval. Ahí nos tomamos fotos (en la foto), vimos todo el proceso de elaboración o reelaboración de los carros alegóricos pero sobre todo nos informaron sobre el carnaval y ya estoy expectante de su llegada.
Este semestre estoy llevando una clase sobre el Quijote, otra sobre las Narrativas de la guerra interna en el Perú, Estudios Culturales y Literatura de la Conquista. Además del portugués y el inglés. Así que estoy revisando algunos textos ya leídos antes y encontrándome con otros que era necesario leer como Muerte en el Pentagonito de Ricardo Uceda, Adiós Ayacucho de Julio Ortega, Lituma en los andes de Mario Vargas Llosa. 
Y así tan callando llegó febrero y con él, un Coffee Hour con King Cake que curiosamente como a la manera mexicana tiene un bebé dentro y si te toca debes traer el cake el próximo año (a mí no me tocó). También empezó la celebración por los 80 años del nacimiento de Audre Lorde, así que asistí a la exhibición de un video, The Edge of Each Other´s Battles. The vision of Audre Lorde de Jennifer Abod. Y espero seguir asistiendo a otros eventos, además de ir corriendo a buscar sus libros.

lunes, 6 de enero de 2014

Dos adioces

Pasamos una navidad tranquila en familia. Como siempre mi mamá y yo nos encargamos del arroz, de las ensaladas y del chocolate; Belissa del pavo y de los purés, mi tío Pepe trajo el champán y mis primos trajeron otro arroz y además agua de jamaica, el toque mexicano. Nos la pasamos jugando tren que estuvo muy intenso porque como éramos un montón casi llegamos al número máximo de jugadores. Con los nuevos cambios en casa ya no entraba el arbolito, así que tuve que adornar a Dido con lucecitas, pero sólo en la víspera, luego se las quité por el calor. El clima estuvo excelente y la puesta de sol fabulosa.
Aproveché de hacer un poco de turismo y fui al Morro Solar donde se ve un bonito panorama de Lima,  del litoral. Luego estuve en La Herradura comiendo un rico arroz chaufa de pescado con cervecita y cancha. Me encontré con Rodo y Virginia, estuvimos en Olvídate Bar donde probamos una cerveza artesanal que se hace en el Perú, se llama Amarilis, hay de tres tipos de trigo, cacao y roja. Probamos la de trigo, es más fuerte que la cerveza convencional. Luego nos fuimos al Queirolo por Pilsen y sánguches de lechón, aceituna y mixto. Estuvimos hablando de los ritos para recibir el nuevo año.
Tuve que hacer mudanza de toda la biblioteca para que mi mamá pueda alquilar la casa. La mayor parte de los libros se los devolví a mi papá. Otra parte la guardamos en cajas hasta que podamos encontrarle un lugar apropiado, otra parte sobre todo de cosas de difusión se la dimos al maestro Yauri para la biblioteca que están haciendo en su pueblo. Boté una gran cantidad de papeles, de separatas y demás. Aunque algunas, sobre todo las de género, se las pasé a un grupo de lectura en San Marcos. Me dio gusto que tuvieran un fin útil.
También hice un poco de turismo. Fui al Museo de Oro que la verdad me decepcionó un poco. Para ser un museo caro debería tener el espacio mejor organizado, se nota que le falta la mano profesional que lo actualice, que vuelva a poner los letreros, que organice mejor las piezas, que haya menos en exhibición pero mejor presentado, así se podrían hacer exposiciones temporales mostrando parte de la colección, bajo temas específicos. Igualmente con la parte del oro, siento que le falta una cronología de ubicación de las piezas, mayor información. De todas formas fue interesante ir. Además estuve en el MALI, en el que habían dos exposiciones Cuerpo Ambulante, que han querido censurar por las imágenes que ponen en juego la figura de Santa Rosa de Lima; y Perder la forma humana, que es sobre las formas de resistencia, sobre todo de enfrentar las dictaduras y a los gobiernos de turno desde posturas artísticas.
Nos fuimos a Casma para recibir el año en El Farol, luego a Tortugas a pasar unos días en la playa. A la ida el bus Tres Estrellas cometió casi todas las infracciones de tránsito habidas y por haber. Empezando por no pedir documentos al subir al bus, subir pasajeros en la carretera, no contar con aire acondicionado, vender un pasaje directo aunque paró múltiples veces, fue por encima de la velocidad permitida. En fin, de regreso decidimos volver en Tepsa, mucho mejor servicio, ni punto de comparación. Era la primera vez que iba y me gustó mucho Tortugas. El agua es fría pero como al caer la tarde es fresquita, perfecta. La playa es mancita y se la pasa uno muy bien porque hace bastante calor, pero también corre viento. En el viaje conocimos a un chico abogado, Alex, que nos acompañó y nos hizo más ameno el recorrido. Lamentablemente tuvimos que regresar antes porque falleció Ana Olea (en la foto antaño) y mi primo Oscar Portugal J. Ana tenía cáncer, se había recuperado pero recayó y pues la enfermedad hizo mella. Mi primo Oscar fue atropellado por algún inescrupuloso que pagó para que no dieran parte pues presumimos estaba borracho, se avisó a la familia recién diez días después y hubo que enterrarlo inmediatamente. Eso ha sido lo más triste, estas dos terribles pérdidas.
Al menos me consuela que tanto con Ana como con mi primo pude compartir muchos momentos bonitos y verlos y conversar meses atrás. Estoy segura que Ana está haciendo reír a todos allá a donde está y confío que mi primo haya encontrado la tranquilidad y la serenidad que quizá en vida no pudo disfrutar. A pesar de estas tristezas la vida sigue, mi abuela Luisa cumplió 90 años y lo celebramos con una comida en su casa.
Acabé el libro de Evocación que me presentó un lado bastante conservador del Che Guevara, el de sus relaciones amorosas. Pero también más información sobre Cuba y su propuesta política. Especialmente la consecuencia y la integridad del Che Guevara en cuanto a la necesidad de liberar al mundo del capitalismo es encomiable. Empecé ahora Demasiada Felicidad de Alice Munro, honrando su reciente Premio Nobel. Este libro me gusta mucho más que Las lunas de Júpiter que sentía era desigual y no tan interesante, hasta donde he leído me está gustando mucho, los cuentos me parecen mucho más elaborados. He visto También la lluvia (2010) de Icíar Bollaín porque es una de las primeras tareas para mi clase de Estudios culturales que llevaré este semestre que ya casi empieza.
Aquí el calorcito está rico y allá al parecer siguen con un frente frío de temer. Eso y el trabajo que me espera en el nuevo semestre me desaniman un poco de volver. Pero pues ya he empezado a hacer maletas. He ido a Gamarra por algunas cosas que necesitaba comprar. También he visto a Inés que ha coincidido en Lima unos días mientras sigo aquí. Y pues espero seguir aprovechando de estar con mi familia y amigos cercanos.

viernes, 20 de diciembre de 2013

De vuelta en casa

Empezó la locura de fin de año. Tuvimos unos días sin clases a razón de Thanksgiving Day, lo cual nos vino muy bien para adelantar lecturas y en algunos casos avanzar con los trabajos finales. Estuvo por New Orleans de paso Fernando, antes de volver a enrumbar hacia Lima. Una profesora de la universidad, Marilyn nos invitó a su casa, también lo hizo mi profesora de portugués y además mi profesora de inglés, pero yo fui con Marilyn porque ahí nos juntamos con mis otros compañeros. Un día antes nos juntamos en casa de Fernando y Natalia a tocar guitarra y cantar, con Esteban y Ximena que se iban de regreso a Chile. La pasamos súper bien. Finalmente oímos las primeras notas de esa viola tan querida.
Pude ir a Frenchmen, vi varios de los bares de jazz, me gustó sobre todo The Spotted Cat y Apple Barrel. Y hasta hay un lugar para bailar música latina. En mi clase de portugués tuvimos un debate entre vegetarianos y amantes de la carne, en el que cree que salimos muy bien parados (nosotros los vegetarianos). Llegó la última semana de clases y fuimos a cenar con Idelber a un restaurante de comida etíope, que estuvo muy bueno, se come con la mano. Tienen como una suerte de tortillas grandotas (enrolladas como servilletas de tela) y con eso coges el guiso para llevártelo a la boca.  Luego fue la despedida con Antonio, nos fuimos a tomar unas cervezas a Frescos con pizza incluida. Y con Yuri también tomamos unas cervezas, fue el día que murió Mandela, así que mínimo debíamos una cerveza en su honor.
En el departamento hubo un compartir por el cierre de año pero no pude ir. No me daba el tiempo para cocinar porque ese día tenía mi última clase de portugués en la mañana, así que no iba a ir con las manos vacías. Más bien asistí a la presentación que hizo Alina sobre su investigación. En arqueología lo que hacen es que organizan presentaciones a la hora del almuerzo, así que todos van con su almuerzo y mientras comen alguien presenta. Lo cual parece muy inteligente. Sólo que yo no llevé mi almuerzo, luego regresé a casa a comer. Luego de eso todo lo que quedaba en mi horizonte eran los trabajos finales. Así que eso estuve haciendo. Sólo paré para ir a la piscina un par de veces y para salir a almorzar con Alina, con Kyle y con Adam en distintas oportunidades.
Entregué primero mi trabajo sobre Claudia Hernández. Luego tuvimos el examen en el aula que nos tomó Antonio. Estudié con Rachel y Melissa unos días antes, nos juntamos a repasar los artículos. Y hasta el último día estuve revisando mi trabajo sobre el cuerpo en Borges y la comparación entre Isabel Moncada y Emma Zunz para literatura mexicana. Finalmente envié el de Borges el domingo en la noche y el otro el lunes en la mañana, antes de pedir mi taxi para el aeropuerto. 
El vuelo estuvo bien y pude descansar un poco, aunque tuvimos un retraso como de media hora que en Lima se alargó con el paso por migración y las maletas. Pero llegué sana, salva, cansada pero contenta. Aquí había un clima inmejorable, fresco y soleado (en la foto). He recibido ya dos bonitos regalos, una pulserita de guayruros y un inmenso arreglo floral.
Milagrosamente fui a hacer mi trámite al JNE para que me exoneren de la multa por no votar ni presentarme como miembro de mesa y aunque se tardó, al final el mismo día me dieron mi constancia de exoneración y me pusieron el holograma, así que misión cumplida.
Fui al cine a ver Gravity de Alfonso Cuarón, que me gustó mucho. Luego vi Del lado del corazón, el documental sobre la izquierda peruana que también me gustó y sobre todo me ilustró de un periodo que conocía poco de la historia del Perú. Ahora sé por ejemplo que nací el mismo año que fue el paro nacional.
Para clase, la última novela que leí fue Teoría de las catástrofes de Tryno Maldonado que me gustó pero hacia el final a su vez se me hizo problemática en términos de verosimilitud. En el avión leí Señales que precederán al fin del mundo de Yuri Herrera, muy buena. Y ahora estoy leyendo Evocación, que son las memorias de Aleida March, la esposa del Che Guevara. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Poboy Festival 2013

Vimos algunas películas para mi clase: Ana y los otros (Argentina, 2006) de Celina Murga y El telón de azúcar (Cuba, 2005) de Camila Guzmán Urzúa. De libros hemos leído El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia de Patricio Prom, Muertos incómodos de Paco Ignacio Taibo II y Subcomandante Marcos, De fronteras de Claudia Hernández.
Bajó mucho la temperatura y justo hubo un evento de conversación con helado, al que igual fui con mi compañera de conversación, Rachel. Felizmente que alcancé a ir al mall para comprar botas, un saco y una casaca deportiva. Así que estrené ambos en la fiesta que hizo la oficina de graduados para todos los graduados de la universidad, en el Generation Hall, que es una discoteca muy grande. Hubo música de Brass Band que no me gustó mucho porque no me sonaba bailable. Pero igual lo pasé muy bien con mis compañeros. Luego nos fuimos a un bar llamado Saint. 
Fui con Silvia al insectario. Fue interesante y espeluznante a la vez, sobre todo el saber que los insectos tiene la mayor diversidad y la mayor biomasa de este planeta, es decir, son los verdaderos dueños de este planeta que equívocamente creemos nuestro. Como estábamos muy cerca nos fuimos al French Quarter, al fin. Almorzamos, luego dimos un paseo y volví a ponerme a trabajar. Nos visitó el escritor Uriel Quesada de Costa Rica y hubo un evento sobre la situación política en Bolivia en la Universidad de Loyola. Me encontré con Lisa para almorzar, lo cual me gustó mucho, cada una llevó su comida. 
Tuvimos un convivio de cierre de clase con Maureen un poco adelantado. Nos invitó cerveza y pizza en The Boot. También ahí celebramos el cumpleaños de Natalia viendo un partido de los Saints, en el que salieron victoriosos. Pero aunque me esforcé y entendí la teoría del juego, al verlo en la práctica sigo perdida. Tuvimos un compartir por el Día de Acción de Gracias, yo preparé quinua. Luego fue la presentación del trabajo en proceso de los estudiantes que ya están prontos a graduarse, así que oímos sus presentaciones, todas muy interesantes. Luego nos reunimos con los otros estudiantes para planificar una conferencia, lo hicimos nuevamente en el Slide, con la mejor pizza de la ciudad y luego con unas cervezas en St. Joe's Bar. Ya estamos volviéndolo un ritual. Y se realizó el festival de poboy, que es una comida típica de la ciudad, que no es más que un sándwich, sólo que aquí lo rellenan con ostras, con camarones, con lagarto, cangrejo, catfish y cosas así. Felizmente yo encontré uno delicioso de tofú. Hubo música en vivo y gratis. Escuché a Pilaseca (from Mexico); Los Po-Boy-Citos (donde toca un ex graduado del Latin American Studies), Flowtribe (en la foto) y Rebirth Brass Band. Y luego de esa múltiple experiencia me sentí más esperanzada porque me gustó mucho sobre todo la música funky, que sí me pareció bailable. Tenían una canción llamada "Shake señora" y otra "Mamacita, estás muy bonita". Se oía muy gracioso. Pero la pasamos muy bien. A pesar de los 8 grados de temperatura soportamos el frío y disfrutamos de la música hasta el zumbar de oídos con Alina, Ximena, Fernando.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Canoas, calabazas y exposiciones

Siguieron las clases con un clima muy tropical, aunque con algunos días fríos. Hasta que llegó otro evento planificado por la OISS, esta vez se trató de un paseo en canoa por uno de los "bayous" que hay en la ciudad (se pronuncia bayú). "Bayou" significa río o arrollo pequeño y según nos dijo el guía, se diferencia de un río en que la corriente es muy leve. En el caso de Louisiana, estos bayous son antiguos afluentes del río Mississippi. Salimos muy tempranito, nos hicieron una breve demostración y de ahí emprendimos rumbo. También fueron Natalia, Fernando y Silvia, así que me tocó hacer pareja con ella pues las canoas eran de a dos. Creo que lo hicimos bien, en términos generales, no fuimos las últimas, eso ya es bueno y no caímos al agua, aunque nos chocamos algunas veces con la orilla, pero sólo eso. Llegamos a nuestro destino justo antes de morirnos de hambre, tuvimos un rico almuerzo con sándwiches en el City Park y luego volvimos a la universidad. A las tres de la tarde estábamos en casa otra vez, listos para seguir con lecturas, así que estuvo ideal. (En la foto el punto de partida en el Bayou St John).
Luego de eso, próximos a Halloween, la OISS organizó una tarde de calabazas y café. Así que nos dieron calabazas para tallar. A mí me tocó trabajar con una chica holandesa, creo que lo hicimos bien. Me dejó llevarme la calabaza para iluminarla en la noche. A su vez en el pedazo de pastel que me tocó, me vino un anillo de tela de araña (de plástico por supuesto), muy bonito. En la noche encendí mi calabaza en la entrada de casa y fui muy feliz. Es la mar de divertido, nos dieron un librito con modelos, utensilios inofensivos para no dañarnos, espero seguir haciéndolo cada año y perfeccionando mi técnica. Al final esa fue mi única celebración de Halloween porque el mismo 31 en la noche todos estábamos agotados y nadie quiso salir, además estuvo lloviendo todo el día. Justo después de lo cual vino una ola de frío que me obligó a comprar una nueva colcha de polar. Espero que ya con eso sea suficiente. Por esas fechas estuvo de visita en casa un amigo de Adam, así que tuvimos algunas pláticas en inglés, lo cual disfruté. 
Mi profesora de portugués, Suzanne, tuvo la amabilidad de invitarnos a ver una película brasileña en su casa, Tropa de élite (2007) de José Padilha. Había oído de esa película en el Festival de cine de Lima hace unos años, pero no la había visto porque decían que era muy violenta, pero la verdad creo que Ciudad de Dios lo es mucho más. Suzanne cocinó una deliciosa sopa de calabaza, con curry, también una sopa de frejoles pardos, horneó un riquísimo pan con semillas de calabaza y linaza, lo que acompañó con una cremita que ella misma hizo de alcachofas y espinacas. Encima nos invitó unas cervezas de las que su novio prepara, puesto que es un "brewer". La cerveza estaba muy rica y muy suave. En esa cena conocí a otras estudiantes de Suzanne de clases de portugués más avanzadas. Suzanne incluso nos dio comida para llevar (itacate en mexicano, leftovers en inglés). Luego nos fuimos todas caminando hasta mi paradero, ellas tuvieron la amabilidad de acompañarme a pesar de que llevaban bicis. No tuve que esperar al bus que llegó inmediatamente y estuve en cinco minutos en mi casa. Una noche linda, a pesar de lo violenta y un tanto desesperanzadora película.
Me tomé un café con una amiga de Danilo que es mexicana y que resulta vive en New Orleans y estudia en Tulane también. Me cayó muy bien. Luego pasé una tarde con Meng preparando nuestra exposición. Así que finalmente tuve la exposición sobre Borges y también la exposición sobre Guerra en el Paraíso de Carlos Montemayor, para la clase de Yuri. Con eso concluyeron mis presentaciones en todas mis clases, ahora sólo quedan un par de reportes más y los trabajos finales. Otras lecturas interesantes que hemos tenido en estos días han sido ¿Por qué no dijiste todo? de Salvador Castañeda y los poemas de Roque Dalton y Ernesto Cardenal. 
Mis clases personales de inglés acabaron, disfruté mucho de las sesiones con Jamie y creo que aprendí bastante también, sobre todo me sirvió para tener más confianza en mi inglés. 



domingo, 20 de octubre de 2013

New Orleans Film Festival


Aunque hubiera querido disfrutarlo mucho más, al menos pude ver algunas de las películas que pasaron en Prytania, que es el cine que me queda más cerca, como parte del 24th Annual New Orleans Film Festival. The Pleasures of Being out of Step de David L. Lewis, es un documental sobre Nat Hentoff, uno de los primeros comentaristas de jazz, pero también un líder de opinión de la sociedad norteamericana. Destaca que se muestre lo bueno y lo controversial de su personalidad. Queda claro también que los músicos pasan pero los críticos quedan. Contamos con la presencia del director que respondió algunas preguntas. The Republic of Two de Shaun Kosta, la historia de una pareja, como toda historia de pareja, es feliz y triste, compleja, simple, difícil.  La mejor para mí fue Mandela: Long Walk to Freedom de Justin Chadwick, muy emotiva, muy interesante. Y Le Week-End de Roger Michell, con la espectacular Lindsay Duncan, más allá de los entretelones de la pareja y su necesidad de escapar a las normas sociales, fue bello ver a una mujer madura mostrarse sensual, sexual, erótica, es algo que no se ve muy a menudo y es reconfortante que la belleza no se estanque en la juventud, en lo fácil, sino que encuentre esos otros espacios plenos de vida. Varias de las funciones estuvieron presididas por música jazz en vivo (en la foto).

Aparte de eso, han seguido las lecturas: Mamita Yunai de Carlos Luis Fallas, Los recuerdos del porvenir de Elena Garro (otra vez), los cuentos "Ornella" y "Este-Oeste" de Martín Rejtman, Me llamo Rigoberta Menchú (otra vez). Entregamos ya los primeros reportes para la clase de Borges, sobre algunas lecturas de literatura mexicana y el reporte parcial en el curso de desplazamientos, pero la mayoría de los profesores aún no ha dado notas (nervios). Lo que sí pasé los exámenes de medio semestre de mi clase de portugués con buenas notas y mi profesora nos hizo una comida brasileña, cocinó pan de queso, arroz, frijoles y sopa de camarón, estuvo todo muy rico. Nos reunimos una noche con Esteban y Claudia en su casa, compartimos una bonita velada, también estuvo Alina. Llamé a Mikaela por su cumpleaños, me dio gusto oírla después de tiempo.

Me aventuré a hacer compras en Roberts, que estuvo bien, tiene buenas cosas aunque es pequeñito, igual las compras grandes es mejor en Walmart. Y también pude ir al mall a hacer algunas compras como mi ropa de baño, fui a lo que iba y me salí, pero se puede ir a ver varias cosas, sobre todo ahora que están de descuento por el cambio de temporada. Hizo un poco de viento pero luego volvió el calor, aunque nuevamente parece estar cambiando el clima.

Lo mejor fue ir a visitar los documentos custodiados de la Biblioteca de Literatura Latinoamericana de Tulane, pude ver el Mercurio Peruano y echarle un ojo. También vimos otros documentos muy interesantes. Nos regalaron galletas de chocolate en el camino. Y luego se organizó un picnic al borde del río Mississippi y pudimos oír blues en vivo en el centro de la ciudad. Así que pasamos dos tardes inmejorables. Un descansito después de tanto trabajo. Antes se empezar, el último tramo.

sábado, 5 de octubre de 2013

Un mes y medio

Así calladito, se pasó ya un mes y medio desde que llegué a la ciudad. Las cosas no han variado demasiado, si bien en principio acabé con los trámites, todavía tenemos pagos pendientes, de cargos que hace la universidad y eso es bastante. De otro lado, intenté movilizarme en bicicleta pero después de dos caídas parece que la solución no fue la adecuada. Fue bastante difícil encontrar una bici, luego ponerla operativa porque como la encontré en oferta tenía la cadena suelta. Pensé que era por eso que me había caído, pero al parecer es que la bici es muy grande para mí, pero entonces tuve que venderla. Pero ya le había puesto canasta, un timbre, el candado, además de inscribirla en los registros de la universidad. Así que por el momento, no quiero saber de bicis, hasta que me cure mi herida en la rodilla y sopese el tiempo, antes que el dinero, que deberé invertir en tener una nueva. De otro lado, los lugares para hacer compras son lejos y me conviene ir en shuttle y volver en taxi, así puedo comprar para quince días y olvidarme de las compras en ese tiempo. A su vez cuando llueve es difícil salir con la bici y creo que arriesgado. Finalmente el tiempo que gano en distancia lo pierdo luego en estacionar porque hay tantas bicis que a veces encontrar lugar es súper difícil. Los buses ya mostraron su lado menos amable, como una vez que lo esperamos y nunca pasó, la web decía que se había suspendido el servicio, pero apareció luego de varias horas. Al parecer un tranvía pronto empezará a operar delante de mi casa, lo cual me hará muy feliz, a ver si logro al fin ampliar mis dominios porque sigo quedándome en los alrededores de la universidad.

Las clases han seguido igual de intensas y difíciles. Solo el calor ha menguado un poquito. Han habido algunos eventos en la universidad con recepción, comida y bebida gratis. El que más me gusto fue el Open House de la biblioteca en donde vendieron libros, imagino que repetidos. Me moderé y compré poquitos, pero de todas formas fue una gran tentación. También participé en un taller para opinar sobre la biblioteca y su página web. Fue la despedida de Camilo que se va a Berlín. Descubrí que conoce a Stalin de Stony Brook. También Kyle es de Stony Brook. Fuimos a comer pizza a un lugar realmente bueno que se llama Slice. Tuvimos un paseo con la oficina de estudiantes internacionales (OISS) que nos llevo a varios lugares turísticos del centro de la ciudad y también cerca al lago. Estuvo bonito, pero no pude bajarme en el French Quarter (en la foto), solo lo pude ver desde el bus. Empecé las clases de inglés que son muy buenas,  en la parte presencial conversamos entre todos, la mayoría vienen de China, pero también hay alumnos de Indonesia por ejemplo. Luego en la parte virtual hay muchos ejercicios y videos, lecturas, es muy interesante. Además como parte de ese curso también tenemos conversaciones con una nativa del idioma, la mía es Rachel que está en mi clase de desplazamientos, así que resultó que ya la conocía. Solo hemos tenido la primera sesión pero se espera que tengamos una por semana. Eso me ayuda mucho no solo para mejorar mi inglés sino para que me aconseje sobre asuntos culturales que siempre hay.
Pude ir al cine finalmente, es un cine viejito, como de barrio, que se llama Prytania. Vimos The Butler de Lee Daniels. Fue toda en inglés y casi no entendí los diálogos pero creo que entendí la película en general. Pero luego de eso ya no pude volver a ir. Ese cine queda cerca de casa de Natalia. Su zona me gusta más porque tiene muchos lugares para hacer compras, también bares. Es verdad que yo también tengo una calle cerca pero no he ido a explorar. Ir sola no tiene mucho chiste. Hemos querido ir cada fin de semana al centro comercial pero ha sido imposible, siempre ha habido algún impedimento. A ver si para el descanso que tenemos por el otoño es posible ir a algún lado, al menos al centro.
He encontrado una variedad de cosas que cocinar y puedo comer en casa casi a diario, es más económico que hacerlo en el comedor y más saludable y más rico porque luego de varios días yendo a comer ahí la comida ya no me gustó tanto.
Fernando y Natalia siempre me acompañan a mi casa luego de clases, sobre todo el martes que terminamos tarde. Los demás días salgo temprano así que realmente no hay necesidad, pero a veces también me acompañan. Con ellos siempre estamos hablando y mandándonos mensajitos, son buenos amigos. También hacemos las compras juntos. Con los demás nos vemos en clases y en los eventos. Lamentablemente Meng no siempre puede ir porque le queda lejos de su casa.
Mi papá finalmente tiene ya un teléfono inteligente y nos podemos hablar por whatsApp. Eso me alegra, que al menos por el whatsApp estoy comunicada con muchas personas. También hablo bastante por el Skype y por supuesto escribo en el correo. Qué sería de mí sin todas esas facilidades que hoy tenemos. Pensar que antes escribía cartas a México que demoraban como tres semanas en llegar.
En cuanto a las lecturas, sigo full time con Borges, sin duda que al terminar la clase habré leído todo. En literatura mexicana he leído Cartucho de Nellie Campobello, Los de abajo de Mariano Azuela (otra vez), Rescoldo de Antonio Estrada. En literatura centroamericana es donde he encontrado autores completamente nuevos para mí como Salarrué, Cuentos de barro, Un día en la vida de Manlio Argueta, El señor presidente de Asturias, Blanca Olmedo de Lucila Gamero de Medina. Me gustan mucho estas lecturas. Un gran descubrimiento ha sido también Jesús Díaz, La piel y la máscara, así como Informe de París de Paula Wajsman. Y seguro seguirán los libros interesantes.