lunes, 6 de diciembre de 2010

Aprovechando la ciudad


El lunes me levanté temprano, estuve trabajando en la mañana en casa. En la tarde salí para pagar el teléfono y pasar por internet en la universidad. Salí huyendo porque en casa empezaron a picar el piso de la cocina porque hay una fuga de agua, así que estaban martillando y con la sierra y era una bulla insoportable. Comí rápido y me fui. Me escribió Mariela para invitarme a asistir a su clase de escritura creativa en el pre grado. Tenía que mandar un cuento corto para que lo comentaran en clase, el único que tenía a la mano era "Poema del manicomio", así que ese mandé. También tenía que asistir a la clase de Lila pero más tarde. El martes fue un día largo por eso. Me preparé mi comida temprano y me fui a la universidad. En la clase de Mariela me fue muy bien, el grupo era de puras chicas, como nueve chicas muy inteligentes que hicieron preguntas e interpretaciones bastante buenas. De ahí almorcé, hablé un rato con Ana que al fin pude ubicar y me fui para la clase de Lila. El grupo no era tan homogéneo como el anterior, pero igual estuvo muy interesante la discusión, sobre todo por una alumna que estaba realmente emocionada con los cuentos, eso me dio mucho gusto, al final le regalé el libro que yo llevaba.
Al salir tomé café con Rosa un rato y me metí a clase de Sergio e inmediatamente después a clase de Diamela. Las críticas fueron duras, pero pues sólo queda ponerse a trabajar. El miércoles antes de irme a la matrícula me dijo el hijo de Marguerite que ya había arreglado el internet, así que ya podía conectarme de aquí de casa, sólo que de mi cuarto la señal no es muy buena, pero al menos en el resto de la casa sí es posible. Me fui muy contenta, me inscribí en dos cursos, uno de poesía y otro estilo seminario literario. Estuve en la biblioteca avanzando con las lecturas de la siguiente semana y de ahí fui a ver a Diamela. Profundizó más en las críticas y sí me sentí desanimada pero sé que sus comentarios son para mejorar. Sólo que tengo que empezar todo de nuevo.
El jueves me quedé en casa y aproveché de hacer las compras que me habían encargado. Así que estuve todo el día en eso. Tuve que ir a devolver algo en la tarde, lo cual fue un gran sacrificio porque de verdad que el frío ahora sí está intenso. Literalmente te congelas. En la tarde me puse a trabajar y pues así se pasó el día. El viernes en la mañana avancé con algunos pendientes, acabé mis lecturas y leí la novela o memorias de Carmen Ollé Retrato de mujer sin familia ante una copa. Pero como habla de Lima me dio mucha nostalgia. Me fui a encontrar con Manuel para nuestras charlas semanales, de ahí nos juntamos con Sergio para ver la película de Tati, Play Game que me gustó mucho. Al salir como era cumple de Mariana nos fuimos a un restaurante, caminamos un montón y yo estaba congelada, terminamos en un restaurante ucraniano. No pude comer porque estaba mal del estómago. El sábado me fui temprano a ver a Alicia y le compré una pequeña reproducción. Hacía mucho frío y no me quedé mucho rato, es realmente bien valiente vender en la calle. Regresé a casa con inspiración y inicié una nueva novela. Entre eso y haber acabado el libro de Ollé me sentí mucho mejor. Fui al cine a ver Black Swan pero por un problema no se pudo, el meetup resultó no ser tan eficiente ni barato como yo pensaba. Así que al final vimos Fair Game que también estuvo bien. Pero acabando me fui a casa porque me sentía mal, me dio pena porque se juntaron Stalin, Katia, Alireza y Paul y yo no pude ir. El domingo hice ayuno de manzana. Me fui temprano para dejar un encargo donde Mikaela que viaja a Lima el martes. De ahí me fui al Museo de Brooklyn. Vi la exposición de las artistas del pop art y también la de un pintor que hace collage, Fred Tomaselli (en la imagen), que es norteamericano y es fabuloso. Encontré algunos buenos regalos en la tienda. Llegaron Stalin y Katia tarde y pues vieron todo volando porque teníamos que salir para el teatro, ¡en queens! Llegamos a las justas, de verdad que las rutas son un poco engorrosas porque no hay caminos rectos para muchos destinos y uno debe volver y de ahí nuevamente tomar la dirección adecuada y se pierde mucho tiempo en los intercambios, además de que los metros son lentos y se demoran una eternidad, y con el frío que hace, es terrible. El teatro era pequeñino, nos recibieron con mariachis. Fuente Ovejuna: Ciudad Juárez era la obra y me gustó mucho, trata el tema de los asesinatos en la frontera que no han sido resueltos, pensé que era más conocido ese hecho aquí pero me di cuenta que no, así que es muy necesario difundirlo. El regreso a casa fue largo y frío. Llegué a casa cansada así que me acosté temprano.

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