Fuimos con Natalia a ver Monólogos de la Vagina, la versión producida y realizada por estudiantes de Tulane. Estuvo muy graciosa, tenía partes similares a las que vi en Buenos Aires hace años ya. Otras eran nuevas, aportes de esta versión. Algunas frases se nos fueron y muchos de los chistes, pero la pasamos súper bien, salimos con el espíritu en alto, sintiéndonos empoderadas, fuerte, bellas, dichosas. Y la sala completa, que estaba a lleno total, creo que salió con el mismo sentimiento. Luego tomamos una cervecita y calabaza calabaza nos fuimos a casa.
Empecé mis terapias físicas para mis dolores de la espalda, especialmente mi hombro derecho. Y se realizó la conferencia de estudiantes de español y portugués de la universidad, es decir Kyle, Allison, Angela, Giancarlo y Xosé. Coincidió que Camilo se encontraba en la ciudad así que él también asistió a casi todas las sesiones que empezaron desde la mañana. Yo estuve ahí todo el jueves, me perdí la salida de la noche porque teníamos clase con Fernando. La conferencia magistral la dio George Yúdice. El viernes siguieron las conferencias y en la tarde ya no pude seguir porque tenía clase del Quijote. Pero a la noche tuvimos una fiesta y de ahí nos fuimos a Frenchmen. Estuvo muy bien, terminamos en un show de bounce que es una suerte de rapeo con perreo. A mí no me gustó demasiado, pero estuvo interesante por una sola vez, para conocer. La conferencia además sirvió para conocer compañeros de otras universidades que vinieron a dar sus ponencias. Todos los temas estuvieron de primera y aprendí mucho con lo que ahí se dijo.
La siguiente semana tuve varias reuniones con mis profesoras para hablar de los trabajos finales. Fue la despedida de Camilo que regresaba para Europa. Y vino Sofía Macher para hablar en nuestra clase sobre la guerra interna y luego dio una conferencia magistral en la que estuvo sólo un rato porque luego era mi clase del Quijote, nuevamente. Igual almorzamos con Sofía, con Fernando y con Jean y pudimos conversar largo rato. Todo lo que nos contó sobre la CVR estuvo muy interesante. Acabando su conferencia fue el festival de crawfish para los graduados. El crawfish que debe ser una suerte de langostino tiene bastante mal aspecto y el plato en el que lo sirven está entero, hervido en algún aderezo picante, pero uno mismo debe con sus santas manos abrirlo y comerlo. Cosa que yo me rehusé a hacer. Había cerveza gratis, choclo (dulce) sancochado y papitas que disfruté muchísimo.
Luego de eso nos fuimos al Festival de Jazz del French Quarter que era también gratis. Salimos de marcha con Meng, convencida por Allison, nadie sabe cómo. Dimos vueltas por un par de escenarios que ya cerraban porque llegamos un poco tarde. Pensamos quedarnos en algún lugar en Frenchmen Street pero nos topamos con David que iba a escuchar la banda brasileña Chegadao. Angela fue a recogerlo y todos nos fuimos para allá. Ahí estaba también Silvia y varios amigos de Angela que habíamos conocido en el babyshower. Así que nos quedamos hasta tarde bailando, cantando y pasándola bien.
Al día siguiente tenía un pase gratuito para el Zoo así que lo aproveché. Me gustó mucho, sobre todo el oso, la jirafa y en general el ambiente. Luego todavía seguía el festival del French Quarter así que escuchamos a una banda y a descansar. El domingo todavía tenía un Canoe Trip, esta vez en la tarde para poder ver la puesta de sol, la luna y las estrellas. Lo cual se cumplió, lamentablemente a costa de una gran cantidad de picaduras de zancudos y del susto de ruidos nocturnos que eran alligators. Lo supimos porque el guía con una linterna muy potente nos enseñó cómo destellaban sus ojos en la oscuridad. Y eran muchos.
Tuve mi última reunión del semestre con el ISAB. También un coffee hour con la OISS. Fui a nadar algunas veces, siempre menos que las que me proponía al inicio de la semana. Me reunió con Natalia para hablar en inglés. Allison organizó una nueva salida con pizza y cervezas, esta vez en su casa, la cual es muy bonita. Tuvimos unos días de descanso por Semana Santa. Al volver fue la sustentación de tesis de Sophie sobre las armas como íconos de la revolución mexicana y centroamericana, principalmente sandinista. Fue una sustentación realmente excelente, estimulante y memorable. Y entonces vino el último round de clases y las despedidas. John nos invitó a un restaurante de comida salvadoreña llamado La macarena, muy rico, comimos pupusas, que son muy parecidas a las gorditas mexicanas. Almorcé con Meng y luego fuimos a ver la película Lost in La Mancha de Terry Gilliam que es sobre su fallido intento de filmar una película sobre el Quiijote. Ese fue el cierre de la clase de Dale. Y empezó el Festival de Jazz, el evento más grande y más sensacional que he vivido. La pasamos súper bien, vimos a un montón de artistas de primera. Sixto Rodríguez en primera fila. Y yo empecé una frenética carrera para hacer mis trabajos finales antes de la llegada de Rubí, que llegó unos días después, justo al día siguiente del último día de clases.
La pasamos súper bien juntas. Estuvimos en el ferry, en el French Quarter, en Frenchmen, en el Audubon Park, en Snake and Jakes, en The Mess Bar, en the Fly y finalmente, como broche de oro, nuevamente en el Festival de Jazz, el último día. Nuevamente los grupos espectaculares, memorables. Aunque íbamos con sombrero ese día el sol sí que estuvo fuerte, casi hasta el desmayo. Para entonces también el verano ya se sentía deliciosamente. Apenas se fue Rubí tuve que seguir con mi carrera, que duró hasta el jueves 8 de mayo. Ese día me di tiempo para almorzar con Ximena que ya se iba de New Orleans de regreso a México.
El viernes habiendo entregado todo, me reuní con Yuri para que me firmara su libro Trabajos del reino que devoré apenas acabé las clases y me encantó. Cumplí con algunas citas médicas y empecé a tomarme mis vacaciones. Al día siguiente hubo reunión en casa de Natalia, previa visita al Slice para la última pizza del semestre (en la foto). Y al día siguiente partimos para la playa que estuvo deliciosa. También pudimos conocer Lafayette y escuchar música cajun. Por si fuera poco empezó el festival de música en el Bayou, gratuito y refrescante. Para allá nos fuimos ya con pleno sol y casi nada de lluvia en varios días. Lo cual agradecí. Y el último día previo a mi partida una Second Line pasó por la puerta y la seguimos por cinco horas por toda la ciudad. Ahí también iba Aroldo con sus padres que estaban visitándolo. Natalia preparó empanadas vegetarianas y me despedí de ella y Fernando con mucho pesar. Pero ese fue el cierre perfecto del semestre: música, calor, diversión, amistad, cariño.
Y entonces volé a Lima donde me esperaban con los brazos abiertos mi ciudad, mis padres y mis amigos. En lo que ya llevo aquí he visto a Tabata, que como nunca llegó puntual. He ido al cine con mi mamá a ver Blue Jasmine de Woody Allen que me gustó mucho. También he vuelto varias veces por el mercado de Magdalena. He visto alguna película en casa, he salido con Orlando, con Alfredo y con Carlos. He vuelto a ver a mi gran amigo Selenco y celebrado el relanzamiento de la editorial Dedo Crítico con la novela póstuma de Carlos García Miranda El hombre de Pompeya. He visitado a mi papá, mis hermanos, mi abuela, mi tío Pepe. Y pues siguen los reencuentros con amistades y con la ciudad. Aunque a la vez he ido recopilando los libros que tengo que leer para el examen de maestría que será pronto y este es el periodo de preparación más largo que hay que aprovechar.
Así concluye mi primer año del doctorado y posiblemente también este blog, ya les avisaré al respecto, si es que sigo sin encontrar tiempo y energía para seguir hablando de mi vida en este foro. Tal vez debo reservar ese esfuerzo para el doctorado o para escribir sobre algunos temas de los que me interesa dar mi opinión.