domingo, 19 de diciembre de 2010

Viviendo la brisa del mar


El lunes llamé temprano a mi tía Martha que era su cumpleaños, así que la saludé y platicamos un rato. Almorcé en casa y de ahí me fui a la universidad, pasé a dejarle a Sergio mi trabajo, de ahí me vi con Rosa para ir a hacer unas compras navideñas, compramos vino también para el compartir que venía al rato. Me encontré con Manuel para nuestra última charla en inglés del año, fuimos a un cafecito muy bonito y esta vez yo no llevé el postre sino que compramos ahí unas galletitas. Luego fue la última clase con Sergio, una clase conjunta. Estuvo bien la clase, interesante la conversación. Nos pasaron una encuesta que todos respondimos ya bien alegres con el vino. Hablé con Sergio bastante y con compañeros y compañeras que usualmente no veo siempre. Luego salimos a un barcito a seguir con la conversación, aunque ahí ya fuimos menos. Hacía un viento horrible que te daba una sensación de mucho frío y había una leve nevada. Pero al salir del bar sí que había nevado, al toque no más casi me caigo pero felizmente fui salvada, lo cual me dejó claro que necesitaba las botas de nieve con urgencia. Llegué a mi casa sana y salva aunque con serias lagunas mentales (por el vino). El día martes dijeron que haría más frío y en efecto así fue, pero al menos el viento no estaba y entonces no se sentía tan mal. Me puse a leer, almorcé con Reid y Marguerite, me despedí y luego me fui a la universidad. Marguerite me regaló una bufanda morada muy calientita, me espera a mi vuelta. Estuve leyendo y en las computadoras. Luego me fui a la fiesta del departamento, pero sólo alcancé a oír los discursos porque teníamos clase con Diamela. En la clase nos fue bien, de ahí hicimos un pequeño compartir. Y luego la seguimos sólo unos pocos, en su gran mayoría peruanos. Así que ahí estuvimos debatiendo sobre el género, la violencia y el sexo (junto y por separado). Me deprimió mucho que se quisieran adjudicar cierto feminismo tan solo por no pegar a sus novias, porque pues simplemente sabían que si querían hubieran podido hacerlo (¿?). En fin, aclaré que eso no era razón suficiente y que además no tenían por qué pegar a nadie. Me deprimió un poco ese diálogo. Salí tarde pero felizmente el shuttle se retrasó y llegué a tiempo a mi casa para ser recogida puntualmente. Eran las 2:30 am. Llegué al terminal una hora y media después, en el camino recogimos a más personas. Estaba muy frío y yo me andaba durmiendo en el auto. Llegué bien así que me registré y cabecié otro rato en el aeropuerto. Subimos al avión, descansé ahí también aunque incómoda. Felizmente era ese avión moderno con pantallas en cada asiento y me vi El secreto de tus ojos, que me gustó en general, aunque el tema de la violencia pues me molestó bastante, sigue esa idea de que cualquier hombre es capaz de violentar a una mujer sin pena ni gloria. El final de la película me pareció inverosímil absolutamente, cómo un asesino capaz de hacer lo que este hizo se queda tan cándido detenido por cuatro palos en una casa. Empecé luego a ver Rezar comer amar y me pareció un poco aburrida, sólo llegué a la mitad y ya estábamos en Bogotá. En el aeropuerto encontré a Paty, pero no pudimos sentarnos juntas en el avión porque iba relleno y nadie quería cambiar. Mi mamá y mis primos me recogieron del aeropuerto, fuimos al nuevo depa, está muy bonito, aunque también hay mucho que arreglar todavía. El clima estaba perfecto, caluroso y soleado, sobre todo considerando que yo venía de -12°c. Acompañé más tarde a mi mamá a pasar por un encargo y regresé a dormí. El jueves quise ir al gimnasio pero me levanté a terminar de ordenar el desorden que traje, a medio día pasó Rodo y me llevó al Estadio a comer un tacu tacu de arroz con pato (sin pato) con saltadito, delicioso, con su cervecita; de ahí fuimos por un café al Tanta y postre de lúcuma aunque yo quería maracuyá. Luego me fui al dentista donde las noticias y el presupuesto que me hicieron no fue muy bueno, pero había que iniciar tratamiendo cuanto antes. Fuimos con mi mamá de compras un rato luego y a casa. El viernes fui a mi clase de pilates en la mañana, estuve con mi mamá todo el día haciendo varios pendientes, almorzamos chuño, fuimos a ver varias tiendas y volvimos a casa a armar el arbolito de navidad. Empecé a leer Me llamo rojo de Orhan Pamuk, porque no me quise traer la de McCullers, aunque ya me falta sólo una tercera parte de esa. El sábado fui a hacer spinning con Israel, de ahí me fui con mi papá, descubrí que había un micro que me lleva directo de casa. Almorzamos todos juntos, a mis hermanos les gustaron sus regalos, no se aguantaron y los abrieron al toque. De ahí me fui volando para el dentista, luego a hacer otras compras y de ahí a Miraflores para encontrarme con Luz y Paty. Tomamos algo y nos pusimos al día, la pobre Paty andaba mal del pie y de la muela porque le quitaron la del juicio. De ahí llegó Tabata, fuimos por una pizza. El domingo estuve envolviendo regalos, luego llegaron Inés, Danilo, sus papás, su madrina y Rocío y almorzamos en la terraza. Estuvo bonito porque el día estaba soleado. Nos fuimos a Rosita por el postre y el cafecito. De ahí mi mamá y yo terminamos con las compras y regresé a casa. Rocío me convenció de cambiar el estudio donde está mi habitación para poder trabajar frente al mar. En la foto, la vista de mi ventana. Lo más bonito de todo, es que cuando camino por el barrio siento como si estuviera en Pucusana, en un balneario, viviendo la brisa del mar.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Última semana


El lunes me quedé en casa trabajando y leyendo, sin querer salir por el frío, pero el martes ya no tenía alternativa, así que salí a comprar algunas cosas y de ahí a mis clases. El miércoles estuve en la mañana en casa y en la tarde fui a ver a Gabriela, estaba de buen ánimo, tomamos un tecito, conversamos y de ahí me fui a la universidad porque había una conferencia de Nelly Richard y Jean Franco. Pero llegué un poquito tarde y habían movido la reunión para otro salón entonces no lo encontré y también como era tarde no insistí mucho más. En la noche fui a ver Black Swan que me gustó muchísimo. Creo que se trata muy bien el suspenso, además la actuación me pareció fabulosa. El jueves en la mañana fui a la conferencia de Nelly Richard con otras profesoras del departamento, estuvo muy interesante y sugestivo. Hubo almuercito ahí, pasé a la biblioteca pero me regresé a casa a descansar. Regresé en la noche para el último evento de nuestra maestría, una conversación con un dramaturgo español, Iñigo Ramírez de Haro, bastante polémico. Me quedé un rato al cóctel y nos regresamos con Mariela en el metro conversando. El viernes fui a la universidad a imprimir mi trabajo final, de ahí fui a la librería McNally para la presentación de Luisa Valenzuela (en la foto). Presentaba la reedición de un libro antiguo, en edición bilingüe. Hubo una performance y estaba lleno. La librería me gustó bastante, es bonita y tiene varias cosas interesantes, era la primera vez que iba. El sábado me levanté temprano a cocinar la quinua y acabar con el trabajo para Sergio. Hablé un ratito con mi mamá en el skype. Me fui para Brooklyn, quedé en encontrarme con Rosa pero ella se atrasó, aunque al final nos encontramos saliendo del metro y llegamos juntas. La fiesta estuvo muy bien, divertida, había montón de comida, así que tomamos y bailamos a gusto. Me regresé muy cansada y un poco afónica, así que caí seca en la cama. El domingo estuve todo el día en casa leyendo, pero en la noche fuimos con Marguerite y Reid a ver la película de King's Speech. El clima estaba más cálido que la semana pasada, aunque dicen que bajará la temperatura en estos días. Seguía un poquito ronca así que me acosté temprano. Ya estoy en la mitad de The heart is a lonely hunter.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Aprovechando la ciudad


El lunes me levanté temprano, estuve trabajando en la mañana en casa. En la tarde salí para pagar el teléfono y pasar por internet en la universidad. Salí huyendo porque en casa empezaron a picar el piso de la cocina porque hay una fuga de agua, así que estaban martillando y con la sierra y era una bulla insoportable. Comí rápido y me fui. Me escribió Mariela para invitarme a asistir a su clase de escritura creativa en el pre grado. Tenía que mandar un cuento corto para que lo comentaran en clase, el único que tenía a la mano era "Poema del manicomio", así que ese mandé. También tenía que asistir a la clase de Lila pero más tarde. El martes fue un día largo por eso. Me preparé mi comida temprano y me fui a la universidad. En la clase de Mariela me fue muy bien, el grupo era de puras chicas, como nueve chicas muy inteligentes que hicieron preguntas e interpretaciones bastante buenas. De ahí almorcé, hablé un rato con Ana que al fin pude ubicar y me fui para la clase de Lila. El grupo no era tan homogéneo como el anterior, pero igual estuvo muy interesante la discusión, sobre todo por una alumna que estaba realmente emocionada con los cuentos, eso me dio mucho gusto, al final le regalé el libro que yo llevaba.
Al salir tomé café con Rosa un rato y me metí a clase de Sergio e inmediatamente después a clase de Diamela. Las críticas fueron duras, pero pues sólo queda ponerse a trabajar. El miércoles antes de irme a la matrícula me dijo el hijo de Marguerite que ya había arreglado el internet, así que ya podía conectarme de aquí de casa, sólo que de mi cuarto la señal no es muy buena, pero al menos en el resto de la casa sí es posible. Me fui muy contenta, me inscribí en dos cursos, uno de poesía y otro estilo seminario literario. Estuve en la biblioteca avanzando con las lecturas de la siguiente semana y de ahí fui a ver a Diamela. Profundizó más en las críticas y sí me sentí desanimada pero sé que sus comentarios son para mejorar. Sólo que tengo que empezar todo de nuevo.
El jueves me quedé en casa y aproveché de hacer las compras que me habían encargado. Así que estuve todo el día en eso. Tuve que ir a devolver algo en la tarde, lo cual fue un gran sacrificio porque de verdad que el frío ahora sí está intenso. Literalmente te congelas. En la tarde me puse a trabajar y pues así se pasó el día. El viernes en la mañana avancé con algunos pendientes, acabé mis lecturas y leí la novela o memorias de Carmen Ollé Retrato de mujer sin familia ante una copa. Pero como habla de Lima me dio mucha nostalgia. Me fui a encontrar con Manuel para nuestras charlas semanales, de ahí nos juntamos con Sergio para ver la película de Tati, Play Game que me gustó mucho. Al salir como era cumple de Mariana nos fuimos a un restaurante, caminamos un montón y yo estaba congelada, terminamos en un restaurante ucraniano. No pude comer porque estaba mal del estómago. El sábado me fui temprano a ver a Alicia y le compré una pequeña reproducción. Hacía mucho frío y no me quedé mucho rato, es realmente bien valiente vender en la calle. Regresé a casa con inspiración y inicié una nueva novela. Entre eso y haber acabado el libro de Ollé me sentí mucho mejor. Fui al cine a ver Black Swan pero por un problema no se pudo, el meetup resultó no ser tan eficiente ni barato como yo pensaba. Así que al final vimos Fair Game que también estuvo bien. Pero acabando me fui a casa porque me sentía mal, me dio pena porque se juntaron Stalin, Katia, Alireza y Paul y yo no pude ir. El domingo hice ayuno de manzana. Me fui temprano para dejar un encargo donde Mikaela que viaja a Lima el martes. De ahí me fui al Museo de Brooklyn. Vi la exposición de las artistas del pop art y también la de un pintor que hace collage, Fred Tomaselli (en la imagen), que es norteamericano y es fabuloso. Encontré algunos buenos regalos en la tienda. Llegaron Stalin y Katia tarde y pues vieron todo volando porque teníamos que salir para el teatro, ¡en queens! Llegamos a las justas, de verdad que las rutas son un poco engorrosas porque no hay caminos rectos para muchos destinos y uno debe volver y de ahí nuevamente tomar la dirección adecuada y se pierde mucho tiempo en los intercambios, además de que los metros son lentos y se demoran una eternidad, y con el frío que hace, es terrible. El teatro era pequeñino, nos recibieron con mariachis. Fuente Ovejuna: Ciudad Juárez era la obra y me gustó mucho, trata el tema de los asesinatos en la frontera que no han sido resueltos, pensé que era más conocido ese hecho aquí pero me di cuenta que no, así que es muy necesario difundirlo. El regreso a casa fue largo y frío. Llegué a casa cansada así que me acosté temprano.